Estamos entrando lentamente en la solución de la actual y brutal crisis económica y laboral. Nos tenemos que haber preparado ya desde el mundo de la empresa, para que a partir de ahora no se pierda el talento de las personas más válidas de cada empresa, por no haber sabido hacer bien lo imprescindible en todo equipo que busca la excelencia.
El principal problema de las empresas para ser abandonadas es la calidad del “Jefe”, con personas agresivas, tiranas, violentos verbales, incapaces de saber trabajar con personas, algo que parece sencillo pero que en periodos de crisis es realmente mucho más complicado de lo que nos puede parecer.
El segundo problema que lleva a las personas hacia la búsqueda de recambios laborales es la falta de capacidad en la empresa para ascender, para aprender, para sentirse válidos, para decidir desde tu responsabilidad, para tomar decisiones propias, para plantear problemas y ser escuchado. Toda persona necesita ver reconocido su trabajo, su esfuerzo, su implicación, pero también la justicia social que supone ser respetado y reconocido cuando se piden permisos o pequeños reconocimientos básicos y lógicos.
El tercer problema es la seguridad que ofrece la propia empresa. Nadie quiere pertenecer a un equipo perdedor, nadie quiere tener miedo o sentirse débil ante la competencia o antes los mercados de todo tipo. Hay que recordar que si en una empresa surgen cambios y hay personas que abandonan el proyecto, lo normal es que otras personas sigan el mismo camino.