La fotógrafa española Ángela Burón juega con nosotros, con sus personajes y con nuestras miradas distraídas. Es un trabajo sencillo pero efectivo para retenernos unos segundos de más, tarea que en los últimos tiempos es todo un éxito, de entrada. Las piernas son las de ella misma, pero me temo que algo más escasas de dobles, aunque no sabemos si tan largas.