Me encantan los prefijos, me gusta para hoy precisamente hoy el de: –DES, pues me lleva a su contrario. Por eso hoy he decidido hablar del clásico “descomponer”, lo contrario a componer. Así que tan solo se puede descomponer lo que ya está compuesto, formado, hecho y funcionando.
Parece una tontería, pero cuidado, que no lo es.
Si algo no está funcionando bien, no se puede descomponer.
Descomponer es desmontar, que es otra palabra con el “des” delante. Si algo está amontonado pero no montado, no es posible descomponerlo. Por ejemplo una relación hecha a trozos, compuesta de momentos brillantes pero diseminada sobre sí misma. Casi es mejor una relación ajada pero montada, algo machacada por los tiempos, pero bien sujeta entre sí. Esa sí se puede descomponer, desmontar, deshilvanar.
Una pena, efectivamente. Pues en esto tiempos no es fácil encontrarse edificios bien montados, bien compuestos.