Mientras no sabemos todavía si los ingleses serán capaces de tumbar a la sosa de Theresa May, la misma que siendo ministra de interior logró quitar a 20.000 policías de las calles del Reino Unido para ahorrar dineros, en España hemos logrado colar el asunto del Banco Popular como algo menor, casi sin importancia, pues junto al problema le hemos informado a la gente de la solución tomada, sin debate ni información suficiente. ¿De verdad alguien se cree que nos va a salir gratis?
Mucho test de estrés bancario perfecto, mucha declaración de ministros españoles sacando pecho, pero la explosión del Banco Popular, al que se conocía popularmente como banco de la iglesia española, nos muestra que las posibilidades de algo parecido o contagioso pueden venir cuando tengan que venir, sin que se den cuenta antes los implicados, los que dirigen y cobran por ello.
Por cierto las indemnizaciones recibidas por los directores o presidentes del Banco Popular en el último año, deberían servir de un debate muy serio sobre los premios a los inútiles que destrozan empresas. Eso sin ser corrupción (creo), afecta mucho más a nuestra sociedad. Las ruinas las pagaremos de muchas formas, algunas sin que lo sepamos.
Nota.: La viñeta de Ferran es fabulosa.