Y llega un día en que te das cuenta de que todo comienza de nuevo, y que la sonrisa vuelve a ser la dueña de tu vida.
Mira, no pierdas ni un segundo en intentar ser perfecto, es imposible serlo.
Ni para ti ni menos todavía para los demás.
Tú tienes defectos.
Yo muchos.
Forman parte de nosotros, de nuestra personalidad, de nuestra manera de ser.
Da igual lo que los otros vean a través de tus defectos, lo importante es lo que ven a través de tus virtudes o tus decisiones.
Si intentas disimular tus imperfecciones los demás verán en tí una persona falsa.