Aprendices en la nueva FP Dual. Copia de los años 70 o de Alemania

Han tenido que pasar 45 años (o 60) y hemos tenido que aprender que el sistema de Formación Empresarial Dual funciona en Alemania, para empezar a pensar que el sistema de aprendices que existía en España en 1970, cuando yo empecé a trabajar, funciona y es efectivo para los jóvenes. Nunca es tarde, aunque en el camino nos hayamos dejado alguna generación de jóvenes, mal preparados y empezando a trabajar tarde.

Durante muchos años y como empresario, participé en conferencias dentro de Centro de FP de Zaragoza, acogí a diversos alumnos en prácticas, y siempre dije en numerosas reuniones con responsables de la FP aragonesa que el actual sistema no funcionaba, sobre todo en la FP de Grado Medio, que los alumnos se sentían dentro de un sistema escolar que odiaban, y que la integración de las empresas en la FP tenía que ser más fuerte, desde profesores que pertenecieran a talleres, aumentando además las horas en prácticas, divididas en dos empresas y controladas exquisitamente por el colegio, para evitar abusos. Nunca es tarde para cambiar.

Ahora en Alemania hay 1,4 millones de aprendices (conocidos allí como azubis) cursando un título de FP dual. Los estudios duran entre 2 y 3,5 años y capacitan para 327 profesiones distintas. El Gobierno alemán reconoce que este sistema es la clave para que la tasa de paro juvenil en Alemania esté por debajo del 7%. Las familias profesionales de la FP en España es muy baja, pues es imposible reflejar en ellas toda la enorme variedad del mercado laboral. Por eso el trabajo con y desde la empresa es fundamental para crear especialistas jóvenes.

Cuando un estudiante alemán termina su educación a los 16 años, puede optar por seguir con el ciclo de bachillerato y universidad, o por acudir a una escuela profesional a tiempo completo u optar por la tercera vía que es una plaza de formación dual, como aprendiz en una empresa, con apoyo escolar teórico.

Para conseguir una plaza de FP dual en Alemania los únicos requisitos son haber terminado la educación básica (hasta cuarto de la ESO española) y que el joven en cuestión haya sido admitido previamente por una empresa como aprendiz. Este trabajo de aprendiz lo busca el joven solicitante, como sucedía en los años 60/70 en España. En algunos casos especiales por ser empresas pequeñas o de oficios considerados complejos, las oficinas públicas de empleo ayudan y gestionan las búsquedas.

Las empresas, una vez que los cojen de aprendices, los matriculan en las escuelas teóricas de su familia profesional, donde en una parte del horario total se les imparten clases teóricas del conjunto del trabajo. Desde derecho laboral, a teoría de su oficio, incluso posibilidades de dar el salto hacia el autoempleo.

Normalmente los aprendices van al taller o fábrica tres días a la semana y los otros dos días acuden a las escuelas. Y estos horarios se distribuyen entre los aprendices de la empresa, para que siempre haya una parte de ellos trabajando en el taller. La norma marca que se distribuya con libertad, pero siempre un 66% del tiempo en el taller, y un 33% en la escuela. Las escuelas son gratuitas y las empresas pagan el sueldo establecido a sus aprendices.

Los sueldos de estos aprendices varían según la profesión. Oscilan desde un mínimo mensual de 400 euros para un trabajador manual, a unos 800 euros para un trabajo de comercial u oficina, y unos 1.000 euros para un técnico medio.

Al finalizar el periodo formativo, los alumnos deben aprobar un duro examen mitad práctico y mitad teórico para titularse. Las empresas no reciben ninguna compensación o beneficio fiscal por tener aprendices. Pero a cambio logran tener trabajadores en prueba durante un buen tiempo, a unos precios laborales ajustados, y crean nuevos profesionales de su propio oficio, y con las particularidades de cada empresa.


En España en aquellos aciagos años 70, los aprendices entrábamos con 14 años, estábamos 4 años de aprendices, íbamos ascendiendo cada año y por ello iba ascendiendo nuestro sueldo, desde los aprendices de 1ª año hasta los aprendices de 4º año. Al finalizar se terminaba como Oficial de 3ª. Con la óptica actual se puede pensar que nunca se terminarían los periodos y que te despedirían para no tenerte que pagar más cada año. En aquellos años eso ni se contemplaba y en el taller en el que estuve, nadie fue despedido al llegar a los 18 años. Y los aprendices para una plantilla de unas 25 personas, se contrataban un mínimo de dos aprendices cada año. Y en el ascenso por año de categoría, se ascendía del tipo de trabajo que se desarrollaba.