Odiar la política está muy bien. Así los mediocres podemos seguir

Sabemos que otra sociedad es posible pues hemos vivido momentos mejores en años anteriores. Los primeros años de Zapatero son un ejemplo en libertades civiles, incluso los primeros años 80 en cuanto a lucha sindical y respeto laboral es otro momento interesante. En otros países han tenido años distintos pero siempre hay algunos con más justicia, con más facilidades sociales, con más respeto o con menos distancia entre clases sociales.
Parece que avanzamos, pero es falso. Nos movemos, cierto, pero en vaivenes. La libertad sexual actual es menor que la de los años 80, y no es cierto que los logros de las mujeres siempre sean en clave positiva, aunque a ella se lo parezca. La debacle laboral ha sido brutal con falsedades brutales en las explicaciones de los motivos.

Como no hay hoja de ruta no sabemos bien hacia donde nos dirigimos, y por ello es fácil que se cuelen listos manipuladores que saben poner cuñas en el camino. Al final el resultado no sabemos si era el pretendido, pues no lo habíamos diseñado con detalles. Faltan líderes y capacidad de marcar objetivos en el medio plazo.

Odiar a lo que representa la política supone que los que pudieran ser buenos políticos huyan. Quedamos los malos y si acaso los mediocres. Pero nada más. Insuficientes para avanzar y saber defender los objetivos mínimos. Pero es lo que queremos. No hay recambio.

Necesitamos en España otro tipo de empresarios


Se quejan las empresas punteras españolas de muchos sectores… que no encuentran en España profesionales de calidad
para puestos técnicos o de nivel entre medio y alto: 

¿Ahora se dan cuenta de que esto sucedería, tras muchos años con sus malas decisiones?

La formación profesional ha sido mala. La formación continua de especialización para trabajadores con niveles bajos ha sido infame y absurda. 

La formación continua es un fácil negocio para las empresas (academias o sindicatos) que la realizan y poco más. Pensar que nos encontramos con dificultades es analizar quién es el responsable de algo que se intuía…, y sonreír.

Los buenos profesionales, jóvenes y con inglés, francés o alemán bien dominado, ya se han ido de España. Los universitarios no quieren quedarse a cobrar sueldos de 600 euros y con contratos basura. A pocas horas de sus casas están pagando mucho más y aunque la vivienda les cueste también mucho más, se forman y lo intentan.

La deslocalización ya no es sólo de empresas sino también de buenos profesionales, formados en España con dinero español y que el valor añadido lo dejan en otras economías. Somos muy poco inteligentes pero aquí nos hemos centrado en pagar como en Países pobres, sin darnos cuenta que eso supone convertirse en un país pobre.

Muchos de ellos volverán, pero para montarse sus propios negocios en España y expulsar del mercado a los empresarios que les querían pagar 600 euros. Tal vez entonces España mejore algo. 

Necesitamos en España otra clase empresarial que sepa mirar al futuro. Sin duda.

Necesitamos en España otro tipo de empresarios

Se quejan las empresas punteras españolas de muchos sectores que no encuentran en España profesionales de calidad para puestos técnicos o de nivel entre medio y alto: ¿Ahora se dan cuenta de que esto sucedería?

La formación ha sido mala. La formación de especialización para trabajadores con niveles bajos ha sido infame y absurda. La formación continua un negocio para las empresas que la realizan y poco más. Pensar que nos encontramos con dificultades es analizar quien es el responsable de algo que s intuía, y sonreír.

Los buenos profesionales, jóvenes y con inglés, francés o alemán bien dominado, ya se han ido de España. Los universitarios no quieren quedarse a cobrar sueldos de 600 euros y con contratos basura. A pocas horas de sus casas están pagando mucho más y aunque la vivienda les cueste también mucho más, se forman y lo intentan.

La deslocalización ya no es sólo de empresas sino también de buenos profesionales, formados en España con dinero español y que el valor añadido lo dejan en otras economías. Somos muy poco inteligentes pero aquí nos hemos centrado en pagar como en Países pobres, sin darnos cuenta que eso supone convertirse en un país pobre.

Muchos de ellos volverán, pero para montarse sus propios negocios en España y expulsar del mercado a los empresarios que les querían pagar 600 euros. Tal vez entonces España mejore algo. Necesitamos en España otra clase empresarial. Sin duda.

España más plural y mejor repartida

Con las irresponsabilidades de Cataluña estamos sufriendo el olvido de muchos otros temas que afectan y mucho a la sociedad española. Se trata sobre todo de que vuelva el sentido común a las dos partes sociales que sumadas no son el todo; y así podamos volver a pensar en los problemas de verdad y en las soluciones necesarias, tras una crisis manipuladora que nos ha dejado heridos.

La Constitución está herida y habrá que retocarla, cuando no reformarla con más osadía que una simple actualización. Pero sobre todo hay que replantearse la España actual en clave internacional, asumiendo la globalización y la descentralización de Madrid hacia periferias. No hay otra.

Se habló de un Senado reformado profundamente y con sede en Barcelona. Pero habrá que ir pensando en diversos Ministerios que pueden estar en otras ciudades que no sean Madrid. Pongo sobre la mesa además de a Barcelona, a Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza, La Coruña o León.

Ministerios u Organismos de carácter internacional con peso contundente en la nueva España. ¿Por qué no podría estar en Zaragoza el Ministerio de Defensa o el Instituto Cervantes, por poner dos ejemplos? ¿En Bilbao el Ministerio de Industria, en Sevilla el de Cultura, en Valencia el de Transportes o en La Coruña una oficina internaciones de relaciones con Iberoamérica? ¿Es imposible poner en León el Ministerio de Agricultura con otro nombre? ¿Y un organismo de relaciones con Europa si no somos capaces de crear un nuevo ministerio para ese fin, y con sede en Barcelona?

Madrid tiene que dejar de ser el único corazón de España. Y en ese juego de integración de una nueva unión de territorios y sensibilidades hay que saber jugar a futuro y no a pasado. ¿Dónde quedarías las inoperancias en el siglo XXI de unos Ministerios fuera de Madrid? Incluso sería lógico que algunos Consejos de Ministros salieran de Madrid hacia las sedes de los Ministerios que en cada momento fueran receptores de reuniones temáticas. Eso es crear España, que no tiene que ser siempre crear más Madrid.

Los marcos mentales de la derecha. Los básicos

Los marcos mentales son imprescindibles para convencer a alguien de algo que tienen que admitir con naturalidad, casi sin darse cuenta, por quien debe obedecer, convencido además de que es positivo hacerlo. Dominar los marcos mentales es básico en psicología social. Pero no deben notarse. Los marcos mentales se crean para que pasen desapercibidos, se trabaja con ellos como herramientas. Cuando comemos pan nadie piensa en el trigo o en la cosechadora.

Los marcos mentales los empleamos en RRHH o en política, incluso en la educación familiar o institucional de nuestros hijos con diferente capacidad de éxito. Siempre se juega con los valores que cada grupo representa o quiere representar, diseñando sus partes más amables, para que queden estas, aunque dentro lleven otras más escondidas, pero que no se dicen.

