Tras leer algunas líneas del documento político de Susana Díaz para su propuesta de liderar el PSOE, a uno le entran enormes dudas sobre el papel del socialismo en España. Sus 48 páginas destilan sabor rancio, del siglo XX como mucho, de un liberalismo social que no es socialismo, y que quiere impulsar medidas que ya se han demostrado caducas.
Si nos tenemos que basar en que el socialismo español debe trabajar desde Andalucía, que lleva décadas con un desempleo inimaginablemente alto comparado con las medias de España, estamos muy mal. Debe ser el socialismo del norte el que se intente exportar hacia el sur y no convertir a España en una reserva de socialismo andaluz. Y quien crea que no hay diferencias, que viaje un poquito y lea.
No se puede mezclar turismo con cultura en el mismo apartado del análisis de futuro, hay que dedicarle a Cataluña algo más que un par de párrafos, hay que analizar más los problemas laborales y económicos, y hay que diseñar mucho mejor el mensaje e incluso los lemas de campaña.
No solo en aspectos importantes no dice de qué forma se pueden lograr, sino que tampoco aclara si se harán o son una simple toma de posturas. Dentro de estas páginas que más quieren parecerse a un programa de gobierno de un país que a un programa de gobierno de un partido político, deja enormes obviedades al aire de los acontecimientos.
“Abolir la miseria” es una de las frases tipo que cualquier podría decir para nada. De esas hay decenas y decenas. ¿Hay alguien que no sea capaz de escribir que quiere abolir la miseria? Veamos otra frase cogida al azar, pues no quiero cansar excesivamente:
Para reducir las desigualdades a través de la predistribución, proponemos:
•• Reducir las desigualdades sociales de origen.
•• Potenciar la fluidez social y ofrecer todo un modelo de igualdad de oportunidades.
¿Qué aporta estas frases de nuevo? ¿De qué forma se logra, cuál es el camino? ¿Hemos explicado antes lo que es la predistribución o la fluidez social? En página 6 del documento.