Vamos
a leer un momento las “ideas fuerza” del programa de Emmanuel Macron de
Francia. Las ideas con las que ha logrado convencer a los franceses.
Son simples, pueden ser incluso imposibles, pero son sus ideas, las que
nos manda desde sus comunicaciones o las que envía a sus simpatizantes.
Pueden parecer banales, repetitivas, que los puede lanzar cualquiera.
Son “casi” neutras.
Pero
además de lo que dicen, está…, lo que no se quiere decir. Tan importante
en un mensaje es lo que se dice, como lo que de entrada NO se quiere
decir, pues las diferencias pueden estar precisamente en lo que se omite
deliberadamente.
Su mensaje de entrada es claro: Encontrar nuestro espíritu ganador, para construir una nueva Francia.
¿Quien no va a querer una “Nueva Francia” o una nueva lavadora, si la que se tiene no funciona? VEamos qué plantea Macron.
--------------
Trabajo.
El
primero es el trabajo, pues considero que el trabajo vale la pena.
Debido a que esta es la primera fuente de emancipación individual y
porque es la forma más poderosa para liberarse del determinismo: es a
través del trabajo que podemos llegar a ser lo que queramos ser. Y es
porque creo en el trabajo, por lo que me inscribí en clases
preparatorias para aumentar mi formación pues quería crecer
profesionalmente y hacer oposiciones.
Libertad.
La
segunda es la libertad. En mi opinión, se basa en la voluntad de
entender, descubrir, analizar de forma independiente. El amor a la
libertad…, y por eso defiendo la filosofía de la libertad. Esto es lo
que me impulsó a aceptar la propuesta del Presidente de la República,
cuando se me pidió que fuera un ministro, a pesar de que la política no
es el medio de donde vengo. Esto es lo que me hace decir lo que pienso,
lo que cuesta defender la libertad.
Fidelidad.
La
fidelidad sería el tercer punto. Fidelidad a lo que soy y a lo que
pienso. A mi familia y amigos. En mis convicciones y mi país.
Apertura.
La
apertura por último: es el único camino hacia adelante sin dejar de ser
uno mismo. Siempre quería ver cómo eran las cosas en otros lugares. En
otros lugares, es decir, en el sector privado, mientras que yo soy un
hijo de la función pública: es por eso que empecé mi propio negocio
antes de convertirse en Ministro. Y lo hice en otros lugares, en el
extranjero, mientras que crecí y estudié en Francia y me siento
visceralmente francés: Siempre he tratado de viajar por placer o por
trabajo, a ver cómo era posible aprender a hacerlo mejor en casa, cuando
volviera. Estos valores representan para mí la motivación, pero no son
míos. No son originales. Son cada día el gran conductor del día a día,
para la mayoría de nosotros. Pero es por estos valores, y para que todos
podamos hacer que vivamos mejor, el motivo por el que estoy en política
y comprometido con Francia.