Ayer ví este escaparate en una librería católica. Me pareció atractivo y válido y por eso lo traigo. Y vamos a matizar. No voy a defender ninguna religión, cada uno cree y practica con lo que tiene fé y quiere. Lo que no quita que muchas de sus ideas o planteamientos sean válidos para las personas, crean en una religión o en la contraria.
“Siembra” es una palabra fabulosa. Es el comienzo de algo, es creer en lo que haces, es tomar partido y decidir hacer.
Puedes sembrar ideas o perdones, pero también trabajos y apoyos, ayudas y abrazos.
Sembrar es creer que se recogerá fruto, en que te vas a obligar a regar y abonar.
Me da igual, nos da igual a todxs, que siembres desde ópticas religiosas, sociales o políticas. Si siembras de buena fé, con ganas de trabajar por lo que siembres, si eres emocionalmente inteligente, deberemos aplaudirte.
Nunca está garantizado el éxito, pero siempre dependerá de tí. No creas en los Ángeles que vienen volando; los Ángeles los tienes que buscar, llamarlos con fuerza y traerlos para que ayuden en tu trabajo.
Esos Ángeles icónicos con alas y además espadas o lanzas, no sirven. Emplear las herramientas de matar para querer convencernos de que son enviados de la bondad, es una falsedad total.
Los Ángeles de verdad no se les nota, son sinceros pero también callados y no hacen ruido. Emplean la fuerza de su trabajo.