Qué está fallando en Unidos Podemos?

Alberto Garzón ha sido pillado en un documento que hoy se publica en varias web, con una opinión contundente pero interna, sobre la situación de IU y sus relaciones con Podemos. Es un documento sincero, analítico y donde se refleja claramente lo complicado que es la unión de fuerza de trabajo entre las diversas izquierdas en España.

No es nuevo que Podemos y sus líderes fundadores, aspiraban a ocupar toda la izquierda, y el ninguneo al resto de progresistas era patente e incluso duro, dentro de sus estrategias de crecimiento. Lo fue en un principio con IU, luego lo vivimos en Aragón contra CHA y lo pudimos constatar contra el PSOE al que no le dejaron gobernar en España.

Podemos siempre ha aspirado —basándose en su meteórica ascensión— en que era capaz de apoderarse de espacios huérfanos según ellos, y crear una nueva izquierda, sin percatarse de los graves problemas que tal intento llevan en sus tripas, al no disponer de unas bases suficientes, formadas y homogéneas para ocupar los espacios a los que se aspira.

Garzón empieza reconociendo que en su relación con Podemos y con la sociedad española, algo está fallando y que además de diagnosticar bien, hay que resolver con cambios importantes la pérdida de credibilidad ya detectada.

IU no quiere desaparecer, nunca ha deseado en su seno ser fagocitada por Podemos ni por nadie. Y esa fuerza positiva, complicada de mantener, es uno de sus activos. Pero IU sabe bien que el unirse electoralmente a Podemos es de un desgaste inmenso. Sobre todo si el abrazo es para orillarte en el camino social.

IU sabe que haber vivido más de medio año con un PSOE descabezado, sumando desde Podemos y el PSOE errores para la sociedad progresista española, no sólo no ha supuesto ventajas para Unidos Podemos, sino que al final está suponiendo un claro desgaste sólo hacia ellos. ¿Por qué no han sido capaces de rentabilizar desde Unidos Podemos estas circunstancias tan fáciles para asentarse mejor? Pues por varios motivos infantiles, según mi personal opinión.

— No hay un Podemos, sino muchos Podemos
— La sociedad no entiende nunca las diferencias cainitas de los que ya son grupos unidos de trabajo
— Perder credibilidad es un error brutal para quien empieza
— No tener un programa posible, fácil de entender, bien explicado y capaz de producir sinergias con mucha parte de la sociedad que te tiene que votar, es un gran déficit político.
— Ser prepotente en las intervenciones, creer y querer demostrar, que todo el que no sea mío, es enemigo, es otro error básico.
— No saber manejar los tiempos, las decisiones según cuando toca, la estrategia política básica, es un gran error
— Cambiar de dirigentes políticos en una organización nueva, en varias ocasiones en pocos años, es otro error mareante
— No tener poder real de gobierno en Ayuntamientos que no sean de los grandes, ni en Gobiernos autonómicos, ni en pueblos pequeños, es un déficit.
— Que el poder en los Ayuntamientos grandes no sea de Podemos, sino de partidos parecidos, mareas o similares, hace complicado rentabilizar en esas ciudades, la gestión, sea positiva o negativa.
— No tener unas bases de gestión reconocidas, con personas con capacidad de comunicación social, con ganas de llegar a básicos acuerdos con otras fuerzas políticos, los lleva al empequeñecimiento.


En el caso de IU, se une el ninguneo por parte del Rey grande, que distorsiona la realidad de quien trabaja en Unidos Podemos. IU sí tenía experiencia de gestión, pero no siempre le resulta sencillo explicar qué hacen, y con qué dificultades internas se encuentran. Quedan pocos meses para hablar de listas nuevas para las municipales de 2019. ¿Hacia dónde nos encaminamos?