Todos queremos por poner un ejemplo, seguridad y tranquilidad. Y si estos dos valores nos los transmiten bien adobados los aceptamos sin problemas ni dudas. Pero se pueden configurar dentro de marcos que nos sisan otros valores que también deseamos, pero que permanecen en silencio dentro del marco. O bien puede ser que admitir unos valores se entre en confrontación con otros valores también importantes.
Tranquilidad. Seguridad. ¿A qué precio, a cambio de qué elementos sociales que se pierden? ¿Cuanta obediencia nos piden para que exista esa tranquilidad? ¿Debemos olvidarnos de la igualdad, incluso de la de oportunidades? ¿Dónde queda la libertad individual? ¿Se nos educa y explica el valor de la libertad para ser feliz, o es más importante ser válido que ser feliz? ¿Válido para quien?

Veamos más abajo algunos marcos mentales simples y básicos de la ideología conservadora y veremos que muchos de ellos son fácilmente aceptables por toda la sociedad. Y de ello el éxito conservador, si se saben enmarcar bien sus ideas, desechando en esa manipulación a través de marcos mentales otros valores (perdidos u olvidados sabiéndolo) y que no se nombran y se obvian. No se trata de trasmitir estas acciones a la sociedad con los títulos que voy a poner, sino de saber diseñarlos con otros nombres, con otras acciones, con otras florituras. En realidad los marcos mentales son trampantojos sociales para ser digeridos con suavidad. Veamos algunos marcos simples.


Las privatizaciones son buenas, las nacionalizaciones malas

El poder sindical no puede ser excesivo, pues la empresa se hunde

Es peor la inflación que el desempleo

Es bueno el desempleo para regenerar el mercado laboral

El despido debe ser barato y fácil para crecer en productividad en el país

El despido fácil se compensa con las ayudas sociales

No es bueno regular en exceso la producción y el comercio

No es bueno un exceso de gasto social para todos por igual pues crea perezosos

Hay que gastar más en defensa y seguridad para que se nos respete

Los inversores solo vienen si les dejamos pagar menos impuestos

La izquierda solo sabe gastar el dinero de todos y sin control

Los conservadores somos los padres protectores y por eso a veces se nos odia

Hay que pagar menos impuestos, pues debe reducirse el tamaño del Estado

No existe la lucha de clases. Se han escondido

Mientras Podemos admite por fin su peronismo como germen ideológico mucho más cercano a ellos que el chavismo, el PSOE no sabe jugar esta mano por mucho que las cartas le vengan mal marcadas. Necesitarían a un mejor jugador, o al menos a unos asesores segundones más experimentados. A veces hablan de más y en excesivas ocasiones están muy callados.

Así la izquierda española atravesará el desierto con lentitud buscando agua para sobrevivir. ¿Es posible otra nueva izquierda?

Personalmente creo que los tiempos de buscar nuevas izquierdas se han acabado. Tampoco hay una nueva derecha. Ciudadanos es lo que es, una mezcla clara pero a la vez una sopa sin determinar. No necesita decir que son de derechas pues entre sus votos hay también mucha gente que creyeron votar en su día a la izquierda.

Se trata ahora más de encontrar fórmulas de capacidad, para estar con la sociedad y resolver algunos problemas menores, pues los grandes hay que saber disfrazarlos para que no se noten. Los que mandan de verdad saben esconderse para que todos los demás pensemos que no existen.

Ya no se trata de que no les molestemos. Tampoco de que luchemos contra ellos. La mejor forma de mantener su posición es hacer creer que no existen. Que nunca han existido. No se puede luchar contra quien no existe.

Solo nos quedan los jóvenes. Para bien o para mal

En los últimos 50 años, casi siempre han sido los jóvenes lo que han peleado desde las pequeñas o grandes revoluciones europeas o mediterráneas por las mejoras sociales. La lucha de clases se debilitó a mitad del siglo pasado, aguantando en España unos años más por el clásico retraso democrático y social, rémora de la dictadura.

Seguimos en 2018 en el mismo punto. Mujeres jóvenes sobre todo se alzan contra la injusticia de ser mujer minusvalorada en respeto, dignidad o sueldos. Hay una variable que tal vez habría que añadir. La de los pensionistas. Lo seguiremos observando. Pero de momento son los jóvenes los que tiran del carro de las reformas o se quedan frenados en espera de mejores tiempos.

Las clases medias y los adultos está acojonados, sin fuerza, rezando para que no les toque a ellos ni esa indignidad laboral de los jóvenes, ni la debacle de los mayores de 55 años.

Uno con 55 años en España puede ser el ciudadano más válido del mundo mundial o una piltrafa humana. Depende de si su empresa cierra o si lo despiden con razones de rejuvenecer la plantilla. A partir de ese momento se convierte en un pensionista prematuro aunque se estuviera comiendo el mundo hace una semana. Lo normal es que no vuelva a trabajar.

Por eso su inanición política y social no se entiende bien. Y por eso admitimos que solo nos quedan los jóvenes como artífices del futuro. Sea bueno o malo. Volvemos a 1968.

Militares en las procesiones suena a rancio y peligroso

Yo alucino cada vez que veo a la Guardia Civil, a la Legión, a los militares de variado color o a los policías, desfilando junto a los cristos y las vírgenes en la Semana Santa española. No tienen sentido social en una España aconfesional. No pintan nada vestidos de su oficio. 

Es como si entendiéramos lógico que los panaderos, los metalúrgicos, los enfermeros o los carpinteros desfilaran con sus monos de trabajo o sus batas, junto a las vírgenes. Eso sí, las mujeres con peineta y de negro.

Soy cristiano, fui a colegio de curas y visito iglesias con la normalidad que me da la real gana. Pero mezclar religión con poder militar y de armas me parece un detalle para analizar con calma. Queremos que a la iglesia rancia del catolicismo de mitad del siglo XX le siga acompañando el poder de las armas, y eso es peligroso y no es ningún favor. Si Cristo levantara la cabeza expulsaría a los romanos de oficio pagado por el Estado, de sus procesiones.

Lo de poner las banderas a media asta es un detalle de psiquiatría, y allí ya no entro. No soy tan experto como para criticarlo sin caer en el laberinto mental de la idiotez.

Puigdemont es torpe o planificador?

Que Puigdemont parezca torpe entra dentro de todo tipo de análisis de conducta básicos, si no rascas mucho en sus actuaciones. Algunos diría incluso que mucho más que torpe, lo que nos llevaría a mis razones. Cuando alguien se pasa de torpe, es otra cosa, y no siempre es idiotismo, sino al revés conducta planificada.

Puigdemont para irse de Finlandia tenía bastantes posibilidades. Es torpe hacerlo por la ruta más larga en tiempo, más incómoda, con un coche muy conocido, atravesando Alemania, teniendo que repostar en gasolineras, comer y pasar controles de autopistas sin sospechar que igual, no sé, estaba siendo vigilado, grabado, controlado.

Si fuera solo Puigdemont en el viaje cabe entender que su torpeza mental era motivo suficiente para cometer tantos errores. Pero iba acompañado de policías con mucha experiencia, y había hablado con sus abogados diversos. Tenía billete de avión a Bruselas, pero podría haber intentado otros destinos mejores como Suiza si quería despistar sin anular el otro. O incluso quedarse en Finlandia.

