La Europa Unida está atravesando un desierto de ideas, llena de problemas que nos parecen irresolubles y con la sensación de que sólo el tiempo será capaz de resolver su existencia o el mismo tiempo nos llevará a desmontar lo que además de ser una excelente idea, es un trabajo inmenso que no estamos apreciando los europeos como una salvación de cara al futuro. Se multiplican los problemas, decía y enumerarlos, produce vértigo.
Una crisis económica que no encuentra salida clara a la crisis
Una moneda única que no se diseñó bien
El Brexit inglés que amenaza con el contagio
El aumento de los refugiados y su mal reparto
La integración nefasta de los inmigrantes
Las (casi) nulas políticas culturales entre países
Las muchas Europa dentro de la misma Europa Unida. Norte, Sur, Este, Pobre, Rica, Católica, Protestante, etc.
El TTIP y el CETA que no se sabe qué hacer con ellos
La falta de liderazgo contundente en Francia y el momento del cambio en Alemania
El crecimiento de los grupos sociales y políticos contrarios a una Europa Unida
El asentamiento de grupos xenófobos en la política europea
La vergüenza infligida a Grecia
La deuda pública de algunos países y sus contabilidades imposibles de ajustar mejor
La falta de incorporación efectiva de países como Italia y España al núcleo “duro” de Europa
La nula política conjunta en exterior y defensa que se intenta corregir
Los retos no asumidos de avanzar hacia el futuro, construyendo “la continuación” de Europa con la calma necesaria para no equivocarse.
El terrorismo global
La definición definitiva de las fronteras exteriores y las ampliaciones
Con todos estos artilugios explosivos vamos a caminar hacia el 60 aniversario del inicio de una gran idea. Los europeos no estamos valorando lo importante que es para el futuro una Europa Unida que funcione aceptablemente. La importancia de estar dentro, pero en una condiciones lógicas. Tensar las cuerdas de la Unión entre países es muy peligroso, pues sin la Unión Europea se estará mucho peor y será más peligroso para Europa. Pero no somos capaces de creer un poquito más en lo que debe mejorarse desde dentro, nunca desde fuera.