Bolsas de comida Ruft |
Este gran invento tiene además tres ventajas adicionales. Se conserva durante bastante tiempo y de forma muy sencilla, además de resultar un producto barato y fácil de fabricar en cualquier zona del mundo.
No necesitan agua potable para disolverse antes de tomar y aguanta muy bien los fuertes calores.
Y además es un producto que lo puede dar cualquier adulto a los niños, sin tener preparación médica.
Las bolsas de ruft son mucho más que una comida, es una medicación de recuperación, para tratamientos masivos para niños y adultos, sobre todo en zonas de Níger, Malí, Etiopía, India, Somalia y Sudán.
Las bolsas de ruft son mucho más que una comida, es una medicación de recuperación, para tratamientos masivos para niños y adultos, sobre todo en zonas de Níger, Malí, Etiopía, India, Somalia y Sudán.
Estos alimentos no son los primeros que se les dan a los niños cuando llegan con claros síntomas graves de desnutrición, pues antes hay que preparar sus estómagos delicados a base de leches preparadas.
Pero a partir de los 15 días de esos tratamientos paliativos y preparatorios, sus estómagos y sistema digestivo ya están dispuestos para poder tomar este alimento, los sobres Ruft, y sin tener que estar ingresados, pues en mucha de estas zonas, al no tener agua corriente, no es posible disolver las leches en polvo con facilidad en los propios domicilios de las familias y hay que recurrir a estos preparados que no necesitan agua potable.
Cada bolsa Ruft de 100 gramos y envasada al vacío tiene aproximadamente unas 500 calorías y se recomienda que lo vayan tomando poco a poco en muchas tomas al día, para que el cuerpo asimile bien el alimento y no produzca vómitos en cuerpos muy deteriorados y que se van recuperando poco a poco.
Cada bolsa Ruft de 100 gramos y envasada al vacío tiene aproximadamente unas 500 calorías y se recomienda que lo vayan tomando poco a poco en muchas tomas al día, para que el cuerpo asimile bien el alimento y no produzca vómitos en cuerpos muy deteriorados y que se van recuperando poco a poco.
Sólo nos queda recordar que todavía cada día se nos mueren a todos unos 6.800 niños y niñas en el mundo por desnutrición.