Cabe pues la posibilidad que aquello que a ojos de los mortales no parece torpeza haya sido planificación para seguir en primera línea y poner en un brete muy grueso a media Europa. Ya no es un problema de España. Lo es de Reino Unido a través de Escocia, lo es de Alemania, de Suiza y de Bélgica. De momento.

Europa sabe que no es lo mismo vencer que convencer

En esta semana primeros fueron los periódicos alemanes, luego vinieron algunos importantes del Reino Unido y hoy ha sido el New York Times americano. Todos coinciden. Cuidado con dar razones a los catalanes para creer que tiene más razón, a través de decisiones de malos políticos. Europa se la juega.

El problema es político, la solución debería ser política, y el hecho de que jueces de Bélgica, Alemania, Suiza, Escocia y España sean los que van a tomar las decisiones, pueden dejar a Europa tocada si ante un he o como este hay decisiones contradictorias. ¿Donde quedaría esa Europa Unida a la que espiramos? No me sirve la excusa de que algunos ya se han salido de Europa o no han querido entrar. Sería caminar en dirección contraria al futuro.

Europa necesita a Cataluña. O al menos no la puede tener enfrentada a todos. No es sólo un problema de unos pocos políticos torpes, es también el problema de una sociedad dividida a la que queremos orillar y vencer, en vez de convencer.

Unos sueñan con comer, y otros dominan el hambre

Con los sueños de los pobres se alimentan los ricos. O dicho de otra forma. Con los deseos que tenemos los pobres, juegan los que los poseen para tenernos entretenidos y dominados.

Unos sueñan con comer, y otros dominan el hambre

Con los sueños de los pobres se alimentan los ricos. O dicho de otra forma. Con los deseos que tenemos los pobres, juegan los que los poseen para tenernos entretenidos y dominados.

Revoluciones. ¿Qué nos quedó por hacer?

Es parte del texto de la contraportada del libro "Revoluciones" de Joaquín Estefanía. No es mas que una manera de aplaudir sus palabras que reflejan una fotografía de mi generación. Una simple y a veces dolorosa fotografía por lo que contiene de trabajos sin hacer.

Revoluciones. ¿Qué nos quedó por hacer?

Es parte del texto de la contraportada del libro "Revoluciones" de Joaquín Estefanía. No es mas que una manera de aplaudir sus palabras que reflejan una fotografía de mi generación. Una simple y a veces dolorosa fotografía por lo que contiene de trabajos sin hacer.

La prensa en Alemania ha hablado sobre Cataluña. Hoy

Las editoriales de la prensa en Alemania de hoy no deja muchas dudas en calificar de preocupante la deriva que está tomando para Europa, Alemania y España la situación de Cataluña. Y en calificar de equivocado el entendimiento de que la justicia puede resolver lo que es un conflicto grave pero político, donde se quiere resolver desde Europa lo que no se sabe resolver desde Madrid. Si hay dudas con consultar esos editoriales sirve perfectamente para ver el varapalo, o con ver unos resúmenes publicados en la Vanguardia digital que es un diario que no está especializado precisamente en apoyar las tesis independentistas.

Mucho cuidado con los errores tácticos, no nos vaya a salir el precio mucho más caro de lo que pensábamos, por los continuos errores. Es de señalar muchos silencios de políticos importantes, pero también algunas ideas imprescindibles de otros políticos hoy llamados a descansar. 

Cataluña es imprescindible para Europa y para España, pero lo es en paz y en productividad globalizada. Tener una sociedad en contra es peligroso. Y no hablo de una sociedad de obreros presuntamente desarrapados y sin rumbo, sino de clientes del Liceo de Barcelona, como se demostró este fin de semana.

Cuando Puigdemont hablaba de que le habían abandonado los suyos, habría que leer entre líneas a quien se refería. Él no venía precisamente del mundo sindical ni de barrio.

Reacción o revolución. Siempre es lo mismo

Contra toda acción existe una revolución, de forma automática, pero sin que sea inmediata y sin saber de qué tamaño o forma. Acción = Reacción. Esto es tan viejo como el mundo. Así que tras las izquierdas que se creyeron de izquierdas…, crecieron las nuevas derechas empujadas por la necesidad social de hacer caso a lo inevitable. Otra vez acción = reacción.

Nacen o renacen y se engordan las nuevas derechas, los neoconservadores, los neoliberales, los neocapitalistas, mientras la izquierda se hunde convencida de que no fueron capaces de cambiar el mundo. Y es verdad, pero todo es cuestión de óptica, de táctica, de aprender a ver o incluso a querer ver. Es necesario que ahora aprieten y mucho los neocon para que resurjan las izquierdas con fuerza.

El truco está en el poder de la fuerza, en pasarse o no llegar en la frenada, en saber dominarte a ti mismo cuando gobiernas, para no dejar espacio al nacimiento de lo contrario. Una acción suficiente pero que no exija que tenga que nacer la reacción. Y no hablo de una tercera vía, ni tampoco de entenderse con los contrarios para que estos no se enfaden, pues eso es imposible y no válido. Hablo de saber entender cada jugada, cada momento, y actuar pensando en el futuro.

Contra la ACCIÓN de Cataluña declarando la Independencia, que es el sumo logro que se pretendía desde el campo de la independencia, surge la REACCIÓN del españolismo contundente empleando a los jueces como valedores del orden. Hace un siglo se hubiera empleado al estamento militar. Ahora al menos hemos sido capaces de reaccionar con la judicatura.

Pero esto mismo sirve para la lucha de clases, para los problemas sociales de cualquier campo global, para entender qué se puede y debe hacer y qué hay que hacer con la mesura de la inteligencia social. Da igual el siglo XIX, el 68 o el 2011. Da igual la Globalización del siglo XXI o la del XVI. Siempre quien pierde reacciona para aprender a ganar. Y eso es bueno, pues así vamos mejorando como especie. Siempre y cuando lo que se pierda sea controlable y superado por lo que luego se gana.

España no es democrática. Pero es lo que queremos. Y disimulamos

España es torpe, floja, anclada socialmente en una idea de incapacidad social para ser modernos y demócratas al completo. España está dividida y además damos la sensación de que nos gusta estar divididos en dos frentes totalmente irreconciliables. Los unos contra los otros. Con un odio escondido pero brutal, sabedores equivocadamente que es ese odio el que nos mantienen en nuestras razones.

Anteayer Felipe González volvió a dar muestra de que su inteligencia social está entera, aunque se haya escorado a la derecha. Pidió sin éxito que no se metiera a más catalanes políticos en la cárcel, pues al final el problema habrá que resolverlo desde lo social. Parecemos no entender que humillar a los catalanes, cuando son un paquete social de dos millones y aunque quien esté dispuesto a humillar primero sean otros catalanes de igual volumen, es muy peligroso.

¿Dónde están los mensajes sociales actualizados del PSOE y de Podemos? ¿De TODA ese izquierda que parece espectadora, cuando debería ser protagonista? Digo TODA con mayúsculas, pues no escucho a ninguna.

