Esta maravillosa colonia de pingüinos barbijo en la isla Decepción del Ártico sólo son posible en un mundo limpio, sin que la contaminación siga extendiéndose por el suelo, el aire o el agua, sin tener en cuenta que este suelo que nos sustenta es finito, es muy fuerte pero menos que la capacidad del hombre en destruirlo o contaminarlo, y que nuestra obligación es la de guardar los espacios naturales que nos hemos encontrado al nacer.
¿Quienes somos nosotros, que sólo estamos unas pocas décadas sobre este planeta, para ayudar a destrozarlo?
Debemos reforestar lo que antes hemos destruido, debemos cambiar hábitos para frenar el calentamiento global, debemos remediar el gran daño que ya hemos causado.
Pero todo eso, sólo, si de verdad queremos a nuestros hijos y a nuestros nietos, pues para nosotros ya no da tiempo.
Fotografía de Sebastiáo Salgado