Todos tenemos una imagen pública, una imagen privada y una imagen íntima. La imagen de todos, la imagen que repartimos con los que libremente compartimos y la imagen que es solo nuestra y si acaso de otras muy pocas persona más.
La imagen pública sobre todo si eres una persona pública, es de todos y todos tienen que tener acceso a toda ella con total normalidad.
La imagen privada si eres persona pública debe esbozarse y conocerse en alguna medida por suficientes personas sobre todo en esa parte que roza la vida pública.
Pero si eres persona privada nadie debe airearla ni emplearla en redes sociales o similares, para aprovecharse de ella.
Y en la vida privada de personas públicas meto tanto a políticos como a empresarios, artistas o personas que influyen y tienen poder sobre otras personas.
Un empresario por poner un ejemplo, debería dar a conocer su imagen privada en la misma medida que un político, aunque sólo para aquellas personas sobre las que tiene influencia.
No es entendible que un político someta a información de todos los ciudadanos sus declaraciones de Hacienda, y no haga lo mismo un empresario mediano o grande informando a sus trabajadores.
¿Es una locura? No. Pues curiosamente lo tiene que hacer con los bancos con los que trabaja o con sus proveedores importantes, pero en cambio no lo hace con sus trabajadores.
Es más importante —y lo exigen— un banco, un proveedor de máquinas e incluso algunos clientes, que cualquiera de sus trabajadores
Si eres empresario sabes perfectamente qué tipo de trampas se hacen, qué es lo que se esconde mientras se aparenta algo totalmente diferente.
Es dinero de la empresa, pero que afecta al futuro personal y familiar de todos sus trabajadores, y de una parte de la sociedad, pues una empresa siendo privada tiene unos componentes públicos importantes para hacer funcionar un país.
Y como le puede afectar al banco o al proveedor, al cliente incluso, se piden esos datos y se dan, ya lo creo que se dan.
La imagen íntima sólo es de cada persona, debe ser totalmente personal y cerrada y no debe conocerla nadie más que cada persona y si acaso su círculo más íntimo y sólo si él quiere.
Pero lo íntimo no es qué coche tenemos, de dónde logramos nuestros ingresos, a dónde nos vamos de vacaciones y si pagó en negro o en blanco a sus colaboradores.
La imagen íntima son las relaciones personales, es el sexo, es el cuerpo, es la familia, es la cueva y el hogar, son las aficiones internas y cerradas.
Si no es ilegal, todo esto es íntimo. Si es ilegal pasa a ser privado.