El felipismo giraría sobre una persona y el socialismo sobre una ideología.
Hemos visto en estos 40 años muchas dudas, algunas luces, excesivos cambios de opinión ideológica entre los integrantes mas fieles del felipismo incluidos algunos medios de comunicación.
Nos dio la sensación a muchos que el socialismo se acercaba con un Zapatero con luces tenues pero novedosas, hasta que en su segunda legislatura recibió la llamada de Europa y se le apagaron las farolas. En lo social pudo ser el único periodo de socialismo real pero incipiente.
Sin un socialismo real, y un comunismo desaparecido por la lógica de la historia, España ha estado sin izquierda real durante toda este camino.
Hemos tenido sin duda periodos de socialdemocracia, de terceras vías, de progresismo social con altibajos, pero poco más. Ni se ha legislado bien en educación, ni en justicia social, y lo conseguido por los sindicatos en los años 70 y 80 se derrumbó en pocos meses por creernos que Europa necesitaba una España pobre y sin derechos laborales. Ella misma los tiene para sus trabajadores y no les va mal la economía.
Podría haber sido un socialismo válido lo surgido a través del 15M o de la Mareas, de ese Podemos que se ha ido apagando lentamente o esa lógica necesidad de una izquierda capaz de ofrecer ideas diferentes y unidas.
Hemos visto en estos 40 años muchas dudas, algunas luces, excesivos cambios de opinión ideológica entre los integrantes mas fieles del felipismo incluidos algunos medios de comunicación.
Nos dio la sensación a muchos que el socialismo se acercaba con un Zapatero con luces tenues pero novedosas, hasta que en su segunda legislatura recibió la llamada de Europa y se le apagaron las farolas. En lo social pudo ser el único periodo de socialismo real pero incipiente.
Sin un socialismo real, y un comunismo desaparecido por la lógica de la historia, España ha estado sin izquierda real durante toda este camino.
Hemos tenido sin duda periodos de socialdemocracia, de terceras vías, de progresismo social con altibajos, pero poco más. Ni se ha legislado bien en educación, ni en justicia social, y lo conseguido por los sindicatos en los años 70 y 80 se derrumbó en pocos meses por creernos que Europa necesitaba una España pobre y sin derechos laborales. Ella misma los tiene para sus trabajadores y no les va mal la economía.
Podría haber sido un socialismo válido lo surgido a través del 15M o de la Mareas, de ese Podemos que se ha ido apagando lentamente o esa lógica necesidad de una izquierda capaz de ofrecer ideas diferentes y unidas.
Pero por desgracia para la parte más débil de la sociedad, —donde por cierto estamos la inmensa mayoría de nosotros aunque muchos creamos que no—, no tenemos quien nos escriba o nos gestione la sociedad que nos toca vivir. Pero nada es eterno y todo es lo que en teoría queremos nosotros que sea.