Si conseguimos desestabilizar el Referéndum de Cataluña a base de abrir los telediarios mostrando el requisamiento de las planchas de litografía de los carteles, debemos reconocer que somos raros y especiales. Desde la Transición hemos ido defendiéndonos de los Golpes de Estado a base de comportarnos como Mortadelo. El primero lo logramos a costa de mandar a un bigotes a decir ¡coño! y este del año 2017 esperamos lograrlo a costa de joder a las imprentas.
La libertad de expresión está en peligro, cuando secuestraban a Andalán o a Hermano Lobo nos poníamos en la Transición de uñas, pero ahora no sucede nada de nada. Nos parece hasta normal. Sin duda nos han comido el tarro y aceptamos pulpo como animal de compañía aunque venga lleno de sobres. Las imprentas son peligrosas.
¡Viva las maquinas vietnamitas, otra vez!
Hacer de nuevo esas plancha de litografía que nos muestran en los telediarios como si hubieran logrado detener las armas de destrucción masiva…, pues no sé…, puede costar como 15 minutos a lo sumo. Ya casi todas las imprentas tienen filmadoras de planchas. Lo puede hacer cualquiera. Ahora mismo lo estarán haciendo otras.
Si esperamos resolver el problema catalán —que existe y es grave— a costa de registrar imprentas, nos estamos pareciendo a los años 70. Y no sé, uno esperaba algo más.