España no es nada sin Cataluña, y esto no sabemos entenderlo. Pero perder Cataluña no se hace solo desde el camino de su independencia, sino también desde el camino de la desafección social, del encontronazo perpetuo, del odio entre sociedades. Sobre todo por el efecto contagio que representa tener a una parte tan importante dentro del hogar de España pero fuera de la familia española.

En este mundo globalizado actual no cabe la independencia de territorios pequeños, y quien la pretenda es un torpe de preescolar social. Como también dicen algunos, es mucho más lógico el federalismo con Portugal que la independencia de Cataluña, todo dentro de una Europa imberbe e intermitente.
Pero lo que bajo ningún caso cabe en Europa es que haya países NO democráticos. Y las decisiones del Parlament de Cataluña olieron en el 2017 a NO democráticas, y que en España las decisiones más importantes para su futuro las tomen los jueces y no los políticos también es NO democrático. A los jueces no los elegimos los ciudadanos. 

O aprendemos, o cambiamos, o desconectamos este devenir, o nos precipitamos.

Con Cataluña no estamos entendiendo nada. Y es peligroso no saber leer

Con el tema catalán seguimos jugando con fuego desde Madrid. El poder de la fuerza de las leyes tiene también un espacio, un tamaño, una lógica, un recorrido inteligente. Algunos dirán que no, otros que son los mejores juristas los que están tomando estas decisiones tan inentendibles desde la política y muchos otros dirán que se lo merecen. 

No voy a ser yo quien diga que no han cometido ilegalidades, ni tampoco idioteces políticas, ni irresponsabilidades sociales que han llevado a España a una situación anormal. No voy a ser yo.

Pero las decisiones de meter a la cárcel a los que se menean, nos va a costar muy caro en el futuro social de Cataluña y de España. Las sociedades deben trabajar en el presente pensando en el futuro. Pero no en el futuro de dos años, sino en el de una década. Y aquí los errores de todos los actores son brutales. Y acumulativos. 

Muy pocos catalanes con experiencia política están sabiendo leer el momento y pensando en clave lógica y de futuro. Y lo curioso es que ninguno tiene poder.

¿Hacia dónde vamos? Pues hacia la solución no. E insisto como ya he hecho en varias otras ocasiones. Quien piense que en Cataluña no tenemos un problema, se equivoca.

Qué hacer si te han robado los datos de Facebook

Si creéis que os han robado los datos de cualquier red social, no os preocupéis lo más mínimo. Tranquilos, no pasa nada de nada. Vuestros datos los tenían antes de seguir escribiendo en cualquier red social, en decenas de lugares diferentes, a la venta si sois importantes para el sistema de compra y venta. Empaquetados y distribuidos para ser analizados.

Lo normal es que no seáis nunca “una persona” sino un componente más de un grupo de personas, consumidoras de vida, interesantes como tendencia, como mercado donde todo se vende y compra, incluidas las ideas y los amigos.

Es verdad que el uso de los datos de las redes sociales son más interesantes pues a través de ellos además de verte a ti, observan, estudian y monitorizan a todos tus amigos. Con uno de vosotros que déis permiso a que os hagan un estudio para una Universidad, estás abriendo el camino para vuestros 1.000 o 2.000 amigos, que no se están enterando.

Pero muchos de estos datos ya lo tenían, previo pago o previo análisis desde “El Sistema”. Saben cuando compras y donde. El qué y su distribución sobre otras marcas, otras tiendas. Saben pues lo que comes y lo que bebes. Lo que regalas y cada cuanto te cambias de televisor o de calzoncillo. Esto es muy sencillo si analizan los pagos de tu tarjeta de crédito. Y no lo hacen contigo, sino con un paquete donde te han incluido junto a miles de personas similares.

Incluso saben cuando vas a volver a comprar algo, y pueden mandarte ofertas personalizadas unas semanas antes. Esto es algo muy habitual, aunque no lo notemos. Hay equipos de personas pegadas a ordenadores analizando conductas de consumo. Es su trabajo.

Pero por si esto te parece poco sabemos quien entra a un museo, a un cine, a una tienda comercial. A qué hora entran los ancianos o los jóvenes. Cuánto tiempo están dentro y si entran solos o acompañados de alguien. Sabemos si con una pensión de 600 euros se puede vivir aunque digan lo contrario los medios de comunicación y a partir de qué cantidad un grupo de pensionistas se lanzan a la calle desaforadamente o en cambio se vuelven consumistas y tranquilos.

Con las redes sociales saben perfectamente de quien hay que hacerse amigo para influir en todos sus amigos con opiniones políticas o sociales inventadas, fabricadas. Si alguien quiere crear una personalidad falsa para vender pañuelos de papel o ideas políticas, sabe elegir muy bien no a tí como persona, sino al paquete de personas donde están metido como un grupo determinado. Es muy sencillo. Los algoritmos informáticos lo hacen en cuestión de segundos, si se les sabe preguntar.

A partir de crear esos paquetes y de meter entre ellos a personalidades falsas que pueden ser simpáticas o sesudas, razonadas o locas, según lo que hayan visto en tu propia personalidad grupal, lograr manipular lo que toquen es muy sencillo.

Pero no te preocupes. Saben a dónde has ido tú, pues decenas de cámaras te observan. La identificación por rasgos funciona perfectamente. Sabes por donde te mueves siguiendo el rastro de tu teléfono móvil. Con quien te cruzas, a donde vas todos los días con patrones repetitivos, qué compras, cuántas veces haces el amor y cuantas el sexo. Así que no te preocupes por lo de Facebook. Es lo de menos.

Qué es el Novichok? Estamos imbéciles

Si tu respiras y entra en tu sistema respiratorio la cantidad de 0,0008 gramos de Novichok (si pesas 80 kilos), te morirás en breves minutos. Y tú te dirás… ¿y a mi qué? Bien, sigamos hablando pues. Con 560 kilos de esta sustancia se podría matar a toda la población de Zaragoza si se rociara toda la ciudad desde el cielo. Con menos de 50 kilos se puede destrozar todo el barrio del ACTUR. ¿Esto ya preocupa más, verdad?

¿Y qué es el Novichok? Pues es el agente tóxico que mató hace unos días al exespía ruso Serguéi Skripal y su hija, posiblemente pulverizando con un spray cerca de donde ellos estaban. Un producto químico que se inventó para emplearlo como arma de destrucción masiva. Como si fuera una bomba atómica sucia que solo matara a personas. Un producto muy conocido en los ambientes militares, algunos para atacar y otros para defenderse.

Estamos tontos como sociedad organizada. Somos capaces de crear un producto químico tan mortal, y somos además capaces de hacer pública la fórmula para que lo conozcan todos los países y así poderse defender. No es fácil fabricarlo, nada fácil. Pero lo curioso es que nadie se responsabiliza como país de ser quien lo inventó a finales de los años 80. Es como si nunca hubiera existido, pero algunos locos, presuntamente, lo siguen fabricando. Jodo.

Separadores de basura en Guatemala

Estas tres imágenes aunque son del año 2011 y 2016 son muy actuales pues muy poco ha cambiado en estos años, aunque los graves accidentes como el del año 2016 hayan acelerado la toma de decisiones municipales para acabar con esta vergüenza. Nos muestras a vecinos en la ciudad de Guatemala, buscando chatarra y papel junto a las aguas contaminadas de uno de los mayores vertederos de basura en la ciudad, conocida como "La Mina".

