Cercanía, convivencia leve, intimidad

Cuando hablábamos aquí de la intimidad de las aceras en las ciudades, de ese concepto sociológico de intimidad urbana, de relación entre convecinos y que se da en la calle, saludando y comunicando asuntos personales…, dejamos sin terminar de explicar la realidad de este concepto.

Dejamos fuera lo que podríamos llamar “cercanía” o “convivencia leve”. Es cierto que en algunos barrios se da esa relación especial entre personas que realmente no se conocen pero se saludan. Nadie ha estado nunca en la casa del otro. Y nunca estarán. La intimidad de las aceras, termina en las aceras. Incluso hay que advertir que creemos peligroso llegar a más, y que se intenta evitar por todas las partes.

Es una relación pequeña, suficiente para crear sensación de seguridad en las calles, pero nada más que eso. En pocas ocasiones las personas que se saludan por las aceras, quieren llegar a tener más relación, y muchas veces quien lo intenta se ve desplazado del saludo anterior. Curiosa forma de lograr ir a más que se convierte en ir a menos.

La intimidad real, la de la cueva, es de un valor inmenso que en las ciudades no se quiere perder. Y la cercanía excesiva acaba con ella. Por eso se evita la cercanía real, la convivencia aunque sea leve. Y si hay que crear por algún motivo esa convivencia leve, por ejemplo la de tomar café por las mañanas, se prefiere elegir para esos núcleos a personas que NO estén cerca. Se evita la cercanía para aumentar la convivencia leve.

Curiosa forma de crear sociedad, pero prima en muchos casos la intimidad de la cueva. Por eso con los vecinos de escalera, a diferencia de lo que sucedía hace unas décadas, la relación de cercanía, en estos tiempos, no existe apenas. Es un método de autodefensa para lo que pudiera pasar, aunque nunca vaya a pasar nada. Amabilidad en su justa medida y si nos pasamos…, viene la desafección, la lejanía en un tiempo, para evitar la leve convivencia.

Cercanía, convivencia leve, intimidad

Cuando hablábamos aquí de la intimidad de las aceras en las ciudades, de ese concepto sociológico de intimidad urbana, de relación entre convecinos y que se da en la calle, saludando y comunicando asuntos personales…, dejamos sin terminar de explicar la realidad de este concepto.

Dejamos fuera lo que podríamos llamar “cercanía” o “convivencia leve”. Es cierto que en algunos barrios se da esa relación especial entre personas que realmente no se conocen pero se saludan. Nadie ha estado nunca en la casa del otro. Y nunca estarán. La intimidad de las aceras, termina en las aceras. Incluso hay que advertir que creemos peligroso llegar a más, y que se intenta evitar por todas las partes.

Es una relación pequeña, suficiente para crear sensación de seguridad en las calles, pero nada más que eso. En pocas ocasiones las personas que se saludan por las aceras, quieren llegar a tener más relación, y muchas veces quien lo intenta se ve desplazado del saludo anterior. Curiosa forma de lograr ir a más que se convierte en ir a menos.

La intimidad real, la de la cueva, es de un valor inmenso que en las ciudades no se quiere perder. Y la cercanía excesiva acaba con ella. Por eso se evita la cercanía real, la convivencia aunque sea leve. Y si hay que crear por algún motivo esa convivencia leve, por ejemplo la de tomar café por las mañanas, se prefiere elegir para esos núcleos a personas que NO estén cerca. Se evita la cercanía para aumentar la convivencia leve.

Curiosa forma de crear sociedad, pero prima en muchos casos la intimidad de la cueva. Por eso con los vecinos de escalera, a diferencia de lo que sucedía hace unas décadas, la relación de cercanía, en estos tiempos, no existe apenas. Es un método de autodefensa para lo que pudiera pasar, aunque nunca vaya a pasar nada. Amabilidad en su justa medida y si nos pasamos…, viene la desafección, la lejanía en un tiempo, para evitar la leve convivencia.

Antes de talar árboles, hay otras soluciones


En algunas ciudades los árboles que tienen el peligro de caer con el viento, dado su tamaño y forma creada por su propio desarrollo que no hemos sabido controlar, literalmente se talan para evitar males mayores. Cuanto más grandes son, más peligro representan y antes se talan sin más miramientos. Pero hay otras soluciones no tan drásticas.

