Cartas del siglo XVIII para ver el futuro, cartas de tarot y de animales, con los que adivinar lo que nos puede suceder y que con simples animalistos nos parece todavía más complicado. Pero la capacidad de engañar en el siglo XVIII es posible que fuera mayor que ahora. ¿Mayor? Para el que no entendiera los números romanos, je je, lo traducían en un lateral.