Buscan objetos que tengan algún valor en un barranco de más de 300 metros de profundidad a donde van a parar por un lado los desperdicios de las basuras de la ciudad de Guatemala y por otro el desagüe de las aguas fétidas, que se ve al fondo de las imágenes, desde el alcantarillado, a donde curiosamente también llegan algunos objetos de valor.

Allí pueden encontrar metales u objetos que luego pueden vender para ganarse hasta unos 20 dólares al cambio, que es más del doble que su salario mínimo. Son decenas las personas que todos los días acuden a este lugar a ganarse la vida. Es otra manera de ser muy pobres, de vivir de su destino.

Se les llama a los guajeros que allí acuden “separadores de basura”, y son familias que viven en colonias cercanas al basurero, entre callejones estrechos, casas de lámina y lazos de ropa colgados entre casa y casa. Estos trabajadores, indignamente pobres en un país de muchos pobres, deberían tener prohibida la entrada a su trabajo y que fuera el Ayuntamiento o la Comunidad quien realizara en condiciones técnicas dignas la separación y reciclaje de las basuras.

En el basurero, a diario ingresan 550 camiones recolectores con 3.250 toneladas de desechos. El ayuntamiento de la ciudad de Guatemala y sus localidades cercanas estimas que los porcentajes de basura que llevan al lugar están distribuidos de la siguiente manera: un 3% de tela, un 5% de aluminio, otro 5% de madera, un 4% de vidrio, un 6% de plástico, casi un 11% de papel y cartón (el material más reciclable que produce el Relleno), y 68% de desechos orgánicos. Estas imágenes son una muestra clara de que no se debe mantener el vertedero como está.


Separadores de basura en Guatemala

Estas tres imágenes aunque son del año 2011 y 2016 son muy actuales pues muy poco ha cambiado en estos años, aunque los graves accidentes como el del año 2016 hayan acelerado la toma de decisiones municipales para acabar con esta vergüenza. Nos muestras a vecinos en la ciudad de Guatemala, buscando chatarra y papel junto a las aguas contaminadas de uno de los mayores vertederos de basura en la ciudad, conocida como "La Mina".

Buscan objetos que tengan algún valor en un barranco de más de 300 metros de profundidad a donde van a parar por un lado los desperdicios de las basuras de la ciudad de Guatemala y por otro el desagüe de las aguas fétidas, que se ve al fondo de las imágenes, desde el alcantarillado, a donde curiosamente también llegan algunos objetos de valor.

Allí pueden encontrar metales u objetos que luego pueden vender para ganarse hasta unos 20 dólares al cambio, que es más del doble que su salario mínimo. Son decenas las personas que todos los días acuden a este lugar a ganarse la vida. Es otra manera de ser muy pobres, de vivir de su destino.

Se les llama a los guajeros que allí acuden “separadores de basura”, y son familias que viven en colonias cercanas al basurero, entre callejones estrechos, casas de lámina y lazos de ropa colgados entre casa y casa. Estos trabajadores, indignamente pobres en un país de muchos pobres, deberían tener prohibida la entrada a su trabajo y que fuera el Ayuntamiento o la Comunidad quien realizara en condiciones técnicas dignas la separación y reciclaje de las basuras.

En el basurero, a diario ingresan 550 camiones recolectores con 3.250 toneladas de desechos. El ayuntamiento de la ciudad de Guatemala y sus localidades cercanas estimas que los porcentajes de basura que llevan al lugar están distribuidos de la siguiente manera: un 3% de tela, un 5% de aluminio, otro 5% de madera, un 4% de vidrio, un 6% de plástico, casi un 11% de papel y cartón (el material más reciclable que produce el Relleno), y 68% de desechos orgánicos. Estas imágenes son una muestra clara de que no se debe mantener el vertedero como está.


Vamos perdiendo en tener más dignidad


Ya en el año 2013 (también antes y después, casi constantemente) se nos avisó con esta viñeta de Fisgón y desde México. Parece algo muy claro, las formas han cambiado, nosotros hemos cambiado, y nuestra fortaleza de clase se ha visto mermada pues vamos perdiendo la batalla por dignificar nuestras realidades sociales y económicas. Por eso hay que insistir, recordarlo. Vamos perdiendo. Y vamos a transmitir como herencia esta pérdida de dignidad laboral y de clase. No queremos ni aspiramos a ser capitalistas millonarios, simplemente deseamos tener la dignidad y la justicia que como personas nos merecemos.

Vamos perdiendo en tener más dignidad


Ya en el año 2013 (también antes y después, casi constantemente) se nos avisó con esta viñeta de Fisgón y desde México. Parece algo muy claro, las formas han cambiado, nosotros hemos cambiado, y nuestra fortaleza de clase se ha visto mermada pues vamos perdiendo la batalla por dignificar nuestras realidades sociales y económicas. Por eso hay que insistir, recordarlo. Vamos perdiendo. Y vamos a transmitir como herencia esta pérdida de dignidad laboral y de clase. No queremos ni aspiramos a ser capitalistas millonarios, simplemente deseamos tener la dignidad y la justicia que como personas nos merecemos.

Cuidado con no saber dar respuestas a los problemas

El viñetista Erlich nos decía en el año 2011 desde El País que necesitábamos que alguien nos diera una respuesta. Al menos para poder seguir preguntando. Ya no buscábamos soluciones, nos conformabamos con respuestas. Nuestros propios errores como sociedad a la hora de elegir a nuestros interlocutores hace que en el 2018 sigamos estando en busca de explicaciones, de respuestas, de luces en el camino.

Cuando una sociedad no tiene más que problemas, no sabe medirlos bien y se puede equivocar considerando que los problemas graves no se pueden volver muy graves. Y caer en la trampa en la violencia como única solución posible. Cuidado con no saber dar explicaciones y respuestas válidas a los problemas.

Cuidado con no saber dar respuestas a los problemas

El viñetista Erlich nos decía en el año 2011 desde El País que necesitábamos que alguien nos diera una respuesta. Al menos para poder seguir preguntando. Ya no buscábamos soluciones, nos conformabamos con respuestas. Nuestros propios errores como sociedad a la hora de elegir a nuestros interlocutores hace que en el 2018 sigamos estando en busca de explicaciones, de respuestas, de luces en el camino.

Cuando una sociedad no tiene más que problemas, no sabe medirlos bien y se puede equivocar considerando que los problemas graves no se pueden volver muy graves. Y caer en la trampa en la violencia como única solución posible. Cuidado con no saber dar explicaciones y respuestas válidas a los problemas.

Los ricos no odian a los pobres, nos necesitan

Los ricos no odian a los pobres. Nunca los han odiado. Nos necesitan para seguir ellos siendo ricos. Los pobres somos tan necesarios para los ricos como una lavadora o las tostadora del pan de la mañana. ¿Quien odia a su lavadora si funciona bien?