En Madrid, en concreto esta imagen es del Parque del Oeste, a los ejemplares de árboles que se consideran importantes por su edad o desarrollo, se les coloca unos tirantes de goma gruesa, negra, para crear entre las ramas una red de sistema muy disimulado que los sujeta entre ellos. Unas ramas sujetan a las otras y entre todas crean un sistema de defensa contra las caídas accidentales.

Siguen cumpiendo su función de sombra, de paisaje, de relleno de zonas pues suelen ser árboles de gran porte, y casi no se nota el sistema de apoyo par que no puedan producir problemas a los viandantes. Y estoy seguro que a la larga es más barato este sistema que talarlos y no poder plantar un nuevo ejemplar hasta pasados excesivos años.

Antes de talar árboles, hay otras soluciones


En algunas ciudades los árboles que tienen el peligro de caer con el viento, dado su tamaño y forma creada por su propio desarrollo que no hemos sabido controlar, literalmente se talan para evitar males mayores. Cuanto más grandes son, más peligro representan y antes se talan sin más miramientos. Pero hay otras soluciones no tan drásticas.

En Madrid, en concreto esta imagen es del Parque del Oeste, a los ejemplares de árboles que se consideran importantes por su edad o desarrollo, se les coloca unos tirantes de goma gruesa, negra, para crear entre las ramas una red de sistema muy disimulado que los sujeta entre ellos. Unas ramas sujetan a las otras y entre todas crean un sistema de defensa contra las caídas accidentales.

Siguen cumpiendo su función de sombra, de paisaje, de relleno de zonas pues suelen ser árboles de gran porte, y casi no se nota el sistema de apoyo par que no puedan producir problemas a los viandantes. Y estoy seguro que a la larga es más barato este sistema que talarlos y no poder plantar un nuevo ejemplar hasta pasados excesivos años.

Trabajadores y pobres. Mala situación de incapacidad

No es fácil entender hacia dónde vamos si admitimos como ciertos estos titulares que nos machacan casi todos los días. En una España con cuatro millones de desempleados, tenemos otros más de tres millones de trabajadores que siéndolo, son pobres estadísticos. Pobres con arreglo a los datos de Europa. Trabajan para ser pobres. 

Los libros de historia nos indican que llegados a este punto lo normal es que empiecen los problemas serios. Pero parecemos conformarnos con decir que efectivamente es un gran problema y demostrar que somos incapaces de resolverlo. Las ayudas sociales no sirven para resolver esta situación.

Teoría de las Ciudades Jardín de hace un siglo

Hablábamos aquí y en una anterior entrada de las ciudades jardín poniendo el ejemplo del barrio de La Jota en Zaragoza, barrios creados en España en los años de la reindustrialización, del crecimiento de las ciudades a través de la inmigración de trabajadores hacia las grandes fábricas que se iban formando en las afueras de las grandes ciudades.

El concepto teórico de estos nuevos barrios o incluso de ciudades que crecían por este efecto industrial, nace a finales del siglo XIX y principios del XX sobre todo en Reino Unido, que necesita crear —y digo bien: crear— masas de trabajadores para las nuevas empresas de las grandes ciudades para tener mano de obra abundante y así ser también más barata, y dotarlos de barrios nuevos para asentarlos en su emigración desde las zonas rurales. 

Los urbanistas de aquellos años, sabedores que traían a personas desde zonas rurales, diseñaron barrios que de alguna manera estuvieran teóricamente cerca del campo, rodeados de zonas verdes y terrenos de labor, que mezclados con y entre las fábricas, les facilitan la aclimatación. Brutalmente parece, contado así, una forma animal de adiestramiento dirigido.

Ebenezer Howard entre otros urbanistas ingleses, diseñaron esos barrios y de aquellos planos bebieron durante muchos años casi todos los urbanistas que aprendieron con sus libros, sus ideas y sus planteamientos. Era crear ciudades amables que hicieran más sencilla la adaptación a la ciudad de las personas que venían del mundo rural.

Ciudades circulares, que iban creciendo hacia las afueras, hacia los arrabales, pero distribuyendo los espacios de una forma totalmente dirigida para simplificar la vida de las personas. Parques centrales, grandes avenidas verdes que se alternaban con calles más estrechas. Servicios comunes y públicos colocados en el centro de las ciudades, y aquellos que fueran de uso diario colocados entre las calles, como podría ser las escuelas o la iglesia.

