Ayer Apple sacaba nuevos iPhone que es el teléfono de moda entre los americanos. Y lo ha sacado a unos precios que a los españoles normales nos parecen tremendamente absurdos. ¿Más de 1.000 euros un teléfono?
Lo curioso es que la selectividad la hacen ellos, no la de la universidad sino la de los clientes. Para Europa lo ponen un 25% más caro que entre ellos mismos, que parecen los elegidos aunque se fabrique en China. Y a eso debemos añadir que en España se cobra de media la mitad que en muchos países europeos o que en los EEUU.
Es decir, que un trabajador español casi paga el triple en horas de trabajo, que un trabajador americano del norte. ¿Y aún así deseamos comprar este aparato de engaño en el precio real?