Incluso los ricos a veces creen que los pobres odiamos a los ricos y también es mentira. Si observamos a quien elegimos para gobernarnos…, se puede intuir sin duda que muchos pobres prefieren a los ricos que hacen el papel de Papá Estado y Estricto de forma que consideran perfecta. 

Los ricos y los pobres no nos odiamos, aunque nos separe tanto. Nadie fuera de esta Tierra lo entendería bien.

Los ricos no odian a los pobres, nos necesitan

Los ricos no odian a los pobres. Nunca los han odiado. Nos necesitan para seguir ellos siendo ricos. Los pobres somos tan necesarios para los ricos como una lavadora o las tostadora del pan de la mañana. ¿Quien odia a su lavadora si funciona bien?

Incluso los ricos a veces creen que los pobres odiamos a los ricos y también es mentira. Si observamos a quien elegimos para gobernarnos…, se puede intuir sin duda que muchos pobres prefieren a los ricos que hacen el papel de Papá Estado y Estricto de forma que consideran perfecta. 

Los ricos y los pobres no nos odiamos, aunque nos separe tanto. Nadie fuera de esta Tierra lo entendería bien.

El valor comercial, con o sin el valor añadido

Un kilo de sal de Ibiza en una bolsa de plástico se puede comprar en la península por 20 céntimos. Pero si la aplicamos el “valor añadido” del marketing creativo la cosa cambia totalmente. De un viaje de Ibiza no te puedes llevar ni de recuerdo ni para regalar a los amigos una bolsa de sal. Algo había que inventar.

Así que si metemos 100 gramos de sal en un frasco de cristal con una etiqueta azul pastel lo podemos vender por 6 euros sin salir de la isla. Hemos multiplicado el valor de venta por 300 y todo por cambiar la presentación y evitarnos el transporte.

Si dejamos en el frasco solo 80 gramos y la añadimos otros 20 de pimentón picante
de granel podemos vender la mezcla como sal picante de Ibiza. Y entonces los 80 gramos los podemos vender por 8 euros en las tiendas de Ibiza. Todo es efecto de creernos lo que compramos. El precio es libre.

Ganan los comerciantes, el que fabrican el frasco y la etiqueta y el productor de la sal. Pierdes tú como consumidor.

La ciudad influye en nosotros, y nosotros en la ciudad

Esta estampa de New York quiero que se vea desde una doble vertiente social. Por una parte vemos a una persona que está modulada por la realidad social de una gran ciudad que le lleva a este trabajo de hacer música dentro de una estación de Metro. La ciudad le permite hacer música, le ofrece la oportunidad de vivir de esto (peor o regular, no lo sabemos) y modela la vida de esta persona hasta convertirlo en lo que es. La ciudad le influye y mucho.

Y por otra parte la propia ciudad, en este caso New York, se modifica por la acción de esta persona, que junto a decenas de personas en similares condiciones, convierten a New York o a decenas y decenas de ciudades repartidas por todo el mundo, en urbes con personalidad propia. Las Ramblas de Barcelona sin las personas que hacen mimo, pintan cuadros o venden flores por la acera, no sería igual. Y sin la vida de las Ramblas, Barcelona tampoco sería igual.

Es decir, la ciudad influye en sus personas. Las personas influyen en su ciudad. Viven en sintonía el continente y el contenido. Si uno cambia, también cambia el otro.

Pero esto ni es eterno ni es fijo e inamovible. Influyen muchos otros factores. La presión urbana, los espectadores, la economía de la zona, las normas de convivencia, la seguridad, las leyes, el clima, la aceptación de esta realidad, los movimientos de las distintas zonas y sus componentes.

Podría desaparecer esta simbiosis o podría transformarse en otra distinta o en otro lugar. Y en eso tenemos responsabilidad todos.

Por ejemplo este músico está aquí porque hay personas que le depositan unas monedas. No sabemos cuántas, y por ello no sabemos el umbral por el que un día desaparecería de allí. Es una relación que funciona hasta que desaparece, y sin saber ninguna de las tres partes ni cuándo ni por qué. Ni la ciudad que parece no saber hablar, ni el músico que no llega a entender bien el motivo de la bajada de ingresos, ni el espectador que nunca sabrá por qué ha desaparecido el músico.

La ciudad influye en nosotros, y nosotros en la ciudad

Esta estampa de New York quiero que se vea desde una doble vertiente social. Por una parte vemos a una persona que está modulada por la realidad social de una gran ciudad que le lleva a este trabajo de hacer música dentro de una estación de Metro. La ciudad le permite hacer música, le ofrece la oportunidad de vivir de esto (peor o regular, no lo sabemos) y modela la vida de esta persona hasta convertirlo en lo que es. La ciudad le influye y mucho.

Y por otra parte la propia ciudad, en este caso New York, se modifica por la acción de esta persona, que junto a decenas de personas en similares condiciones, convierten a New York o a decenas y decenas de ciudades repartidas por todo el mundo, en urbes con personalidad propia. Las Ramblas de Barcelona sin las personas que hacen mimo, pintan cuadros o venden flores por la acera, no sería igual. Y sin la vida de las Ramblas, Barcelona tampoco sería igual.

Es decir, la ciudad influye en sus personas. Las personas influyen en su ciudad. Viven en sintonía el continente y el contenido. Si uno cambia, también cambia el otro.

Pero esto ni es eterno ni es fijo e inamovible. Influyen muchos otros factores. La presión urbana, los espectadores, la economía de la zona, las normas de convivencia, la seguridad, las leyes, el clima, la aceptación de esta realidad, los movimientos de las distintas zonas y sus componentes.

Podría desaparecer esta simbiosis o podría transformarse en otra distinta o en otro lugar. Y en eso tenemos responsabilidad todos.

Por ejemplo este músico está aquí porque hay personas que le depositan unas monedas. No sabemos cuántas, y por ello no sabemos el umbral por el que un día desaparecería de allí. Es una relación que funciona hasta que desaparece, y sin saber ninguna de las tres partes ni cuándo ni por qué. Ni la ciudad que parece no saber hablar, ni el músico que no llega a entender bien el motivo de la bajada de ingresos, ni el espectador que nunca sabrá por qué ha desaparecido el músico.

Como Rosendo, también llevamos 40 años. Y no sucede nada

Rosendo, el cantante rockero de los pelos largos, me acaba de alegrar el día. Resulta que lleva casado con la misma mujer 40 años, seguidos, sin hundirse en las miserias. Joder, igual que nosotros. Ellos unos meses más. Creíamos que mi pareja y yo éramos raros de atar, pero no, resulta que Rosendo y su esposa también ha sido capaz de tamaño balance.

No sirve preguntar el cómo, pues no hay mucho más que suficiente sentido común, amor con amistad, y algo de música en el corazón. Y mucho diálogo, muchas sonrisas y muchos planes compartidos. Esto sirve para casi todos los que crean en otra persona.
Que a nosotros dos como pareja nos guste el vino rosado o incluso el blanco, también ayuda. Me refiero a mi santa y a mi. Y ayuda decidir sin decirlo en voz alta sino con los hechos, que cada uno de nosotros mientras así lo decidiéramos, debíamos ser lo más importante el uno para el otro, pero dejando que ambos también tuvieran a otros importantes, aunque no tanto ni tan cerca.

