“Hazlo todo, sin por qué”
Maestro Eckhart (dominico alemán)
“Quien conduce un automóvil, no lo hace de acuerdo a un programa, sino de acuerdo a la carretera”
Fritz Perls (psiquiatra alemán)
Con estas dos frases muy alejadas en el tiempo por varios siglos pero nacidas en el corazón de Europa, quiero despedirme de este 2016. Un año positivo en lo personal, raro en lo social, inútil en lo político, del que creíamos que íbamos a aprender muchísimo, y al final nos ha desencantado más todavía.
No debemos estar constantemente preguntándonos todo, hay que actuar, trabajar por tus ideas y por aquello que te manda tu interior, pulirlo constantemente para ir adaptándolo a los tiempos, y seguir caminando. Hacemos todo por inercia. Lo que hay que haber cultivado es precisamente esa inercia para que sea positiva, compartida, útil, adaptada hacia tu propia sociedad mirando siempre hacia abajo con los ojos bien abiertos, y hacia arriba con las defensas preparadas.
Es el camino el que nos marca las decisiones que tenemos que tomar, el que nos obliga a tomar unas decisiones u otras. Lo que es totalmente imposible en una recta, puede tornarse imprescindible en una curva.
Hay que ser resiliente y además muy adaptativo a cada momento. Tenemos que saber doblarnos y aprender a ser fuertes antes los problemas. Y tomar las decisiones que en cada momento nos exige el camino. ¿Tú sabes qué decisiones vas a tener que tomar en este 2017? Yo no. De hecho admito que tendré que tomar decisiones que hoy ni me imagino.
Feliz Año Diferente.