Son tres retratos de tres mujeres que en Rusia se dedican a la prostitución y además son heroinómanas. Los artistas Loral Amir y Gigi Ben Artzi quisieron retratar en su estudio a tres mujeres rotas ante la vida que ya se les escapa, atrapadas en las cloacas de las sociedades que se creen con derecho a comprar todo, y las vistieron con ropa de marca para mostrarlas en un contexto alejado al del desecho humano, disfrazadas de alta costura como otra manera añadida de incomodar incluso disfrazando una situación humana muy dolorosa para todos.
Son personas rotas, aunque se las vista de lujo falso.