Un líder de grupo de trabajo está pensando en el objetivo, en lograr una buena y válida producción final.
Un líder de equipo de trabajo está pensando en lograr el mejor rendimiento del equipo, de cada una de las personas, compartiendo las tareas entre ellos.
En un grupo de trabajo no existe una confianza ciega en las personas que configuran el grupo. Se trabaja de forma individual con arreglo a unas pautas de equipo.
En un equipo de trabajo hay una confianza alta entre el gestor y sus miembros y entre todos ellos sobre todos ellos. Se trabaja en colaboración entre todos.
En un grupo de trabajo cada integrante es responsable de sus trabajos y sobre todo de sus resultados, aunque se trabaje en una misma dirección.
En un equipo de trabajo los resultados sean bueno o malos lo son del equipo, y cada integrante además de ser responsable de sus propias decisiones y trabajos, lo es del resultado de todo el equipo.
En un grupo de trabajo no existe un sentimiento compartido de pertenecer a un grupo que está por encima de las individualidades.
En un equipo de trabajo todo lo fundamental está por encima de las individualidades y todos se sienten importantes por pertenecer a un equipo importante.
La comunicación en un grupo de trabajo es individual y a veces cerrada y poco transparente para todos. No es necesario compartir sino tener muy claros los objetivos y los caminos hasta ellos.
La comunicación en un equipo de trabajo es grupal, abierta, transparente y muy compartida. La ayuda entre los miembros es básica para hacer crecer a cada uno de ellos dentro del equipo.
La implicación de las personas en la totalidad del trabajo no es el fundamento del grupo, sino los resultados de cada uno de ellos es lo que forma el conjunto de resultados que se observan al verlos unidos dentro del grupo.
La gran implicación de las personas en la totalidad del trabajo es el fundamento del equipo de trabajo y todo se supedita a que se sigan las normas que buscan el objetivo y se impliquen en compartir las dudas para resolverlas.