Una pregunta nos debería hacer reflexionar. ¿Cuántas personas de las que ayer salieron por el centro de Washington a protestar por el nombramiento de Trump, ejercieron su derecho al voto?
Quejarse en corrillos, en la calle, con violencia o razonando, no sirve de nada si has sido responsable de lo que ha sucedido. Antes de quejarse, hay que evitarlo.
Y si no te gusta ninguna de las opciones, elije la que más se parezca a lo que te gusta. O no dejes que el voto de otras personas valga el doble, por no haber ejercido tú el derecho a opinar en las urnas.