Todos queremos montar un negocio, una empresa que nos ofrezca un buen trabajo y unos beneficios. ¿Esa meta es sencilla, es posible, es lógica planteársela sin antes analizar bien nuestras posibilidades? ¿O tal vez antes hay que plantearse una serie de cuestiones básicas que nos sirvan para medir las opciones de éxito que tiene nuestra inversión de exfuerzo y de dinero? Veamos 12 cuestiones básicas sobre las que deberemos empezar a pensar.
El éxito de nuestra empresa está en el éxito de nuestro servicio o producto. Preguntémonos unas cuestiones muy básicas:
¿Lo que vamos a ofrecer lo van a comprar nuestros clientes con facilidad?
¿Acudirán a nuestra empresa antes de a la que ya comprar ese mismo producto y por qué?
¿Qué tamaño tiene el mercado al que queremos acudir con nuestro producto o servicio?
¿Es fácil o muy complicado conseguir un espacio propio en ese mercado, y poderlo mantener?
¿Hemos analizado los precios a los que vende nuestra futura competencia?
¿Estos precios son rentables para nuestro propio negocio, con arreglo a lo que nos cuesta a nosotros producrir nuestro servicio?
¿Es sencillo o muy complicado lograr clientes, bien por el tipo de nuestro servicio, o por la colocación de nuestro punto de venta, o por el tamaño de nuestro servicio, etc.?
¿Qué inversión necesitamos y qué posibilidades tenemos de lograrla y luego de rentabilizarla?
¿Seremos capaces de hacer cambios en nuestro negocio para ir adaptándonos a lo que nos vaya demandando nuestro mercado incipiente, incluso desde el primer día?
¿Podremos crecer si nuestros clientes lo demandan, si el producto necesita ir acompañado de nuevos servicios, si lo necesitamos para poder rentabilizar la empresa?
¿Sabemos vender nuestro producto?
¿Hemos tenido en cuenta (casi) todo tipo de impuestos, de subcontrataciones, de seguros, de conflictos y averías, de gestiones comerciales, administrativas o de control de calidad?