Cualquier nuevo proyecto que se intenta crear, sea de investigación, de puesta en marcha de una idea, de una empresa, de una nueva obra artística o de una simple reflexión colectiva, es una gran empresa que requiere el apoyo de un número de personas y situaciones que muchas veces no somos capaces de ver con facilidad desde fuera.
Nadie trabaja solo, aunque es cierto que a veces trabaja en apariencia con pocas personas.
El colectivo de fuerzas y personas que se tienen que poner de acuerdo para lograr que ese “algo” sea válido e interesante, al menos en un principio, merecen desde el inicio el agradecimiento de todxs los implicados en la tarea de poner ese “algo” en funcionamiento.
Pero en ese colectivo externo están también incluidos los que realizan la compleja tarea —en estos tiempos de exceso de llamadas de atención— de leer, observar, validar, asentir, empujar y comentar el nuevo proyecto que muchas veces nace sin una meta clara, deseando llegar muy lejos, pero sin saber bien hasta donde le van a dar las fuerzas para alcanzar metas complejas.
Todo proyecto se va adaptando según avanza en su camino. Incluso a veces cambia de camino en mitad de la carrera, sin que esto sea necesariamente negativo.
Cualquier proyecto que pongamos a funcionar necesita contar con sugerencias exteriores, con errores a sus espaldas que le ayuden a aprender, con aciertos y un tiempo de funcionamiento, con cambios constantes en los trabajos, con mucha reflexión, con el aliento a veces incluso callado de quién cree que incluso viendo excesivas equivocaciones sabe que es necesario explorar nuevos proyectos, nuevos caminos, diferentes ideas.
Si conocemos a alguien que está creando un proyecto: observemos, ofrezcamos silencio, y él si lo necesita…, ya nos pedirá en un principio, opinion y ayuda.
Siempre todo proyecto de empresa, de idea, de investigación, tiene que estar en deuda —no cobrada— con los que han abierto la puerta para que entrara luz, con los que admiten los nuevos caminos muchas veces incluso desde fuera, con los que ayudan a gestar los nuevos emprendimientos, con los que observan.
Lo único que importa es todo nuevo proyecto es llegar a buen puerto, alcanzar metas y crecer arropado por las opiniones de los que lo tienen que leer y mirar.
Siempre cualquier investigación, empresa o proyecto, se hace para alguien y para algo que tan solo participa de forma exterior, y que nos parece que lo hace de forma pasiva. Pero son ellos la META.