Cuatro preguntas a Miguel de la Quadra Salcedo
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¿Y (qué son) los territorios desconocidos?
La mayor y más emocionante expedición que podemos realizar es hacia dentro de uno mismo. Esa es la gran selva desconocida, con sus peligros acechantes y sus maravillosos territorios por descubrir. Sólo hay que tener tesón y ansias de conocimiento...
Imitó a Ponce de León buscando el elixir de la eterna juventud. ¿Llegó a encontrarlo?
Es algo tan sencillo como ser capaz de mantener la curiosidad, el hambre de conocimientos, y rodearse de gente joven. La combinación de ambas cosas te da una vitalidad inagotable. Y conocer la naturaleza, el mundo que nos rodea, que nos da todo lo que necesitamos para vivir.
¿Cómo transmite eso a unos jóvenes inmersos en una sociedad cada vez más mediatizada por las nuevas tecnologías?
Mediante el conocimiento y la divulgación de los clásicos. Todo lo necesario que hay que saber sobre el medio ambiente y la defensa de la naturaleza está en libros escritos hace cientos de años. La gente joven tiene que asimilar esos conocimientos para aprender a respetar el medio y llevar una vida sana.
Pero, en un mundo globalizado, ¿aún quedan paraísos por descubrir?
Pues claro. La globalización es como un bumerán. Nos ayuda muchísimo, pero esconde el mal de la ruptura con el humanismo. No se puede dejar de mirar a los ojos de las personas, de oler la tierra húmeda después de la lluvia o de sentir el aire limpio de una cordillera. La tecnología nunca logrará transmitir esas sensaciones, ningún tuiter ni ningún youtube puede sustituir eso…