Lo malo es que 40 años son una mierda, se pasan en dos plis plas y no hay forma de repetirlos, frenarlos o volverlos del revés para lentificarlos. Ahora van más rápido que nunca y menos aburridos también. Lo uno por lo otro. Se puede estar casado 40 años e incluso también 12 días. Cada uno es libre de decidir. Pero depende de nosotros como personas, no de la dificultad.

La jubilación es empezar otra vida tuya y nueva

La jubilación es una palabra que viene de júbilo, alegría, satisfacción. No tiene nada que ver con pasividad ni con tristeza ni con final. Es una palabra activa y positiva. Pero es cierto que no todas las personas que entramos en la jubilación lo entendemos de la misma forma.

Es un periodo nuevo que nadie nos enseña a explorar. Un periodo que empieza con deseo, pero no tanto por lo que podría traer de positivo, como por alejarse del trabajo que ya agota, sobre todo si empezaste a trabajar con 14 ó 16 años y siempre has estado en el mismo oficio. El agotamiento mental es lógico.

Pero es verdad que todo proceso vital nuevo hay que planificarlo, diseñarlo y personalizarlo para cada persona. Y hay también como nos enseñaron desde niños, aprender a decir NO. No…, a que abusen del jubilado. No a la pasividad sobrevenida. No al decaimiento.

Las posibilidades de estar activo tras la jubilación son muchas. Y sobre todo muchas más de las que imaginas antes de llegar a este punto. Hay que conocerlas, explorarlas con información y atreverse a empezar una nueva vida. Con 65 años no todo está hecho. Dependes de tí.

La jubilación es empezar otra vida tuya y nueva

La jubilación es una palabra que viene de júbilo, alegría, satisfacción. No tiene nada que ver con pasividad ni con tristeza ni mucho menos con final de vida. 

Es una palabra activa y positiva. Pero es cierto que no todas las personas que entramos en la jubilación lo entendemos de la misma forma.

Es un periodo nuevo que nadie nos enseña a explorar. 


Un periodo que empieza con deseo, pero no tanto por lo que podría traer de positivo, como por alejarse del trabajo que ya agota, sobre todo si empezaste a trabajar con 14 ó 16 años y siempre has estado en el mismo oficio. 

El agotamiento mental es lógico.

Pero es verdad que todo proceso vital nuevo hay que planificarlo, diseñarlo y personalizarlo para cada persona


Y hay también como nos enseñaron desde niños, aprender a decir NO. No…, a que abusen del jubilado. No a la pasividad sobrevenida. 

No al decaimiento.

Las posibilidades de estar activo tras la jubilación son muchas. Y sobre todo muchas más de las que imaginas antes de llegar a este punto. Hay que conocerlas, explorarlas con información y atreverse a empezar una nueva vida. 


Con 65 años no todo está hecho. Dependes de tí.

Cambios en las movilizaciones sociales. Los políticos a un segundo plano

La política en España ya no la gestionan los partidos políticos. Tras el 15-M vinieron las Mareas, y ahora tras los pensionistas han venido las mujeres este 8-M. En todas estas potentes fuerzas sociales en la calle, los partidos políticos han querido estar pero se han tenido que conformar con un segundo plano, acompañando en el mejor de los casos, pero sin influencia creando movimientos transversales, donde los integrantes suelen ser personas que sí pertenecen a partidos políticos, pero aparentan hacerlo desde organizaciones sociales, de sociedad.

¿Hacia dónde nos lleva esta realidad constatable con rotundidad?
Sin duda a que los propios partidos políticos se replanteen sus funciones en la sociedad. Y ya lo están haciendo. No controlan en su totalidad pero participan muy activamente, no aparecen con sus firmas pero están dentro apoyando y sumando su experiencia social a los movimientos.

¿Es suficiente ese paso a un lado en la calle?

La gran duda es hacia dónde nos lleva esto.
Es sin duda una nueva manera de entender la democracia y la política compartimentada. Y eso es bueno pues la arteriosclerosis de los partidos políticos era rotunda y peligrosa. No surgen estos movimientos de forma espontánea, sino de la necesidad de reinventar la política desde fuera, pues ellos mismos desde dentro son incapaces.

Salga finalmente lo que salga de estos movimientos, están demostrando un poder de convocatoria que los partidos políticos, por sí solos, ya no tienen.

Debemos tomar nota de este 8-M, para que vengan más días como este

Hoy las mujeres y los hombres hemos decidido advertir que nos estamos dando cuenta. Lo sabíamos, pero en muchos casos nos los callábamos. Las mujeres lo sufrían en casi silencio y los hombres mirábamos hacia otro lado. Incluso con nuestras madres. 

Las mujeres tienen razones, los hombres también, para que las personas seamos mucho más iguales. O como poco para que no seamos distintos por razones sin ninguna lógica ni sentido común. No toda diferencia tiene que ser negativa.

Me cabrea sumamente que esta reivindicación no se haga contra la discriminación por clase, contra la discriminación social y contra la pobreza. Pero algo es algo en ese camino hacia la igualdad de derechos, hacia el entendimiento de que las personas, somos sobre todo eso…, personas en igualdad de derechos y de obligaciones. 

Queda tiempo para seguir luchando por la dignidad de las personas desde otros enfoques sociales.

España está atravesando un desierto donde nos vamos dejando derechos intuidos. Por eso ver un poco de luz en la normalidad social es un lujo. Pero hay que advertir que estas peticiones de igualdad de derechos no son ajenas a la ideología, como se pretende decir para alejar el triunfo de una o de otra forma de ser ante la sociedad.

El neoliberalismo o el conservadurismo o la religiosidad mal entendida está en contra de que las mujeres sean iguales ante la realidad social. Para ellos el papel de la mujer tiene que seguir siendo secundario. Porque ellos sí necesitan tener esclavos de todos los tipos, incluidos en su propia casa, en su propia cama. Va en su forma de entender la sociedad aunque lo disimulen.

Sostenibilidad de las ciudades con números

Las ciudades representan más del 60 % del consumo mundial de energía, el 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y el 70 % de los desechos a nivel mundial. Números brutales y en aumento descontrolado.

¿No tendríamos que tener en más en cuenta la sostenibilidad y el consumo de recursos de las ciudades, para que el mundo sea habitable en el futuro?

¿Qué calidad de vida de los habitantes de una ciudad herida y enferma de contaminación, es la que envuelve sus enfermedades?

Sostenibilidad de las ciudades con números

Las ciudades representan más del 60 % del consumo mundial de energía, el 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y el 70 % de los desechos a nivel mundial. Números brutales y en aumento descontrolado.

¿No tendríamos que tener en más en cuenta la sostenibilidad y el consumo de recursos de las ciudades, para que el mundo sea habitable en el futuro?

¿Qué calidad de vida de los habitantes de una ciudad herida y enferma de contaminación, es la que envuelve sus enfermedades?

