Los pájaros de Hitchcock dan miedo por ser muchos. Si fuera uno solo, con una patada en los morros serviría. O incluso un grito bien dado. Pero al ser muchos se envalentonan y se crecen, parecen que son más y atacan. Es lo que tienen las multitudes y eso lo saben bien los que gobiernan. Lo de menos es tener razón, lo de más es el número. Por eso en las manifestaciones nunca sabemos cuantos vamos, aunque ahora ya nos cuentan y nos hacen vídeo. Si no nos cuentan, en realidad, somos muchas veces UNO.
Y no es lo mismo ser mil veces uno, que ser 200 juntos.