Podría parecer una tontería lo que ha planteado Albert Rivera para apoyar a Rajoy. Y lo es aunque llena de responsabilidad como dice Felipe Gonzalez, aunque jodan mucho sus palabras. Ciudadanos simplemente ha dicho SI a Rajoy pero en diferido -ahora todo es en diferido- pues no hay rasmia para ser claros, sabedor Albert de que no hay otra posibilidad, de que esto le va a suponer perder sentido y tener que admitir un cambio de concepto en su regeneración política, pero sabedor también de que unas terceras elecciones supondrían para Ciudadanos una puerta de salida hacia la nada.
No hay otra, porque aunque nos joda reconocerlo desde la izquierda, la puesta a trabajar del PSOE y Podemos es imposible. Literalmente imposible, aunque mezclemos los deseos y las ganas de mandar a descansar al de las "corridillas" sin moverse, y nos haga ver aires nuevos que no existen, que son solo deseos imposibles. ¿Cuantos Podemos hay? Son capaces de ponerse de acuerdo en el reparto, pero como equipo de gestión de una España herida, son incapaces como no cambien a casi todos los que dan la cara. Incapacidad viene en esta caso de ninguna capacidad para trabajar por lo urgente ahora mismo y por lo importante mañana, pues España necesita un cambio en una sola dirección, la de su futuro.
España necesita gobernarse. Esto es lógico y de sentido común. Incluso es peligroso obviarlo. Si nadie quiere gobernar en España, saldrán voluntarios con muy mala folla aupándose desde donde no deben en un país democrático. Por el camino que vamos, los que están ganando este año 2016 son los anarquistas, y eso escuece y mucho entre algunos sectores que callan. Al final parecerá que sin gobierno es posible e incluso mejor. Rajoy es la incapacidad manifiesta, y si parece algo mejor, lo es porque sus contrarios no son nada. No es político aunque se dedique a la política y lo curioso es que lo saben todos sus ayudantes de campo, entre los que hay buenos políticos. Pero el silencio y la unidad entre las derechas siempre ha sido un activo.