Todos deseamos escribir en blog para ser leídos. Pero poco lo conseguimos pues es tal el número de opciones que existen para que las personas pueden estar informadas o entretenida, que sin duda los blog han perdido parte de su sentido y se han dejado en el camino un inmenso número de lectores que están ahora en las redes sociales.
Si a eso le añadimos que no siempre logramos escribir con algunos criterios básicos para retener la atención de nuestros lectores, el trabajo que desarrollamos tendrá poco resultado. Veamos algunos puntos sobre los que todos los que escribimos en blog tenemos que aprender algo más.
Escribir requiere tiempo, dedicación, formación sobre el asunto a tratar, revisión del texto.
Para escribir al menos regular, nada ayuda tanto como escribir. Escribir ayuda a aprender a escribir. Y volver a leer lo que ya has escrito ayuda a comprender los errores y a resolverlos.
Si un texto no te gusta lo suficiente o si quieres conocer un truco sencillo para ver de qué forma lo escucharán los que te vayan a leer: “Léelo en alto y escúchate tú mismo”.
En internet quien te lee es tu amigo, lo trates de tú o de usted es una persona que te está entregando unos segundos o minutos de su vida para leerte. Entrégale algo que le sirva, que esté bien realizado, que le ayude, un texto o una imagen con la que él se sienta bien una vez haya terminado de contemplarla o leerlo. Es decir: “Ponle valor añadido a lo que entregas”.
El lector además de amigo, es tu cliente, es el precio que cobras por escribir. Sin lectores nadie te paga con la satisfacción de saber que ha servido de algo tu escritura.
Es verdad que existen sistemas SEO para mejorar el acceso de tus textos a los buscadores, pero cambian los criterios técnicos de vez en cuando buscando precisamente que algunos blogueros no aprendan tanto que sean capaces de manipular los resultados. Confía en tu trabajo, en ser constante, en seguir escribiendo y aprendiendo. Un buen título, el uso de palabras claves, elegir una temática determinada, la extensión total del texto, las palabras del primer párrafo, etc.
Y recuerda que si no le vas a dar continuidad y constancia, lo mejor es que abandones. Excepto que te apetezca disfrutar personalmente con la escritura, sin importarte nada el número de lectores.