En el año 1954 no todos podían comprar un radiofonógrafo, nombre que se le daba al tocadiscos en algunos países iberoamericanos. Este anuncio es de aquellos años y muestras a una “señorita” con cara de ensimismamiento por escuchar todo tipo de música en su nuevo aparato Philips. Sobre toda ella, su favorita. Ya se puede elegir, ya se puede comprar y poseer en cada hogar. Y repetir y repetir a un precio cada vez más asequible.