Las fábricas se colocaban fuera del barrio, pero no muy lejos para evitar grandes desplazamientos —los obreros no tenían derecho económico a tener coche— , y el tamaño diseñado para estos barrios debía ser de entre 30.000 a 50.000 vecinos por barrio, con un centro urbano diferente como contenedor de todos los servicios públicos importantes y las viviendas de la clase media, que debía tener un tamaño de entre 50.000 y 100.000 habitantes. Este diseño de ciudad nos llevaba a un total de habitantes en la ciudad de entre 200.000 y 400.000 personas.

Las comunicaciones entre barrios se hacían con trenes de Cercanías, mientras que la comunicación de cada barrio con su ciudad de referencia se haría por tranvías o metros. Ahora, un siglo después, con autobuses. Por fuera de estos barrios seguían existiendo las tierras de labor, las ganaderías y las zonas verdes naturales, los ríos y las zonas para pescar y disfrutar de la naturaleza virgen.

Más de un siglo después de estas ideas…: ¿Hemos cambiado mucho el diseño de las ciudades y los barrios?

Teoría de las Ciudades Jardín de hace un siglo

Hablábamos aquí y en una anterior entrada de las ciudades jardín poniendo el ejemplo del barrio de La Jota en Zaragoza, barrios creados en España en los años de la reindustrialización, del crecimiento de las ciudades a través de la inmigración de trabajadores hacia las grandes fábricas que se iban formando en las afueras de las grandes ciudades.

El concepto teórico de estos nuevos barrios o incluso de ciudades que crecían por este efecto industrial, nace a finales del siglo XIX y principios del XX sobre todo en Reino Unido, que necesita crear —y digo bien: crear— masas de trabajadores para las nuevas empresas de las grandes ciudades para tener mano de obra abundante y así ser también más barata, y dotarlos de barrios nuevos para asentarlos en su emigración desde las zonas rurales. 

Los urbanistas de aquellos años, sabedores que traían a personas desde zonas rurales, diseñaron barrios que de alguna manera estuvieran teóricamente cerca del campo, rodeados de zonas verdes y terrenos de labor, que mezclados con y entre las fábricas, les facilitan la aclimatación. Brutalmente parece, contado así, una forma animal de adiestramiento dirigido.

Ebenezer Howard entre otros urbanistas ingleses, diseñaron esos barrios y de aquellos planos bebieron durante muchos años casi todos los urbanistas que aprendieron con sus libros, sus ideas y sus planteamientos. Era crear ciudades amables que hicieran más sencilla la adaptación a la ciudad de las personas que venían del mundo rural.

Ciudades circulares, que iban creciendo hacia las afueras, hacia los arrabales, pero distribuyendo los espacios de una forma totalmente dirigida para simplificar la vida de las personas. Parques centrales, grandes avenidas verdes que se alternaban con calles más estrechas. Servicios comunes y públicos colocados en el centro de las ciudades, y aquellos que fueran de uso diario colocados entre las calles, como podría ser las escuelas o la iglesia.

Las fábricas se colocaban fuera del barrio, pero no muy lejos para evitar grandes desplazamientos —los obreros no tenían derecho económico a tener coche— , y el tamaño diseñado para estos barrios debía ser de entre 30.000 a 50.000 vecinos por barrio, con un centro urbano diferente como contenedor de todos los servicios públicos importantes y las viviendas de la clase media, que debía tener un tamaño de entre 50.000 y 100.000 habitantes. Este diseño de ciudad nos llevaba a un total de habitantes en la ciudad de entre 200.000 y 400.000 personas.

Las comunicaciones entre barrios se hacían con trenes de Cercanías, mientras que la comunicación de cada barrio con su ciudad de referencia se haría por tranvías o metros. Ahora, un siglo después, con autobuses. Por fuera de estos barrios seguían existiendo las tierras de labor, las ganaderías y las zonas verdes naturales, los ríos y las zonas para pescar y disfrutar de la naturaleza virgen.

Más de un siglo después de estas ideas…: ¿Hemos cambiado mucho el diseño de las ciudades y los barrios?

Si quieres triunfar…, aprende a fracasar

Estamos a nada de serlo todo. Pero no es fácil lograrlo. 

No sabemos bien los motivos que nos llevan al fracaso, por eso es tan importante aprender de ellos. 

Fracasar es menos habitual de lo que creemos, pues normalmente tras el fracaso viene la parálisis y dejamos de intentarlo, nos acobardamos. 

