No entiendo ni acepto el besamanos al Rey por tener Congreso y Gobierno. Tampoco entiendo que se tenga que pasar revista a los militares, en un ejercicio decimonónico y extraño. ¿Quien se está sometiendo a quien en estos actos? Pero lo pregunto buscando la respuesta auténtica, no la de los protocolos. No me gusta mezclar militares en los actos civiles y tampoco en los religiosos. ¿Sería lógico, admisible, que desfilaran los maestros, los notarios, para demostrarnos que se someten ante el poder civil? Podrían hacerlo los cirujanos cardiovasculares con sus diferentes batas de distintos colores. Y los bomberos. Y los músicos —civiles, por supuesto— demostrando que la música también está a las órdenes del REy y de su Gobierno.
No sé si es una rémora del pasado que hay que suprimir, o una rémora del presente, a la que nos tenemos que acostumbrar, pues los militares representan a los poderosos, a los que nunca están gobernando.