No es que me importe un pito, lo respeto como figura moral, pero su rostro es una incógnita que aunque buscada tal vez incluso con morbo, por muchas ideas que se intenten plasmar sólo podrán ser eso, acercamientos hacia la figura de los hombres jóvenes de aquella época en una zona determinada, es decir un rostro común de una persona común. Pero en las insistencias de saber qué rostro tendría Jesucristo en su época, ahora han seguido investigando hasta mostrarnos según análisis de cráneos de la época, este que os dejo.