Fracasar está mal visto, pero es la mejor forma de triunfar. De aprender. 

Debería ser obligatorio fracasar, para así lograr el éxito con más profesionalidad. 

Estamos a punto de lograrlo, simplemente debemos fracasar antes, pero de una forma provocada, aprendiendo de los errores.

Tenemos derecho al trabajo digno. DERECHO

Les decía el otro día a un grupo de amigos que me había planteado el colapso del sistema económico y laboral actual, que el propio “sistema” era capaz cuando quisiera, de crear millones de puestos de trabajo. La sorpresa por mis palabras no les llegó en ningún momento, simplemente debieron pensar que yo estaba en un día idiota, de los muchos que tengo.L

La UNESCO nos dice que se necesitan unos 70 millones de profesores de Educación Primaria y Secundaria, inclusiva y equitativa, si se querían cumplir los Objetivos del Desarrollo Sostenible del año 2030. 

Efectivamente, no queremos y no lo haremos. pero eso no quiere decir que no sea necesario crear 70 millones de nuevos profesores, para atender las demandas de formación en TODO el mundo.

Según este estudio de la UNESCO, para el cumplimiento del objetivo sobre educación del Desarrollo Sostenible son necesarios 24,4 millones de maestros para la Educación Primaria y otros 44,4 millones para Educación Secundaria, según el Instituto de Estadística de la agencia.

Donde más es necesario corregir este déficit en educación es en el África subsahariana, donde son necesarios al menos 17 millones de profesores. Más del 70% de los países africanos más profesores de educación primaria y un 90% más de educación secundaria.

Según datos de UNICEF unos 263 millones de niños en todo el mundo se encuentran aún sin escolarizar

"El sistema de educación a nivel mundial se está preparando para dar un gran paso y lograr cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara a 2030. Necesitamos recursos y apoyo para que los profesores puedan realizar su trabajo", ha aseverado la directora del Instituto de Estadística de UNICEF, Silvia Montoya. 

En los países del sur de Asia sólo el 65% de los jóvenes en la región están escolarizados

Pero es verdad que me refería en aquella diatriba con amigos, al problema del empleo en España. 

Curiosamente España es uno de los países de Europa con sueldos más bajos y que más desempleo tiene. Luego no debe ser la culpa el tamaño de los sueldos, sino otro motivo. 

La productividad tiene mucho que ver con la formación, y volvemos a la necesidad de crear maestros.

Pero si analizamos el número de puestos de trabajo que se han destruido en España y donde se han destruido, veremos que a veces esa destrucción que nos afecta a todos, es parte también de nuestros hábitos y de nuestra culpa en silencio. 

Las leyes laborales en España ayudan a destruir empleo. Pero nos cuentan otra vez la cantinela de los despidos tan altos. Los sindicatos no quieren escuchar, analizar, ponerse a trabajar más y de forma diferente, para resolver este problema.

La gasolina del problema nos la ponemos nosotros, en el Super acudimos a cajeros donde nos pasamos por el código de barras nuestros productos, la basura la separamos nosotros en hasta cinco o seis cubos diferentes, hacemos millones de horas extras sin cobrar, admitimos que los parques están más sucios que antes, soportamos que el médico nos de hora para dentro de 3 días en atención primaria o de seis meses en especialista. En las clases admitimos que haya más niños que hace 20 años.

Y queremos pagar menos impuestos, pues pagar impuestos está muy feo. 

Pero los peores impuestos que pagamos como sociedad no es en una parte de nuestro dinero que hemos cobrado, sino en esa otra parte que NO hemos cobrado

No se nos aseguran las pensiones, cobramos menos que antes, podemos terminar desempleados con más facilidad, y miramos los impuestos en el corto plazo y no como una cantidad que a lo largo de nuestra vida sirve para asegurarnos más y mejor los periodos complejos.

Para las dificultades queremos subsidios perfectamente medidos para que no pasemos hambre fuerte. Pero no sabemos exigir un puesto de trabajo. 

Nos conformamos con que no nos toquen el seguro de desempleo, pero no sabemos exigir una formación gratuita para reciclarnos, para ser más productivos, un puesto de trabajo como es obligación según nuestra propia Constitución.

