El mundo del coleccionismo es a veces raro y extraño. Hace un tiempo me llegó la petición de un noruego para que le consiguiera pequeñas etiquetas de frutas españolas. Él se las coleccionaba y tenía varios cientos de ellas. Etiquetas autoadhesivas que las máquinas de limpiar y empaquetar o encajar frutas, ponían a modo de marca. Curioso mundo que había pasado inadvertido para mi, pero que existe y es muy numeroso. Os dejo tres pequeñas etiquetas de frutas españolas como ejemplo.