Esta noche he visto la bandera de Aragón a media asta. Un acuerdo obliga a ponerla de duelo cada vez que no logramos entre todos evitar que se asesine a una mujer, simplemente por ser mujer. Y lleva ahora unos días muy malos.
La bandera a media asta podría haber estado por varios motivos más. Nos crecen los lutos, los muertos absurdos, las incapacidades sociales para entender la paz. De eso hablaré luego. Estamos escribiendo con sangre la historia, como siempre. No cambiamos. Mucho wifi y poco sentido común.
Pero de momento os dejo la bandera a media asta en señal de dolor, y os juro que impresiona. Es una enorme bandera de Aragón, pero la impresión es más enorme todavía. Como somos incapaces de hablar con palabras, tenemos que hablar con banderas. Como los prehistóricos, a señales. No avanzamos nada.