Artículo 35 de la Constitucion española
    1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

Tenemos derecho al trabajo digno. DERECHO

Les decía el otro día a un grupo de amigos que me había planteado el colapso del sistema económico y laboral actual, que el propio “sistema” era capaz cuando quisiera, de crear millones de puestos de trabajo. La sorpresa por mis palabras no les llegó en ningún momento, simplemente debieron pensar que yo estaba en un día idiota, de los muchos que tengo.L

La UNESCO nos dice que se necesitan unos 70 millones de profesores de Educación Primaria y Secundaria, inclusiva y equitativa, si se querían cumplir los Objetivos del Desarrollo Sostenible del año 2030. 

Efectivamente, no queremos y no lo haremos. pero eso no quiere decir que no sea necesario crear 70 millones de nuevos profesores, para atender las demandas de formación en TODO el mundo.

Según este estudio de la UNESCO, para el cumplimiento del objetivo sobre educación del Desarrollo Sostenible son necesarios 24,4 millones de maestros para la Educación Primaria y otros 44,4 millones para Educación Secundaria, según el Instituto de Estadística de la agencia.

Donde más es necesario corregir este déficit en educación es en el África subsahariana, donde son necesarios al menos 17 millones de profesores. Más del 70% de los países africanos más profesores de educación primaria y un 90% más de educación secundaria.

Según datos de UNICEF unos 263 millones de niños en todo el mundo se encuentran aún sin escolarizar

"El sistema de educación a nivel mundial se está preparando para dar un gran paso y lograr cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara a 2030. Necesitamos recursos y apoyo para que los profesores puedan realizar su trabajo", ha aseverado la directora del Instituto de Estadística de UNICEF, Silvia Montoya. 

En los países del sur de Asia sólo el 65% de los jóvenes en la región están escolarizados

Pero es verdad que me refería en aquella diatriba con amigos, al problema del empleo en España. 

Curiosamente España es uno de los países de Europa con sueldos más bajos y que más desempleo tiene. Luego no debe ser la culpa el tamaño de los sueldos, sino otro motivo. 

La productividad tiene mucho que ver con la formación, y volvemos a la necesidad de crear maestros.

Pero si analizamos el número de puestos de trabajo que se han destruido en España y donde se han destruido, veremos que a veces esa destrucción que nos afecta a todos, es parte también de nuestros hábitos y de nuestra culpa en silencio. 

Las leyes laborales en España ayudan a destruir empleo. Pero nos cuentan otra vez la cantinela de los despidos tan altos. Los sindicatos no quieren escuchar, analizar, ponerse a trabajar más y de forma diferente, para resolver este problema.

La gasolina del problema nos la ponemos nosotros, en el Super acudimos a cajeros donde nos pasamos por el código de barras nuestros productos, la basura la separamos nosotros en hasta cinco o seis cubos diferentes, hacemos millones de horas extras sin cobrar, admitimos que los parques están más sucios que antes, soportamos que el médico nos de hora para dentro de 3 días en atención primaria o de seis meses en especialista. En las clases admitimos que haya más niños que hace 20 años.

Y queremos pagar menos impuestos, pues pagar impuestos está muy feo. 

Pero los peores impuestos que pagamos como sociedad no es en una parte de nuestro dinero que hemos cobrado, sino en esa otra parte que NO hemos cobrado

No se nos aseguran las pensiones, cobramos menos que antes, podemos terminar desempleados con más facilidad, y miramos los impuestos en el corto plazo y no como una cantidad que a lo largo de nuestra vida sirve para asegurarnos más y mejor los periodos complejos.

Para las dificultades queremos subsidios perfectamente medidos para que no pasemos hambre fuerte. Pero no sabemos exigir un puesto de trabajo. 

Nos conformamos con que no nos toquen el seguro de desempleo, pero no sabemos exigir una formación gratuita para reciclarnos, para ser más productivos, un puesto de trabajo como es obligación según nuestra propia Constitución.

Artículo 35 de la Constitucion española
    1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

Respeto de una generación a Fidel Castro

Fidel Castro, Osvaldo Dorticos, Ernesto Che Guevara, Augusto Martinez. 1959
Ayer moría Fidel Castro y todos los medios de comunicación se han dividido en dos grupos perfectamente disociados y de tamaño muy distinto. los que hablan de la figura de Fidel como un líder del siglo XX y de los que hablan de Fidel como un gran dictador. Posiblemente las dos cosas, pero para analizar con la calma de la historia.

