La Plaza de Los Sitios de Zaragoza es el ejemplo de hasta dónde debemos o debemos considerar una zona verde urbana como parque o simplemente como una plaza. Cuando hablábamos del Parque del Royo del Rabal dijimos que tenía unos 8.500 metros, y la Plaza de Los Sitios tiene 11.000 metros sin contar los viales que la rodean, que entonces se nos va hasta los 17.000 metros. Es pues un pequeño parque al que llamamos plaza, aunque las “plazas” son más que los parques, pues tienen unos usos diferentes y en este caso su uso es más como parque en el centro de la ciudad de Zaragoza.
Su posición en el centro de la ciudad de Zaragoza, pero un poco alejada de las vías más utilizadas lo han convertido en un lugar muy tranquilo, donde los vecinos de la zona son los principales usuarios, con diferencia. No es una zona muy transitada por el resto de zaragozanos.
Es también un gran centro que se utiliza en ciertas fechas como lugar para realizar mercados, ferias, representaciones, etc. lo que lo dota de alguna forma en una excelente alternativa para disponer de espacio verde y abierto en el centro de la ciudad.
Una lástima que su excelente quiosco de música se trasladara al Parque José Antonio Labordeta, y en su lugar se montaran los juegos para niños, pues con ello se perdió una actividad dominical donde las bandas locales ofrecían sus conciertos. Pero volvamos al presente.
Creada la plaza o el parque con la Exposición Hispano Francesa del año 1908, ha gozado de más o menos actividad, con algunas reformas que la han mantenido con una calidad alta de cuidados y limpieza.
Hubo intentos hace más de 35 años para cerrarla con una valla, para convertirla en un parque cerrado por la noche, pero al final y aunque existen en su perímetro el inicio de la obra, no se realizó y se cambió por unos setos que envuelven la plaza.
Su gran fuente y monumento en el centro de la plaza creado por el artista Agustín Querol, le confiere una personalidad clara como recuerdo de Los Sitios de Zaragoza, a todos los zaragozanos que defendieron la ciudad, siendo un lugar que recoge el arte de Aragón, en sus diferentes edificios que están en la plaza.
Museo de Zaragoza, Escuela de Artes (cerrada) e Ibercaja Zentrum, y una zona tranquila y con poco tráfico para estar en pleno centro de la ciudad.
Su frondoso arbolado con más de 20 especies diferentes de árboles (pinos, álamos, sauces, perales, árbol del amor, aligustres, cedros, magnolios, acacias, palmeras, plátano de sombra, tejos, tilo, etc.) en tan poco espacio, le confieren la imagen de un auténtico oasis ciudadano, muy empleado además en su zona infantil, cuidada y muy actualizada.
Suficientes bancos para descansar, fuentes de agua potable, quiosco de prensa remodelados y de venta de flores, es un lugar menos empleado de lo que debería por su calidad y situación, pues se encuentra muy cerca de la zona más comercial y de gastronomía en Zaragoza, lo que propiciaría un uso más intenso por los turistas, si no estuviera a simplemente una calle de las zonas más transitadas.