Si les interesa saber el futuro de Europa, el de España también, analicen el comportamiento electoral en Francia, observen quien ha votado a la ultra derecha de Le Pen. Si es en zonas rurales o en las grandes ciudades, si son los jóvenes, los adultos o la tercera edad, si le han votado los trabajadores o los empresarios, los universitarios o las personas que piensan que la cultura es un aburrimiento.
Los estudios no sorprenden muchos a los que conocemos algo los movimientos sociales y políticos, pero marcan caminos que con urgencia hay que rectificar, eso sí, si se quiere una Europa capaz y unida, y tanto desde la derecha como desde la izquierda, se desea volver a ser tenidos en cuenta.
El populismo ha triunfado. El papel de los partidos políticos tradicionales está hundido. Los mensajes que mueven el voto son otros, los trabajos que hay que hacer para que la sociedad crea en la capacidad política es muy diferente a la que se suponía hace una década. O tomamos nota, o debemos abandonar.