La España negra existe y vuelve a salir a la calle a explicarnos que ellas tienen sus razones y nos van ganando. Esta imagen es de ayer mismo, pero se repite miles de veces en cientos de localidades de toda España. Hoy también leo que son muchos millones de mujeres blancas las que han dado el triunfo a Trump. Sin el voto de la mujer nunca hubiera ganado.
No debemos obviar que son algunas mujeres las que mantienen las tradiciones más rancias, las más católicas de antaño dentro de sus familias, y las que forman pequeños grupos de presión y apoyo a los grupos más conservadores de la sociedad española. Algunas..., y además muchas.
Es la España de los años 50 que se ha crecido, sabedora de que puede volver al nacionalcatolicismo de las flores a María, pero ahora con teléfono móvil y Thermomix. Ha vuelto lo que pensábamos que ya se había muerto, pero además de volver lo hemos vuelto aupar al poder. Somos así de imbéciles.