Nos ofuscamos en juzgar la historia desde la mirada parcial de los tiempos presentes, cuando esto enseguida se nos muestra falso y tramposo. Decir que Cuba es un país pobre por culpa del castrismo es mentira. Es pobre, sin duda, pero la culpa es de los EEUU y su embargo. La culpa de la historia de Cuba es una responsabilidad compartida entre los EEUU que primero se la robaron a España y luego se la quisieron robar a los cubanos.

Fidel fue un mal menor en un tiempo determinado, cuando no una salvación en aquellos finales años 50. Estábamos en plena guerra fría y los EEUU no permitieron —posiblemente con acierto—, que en sus tripas estuviera un país comunista anidando. Con acierto para los americanos y el mundo capitalista nuevo, pero con dictadura para los cubanos. A partir de ese momento todo era ya inamovible.

Para muchos españoles jóvenes, que en los finales años 60 y principios de los 70, creíamos que otra forma de vivir, fuera de la dictadura, era posible, representaron una bocanada de posibilidad. Para nosotros al menos, fueron la ilusión del David contra el Goliat. Así que por aquellos tiempos de ilusión fallida, yo le debo un respeto.

Las historias las escriben de momento los ganadores. Pero eso no quiere decir que en este siglo y en el anterior al menos, se nos olviden las verdades que no se escriben. Toda América, de punta a punta, se quiso convertir en americana de verdad. Y posiblemente Cuba fue la que marcó el punto del NO. Es muy posible que representara el freno mental, para que todo el continente fueran Estados Unidos a los Estados Unidos. Unos estados serían pobres y otros Estados Unidos serían ricos.

Ayer moría Fidel Castro, que supo plantar cara al chulo de la clase. Y sin duda tuvo que ser más chulo que el chulo, para meter miedo al chulo. Y acusarle de chulo es lógico, es además cierto, pero sin su chulería nadie podemos hoy decir cómo sería hoy América.
—¡Ah! pero…, ¿es de otra forma que no una sucursal de los EEUU?

Micro urbanismo en los pueblos de España

Hoy vamos a comentar algo del microurbanismo más pequeño en las zonas más pequeñas. Esta hermosa flor, provocativa sin duda por su color, estaba en una calle del pueblo de Ainsa en Huesca. En muchas zonas rurales, en pequeños pueblos de pocos habitantes —Ainsa con sus 2.200 habitantes ya no es de esos— desean tener en la calle bellas flores y macetas, jardineras con pequeños jardines, para alegrar la calle y la entrada a su vivienda.

Ese microurbanismo en pequeña escala, es voluntario y se busca para el propio disfrute. Pueden ser zonas turísticas como Ainsa pero también en aldeas tan pequeñas como Soto de San Esteban en Soria —100 habitantes— o en miles y miles de pequeños pueblos repartidos por toda España al menos.

Tan simple como que se desea poner color, arte natural, vida, pequeñas islas casi imposibles, en la entrada de las casas. Para asombrar a sus propios vecinos, es cierto, pero también para agradarse ellos mismos. El micro urbanismo propio nos indica que todos necesitamos estar rodeados de belleza natural, y de un entorno agradable. Tomemos buena nota en las ciudades.

Micro urbanismo en los pueblos de España

Hoy vamos a comentar algo del microurbanismo más pequeño en las zonas más pequeñas. Esta hermosa flor, provocativa sin duda por su color, estaba en una calle del pueblo de Ainsa en Huesca. En muchas zonas rurales, en pequeños pueblos de pocos habitantes —Ainsa con sus 2.200 habitantes ya no es de esos— desean tener en la calle bellas flores y macetas, jardineras con pequeños jardines, para alegrar la calle y la entrada a su vivienda.

Ese microurbanismo en pequeña escala, es voluntario y se busca para el propio disfrute. Pueden ser zonas turísticas como Ainsa pero también en aldeas tan pequeñas como Soto de San Esteban en Soria —100 habitantes— o en miles y miles de pequeños pueblos repartidos por toda España al menos.

Tan simple como que se desea poner color, arte natural, vida, pequeñas islas casi imposibles, en la entrada de las casas. Para asombrar a sus propios vecinos, es cierto, pero también para agradarse ellos mismos. El micro urbanismo propio nos indica que todos necesitamos estar rodeados de belleza natural, y de un entorno agradable. Tomemos buena nota en las ciudades.