Esto es España 2017; esta semana de septiembre y en plenos días donde el problema de Cataluña nos parece lo más de lo más importante. Esto sigue siendo España como lo era hace ya algunos años. Se puede decir que los indigentes han existido desde siempre, y es cierto. Lo que no lo es, es su triste abundancia, su conversión en indigentes sin futuro, sin posibilidades de reversión humana. Ya ni piden ayuda, pues no reciben nada, saturadas las calles de otros auténticos profesionales de la mendicidad, venidos de otros países.
La imagen de arriba es del Madrid de las soluciones, es la Gran Vía y es la fachada de un gran restaurante de comida rápida. Pero también ayer mismo en la propia Plaza Mayor había una fila de unas 25 personas a las 9 de la noche, esperando a que llegaran los ángeles de la comida gratuita, los voluntarios de la sopa, mientras muchas decenas de personas llenaban las mesas de todos los restaurantes de la plaza, comiendo platos caros.
Podemos seguir mirando hacia otro lado, podemos seguir pensando que lo urgente es resolver Cataluña, que la pobreza no hay que mirarla, que no nos tiene que importar pues es irresoluble.
Pero no podemos decir que somos cristianos, ni compensar con la misa de los domingos lo que como parte de la sociedad no somos capaces de resolver de verdad. Sigue y seguirá siendo España, aunque ya hayamos encontrado la urnas peligrosas.