Slum, favelas, chabolas, tugurios. Barrios antisociales

Los podemos llamar SLUM o barriadas de tugurios, chabolas o favelas. Todo son los mismos tipos de barrios, estén en la parte del mundo que estén. Barrios enteros y cerrados, llenos de infraviviendas, que sin quererlo forman un urbanismo descontrolado que afecta al conjunto de la ciudad donde se asientan. Porque inevitablemente estos barrios necesitan de una gran ciudad para formarse y sobrevivir. Son la denigración social de la propia ciudad, el parásito inevitable cuando una sociedad no atiende a sus problemas sociales.

Estos barrios que crecen sin control se forman en terrenos baldíos de las afueras de las grandes ciudades y no cuentan con ningún tipo de servicio básico, como agua potable, electricidad, servicios sanitarios o recogida de basuras. por ello la acumulación de basura y la ausencia de aseos o letrinas convierte a estos barrios en peligrosos focos de cultivo de muy diversas enfermedades. Los voluntarios que entran para ayudar son auténticos héroes sociales.

El abandono escolar, la falta de integración social al no ser admitidos sus habitantes por el resto de la población, la malnutrición o el alcoholismo, convierten a estos lugares en muy peligrosos pues sus habitantes necesitan sobrevivir como sea. Peligros y violencias que se dan principalmente dentro de los propios barrios, contra los más débiles, contra las mujeres, pues el alcohol fabricado de forma casera es una constante que se une a la falta de formación social, ocupación y trabajo.

Son además viviendas construidas con materiales de desecho, incapaces de garantizar seguridad o una temperatura lógica en su interior, en zonas que no sirven para asentar una ciudad, orillas de ríos o de líneas de trenes, montañas en fuertes cuestas, zonas inundables, etc. 

Se calcula que unos 1.000 millones de personas en el mundo vive en 2018 dentro de estos barrios inhumanos.

En Mumbai (India), hay un “slum” con una población entre 600,000 y un millón de personas. En Kibera, un suburbios de Nairobi (Kenia) viven entre 700.000 y un millón de personas con solo 50 aseos públicos por los que hay que pagar para usarlo. En Río de Janeiro (Brasil) se calcula que hay unas 300 zonas de favelas diferentes, mucho más pequeñas de tamaño que los slum africanos o asiáticos. Una cantidad que ya se ha duplicado. Pero asentamientos ilegales de tamaño pequeño o mediano hay en todas las ciudades europeas. En todas.

Es verdad que la sociedad mundial —más en las ciudades que lo sufren con dureza— están tomando medidas para resolver estos problemas. Y que en este siglo ha bajado el porcentaje de habitantes de estas ciudades que viven en los barrios marginales. Pero no ha bajado el número final de personas, pues son ciudades que crecen de forma descontrolada. Y las inmigración lleva a los nuevos habitantes a ocupar los slum y las infraviviendas que se van quedando vacías.

Mientras 8 personas en este mundo actual tengan la misma riqueza que 3.600.000.000 de personas, no tenemos solución. ¿No sería lógico por el mantenimiento de la sociedad actual, trabajar mucho más por la dignidad de estos millones de personas? Pero por puro egoísmo social, para evitar males mayores.


Slum, favelas, chabolas, tugurios. Barrios antisociales

Los podemos llamar SLUM o barriadas de tugurios, chabolas o favelas. Todo son los mismos tipos de barrios, estén en la parte del mundo que estén. Barrios enteros y cerrados, llenos de infraviviendas, que sin quererlo forman un urbanismo descontrolado que afecta al conjunto de la ciudad donde se asientan. Porque inevitablemente estos barrios necesitan de una gran ciudad para formarse y sobrevivir. Son la denigración social de la propia ciudad, el parásito inevitable cuando una sociedad no atiende a sus problemas sociales.

Estos barrios que crecen sin control se forman en terrenos baldíos de las afueras de las grandes ciudades y no cuentan con ningún tipo de servicio básico, como agua potable, electricidad, servicios sanitarios o recogida de basuras. por ello la acumulación de basura y la ausencia de aseos o letrinas convierte a estos barrios en peligrosos focos de cultivo de muy diversas enfermedades. Los voluntarios que entran para ayudar son auténticos héroes sociales.

El abandono escolar, la falta de integración social al no ser admitidos sus habitantes por el resto de la población, la malnutrición o el alcoholismo, convierten a estos lugares en muy peligrosos pues sus habitantes necesitan sobrevivir como sea. Peligros y violencias que se dan principalmente dentro de los propios barrios, contra los más débiles, contra las mujeres, pues el alcohol fabricado de forma casera es una constante que se une a la falta de formación social, ocupación y trabajo.

Son además viviendas construidas con materiales de desecho, incapaces de garantizar seguridad o una temperatura lógica en su interior, en zonas que no sirven para asentar una ciudad, orillas de ríos o de líneas de trenes, montañas en fuertes cuestas, zonas inundables, etc. 

Se calcula que unos 1.000 millones de personas en el mundo vive en 2018 dentro de estos barrios inhumanos.

En Mumbai (India), hay un “slum” con una población entre 600,000 y un millón de personas. En Kibera, un suburbios de Nairobi (Kenia) viven entre 700.000 y un millón de personas con solo 50 aseos públicos por los que hay que pagar para usarlo. En Río de Janeiro (Brasil) se calcula que hay unas 300 zonas de favelas diferentes, mucho más pequeñas de tamaño que los slum africanos o asiáticos. Una cantidad que ya se ha duplicado. Pero asentamientos ilegales de tamaño pequeño o mediano hay en todas las ciudades europeas. En todas.

Es verdad que la sociedad mundial —más en las ciudades que lo sufren con dureza— están tomando medidas para resolver estos problemas. Y que en este siglo ha bajado el porcentaje de habitantes de estas ciudades que viven en los barrios marginales. Pero no ha bajado el número final de personas, pues son ciudades que crecen de forma descontrolada. Y las inmigración lleva a los nuevos habitantes a ocupar los slum y las infraviviendas que se van quedando vacías.

Mientras 8 personas en este mundo actual tengan la misma riqueza que 3.600.000.000 de personas, no tenemos solución. ¿No sería lógico por el mantenimiento de la sociedad actual, trabajar mucho más por la dignidad de estos millones de personas? Pero por puro egoísmo social, para evitar males mayores.


Zaragoza ciudad de contrastes sociales

Las ciudades se han convertido precisamente en ciudades plurales, mucho más plurales con la crisis cíclica (o sistémica) desde el 2008. Una ciudad es cada vez más la suma de varias formas de vivir en la ciudad, de varios tipos de sociedades dentro de la misma ciudad. Durante las décadas anteriores la pobreza y la riqueza se iba acercando hasta hacerla algo menos contrastada. Con esta crisis y sus malas soluciones, los ricos o se han mantenido o han ascendido en sus ingresos, mientras que los trabajadores y los que ya eran pobres han visto perder su poder adquisitivo, de consumo y ahorro, adentrándose acercándose a la pobreza.

Esto supone para las ciudades un contraste acentuado pues por una parte hay barrios que envejecen y no se produce el recambio de la sociedad ni tampoco de sus viviendas y servicios, mientras que surgen otras zonas con atractivos para las personas con más ingresos, o más jóvenes, con nuevos servicios y calidades de vida.

Vamos a ver algunas pinceladas de una ciudad mediana, Zaragoza, y que nos viene muy bien para entender algo más todo esto que explico.

Por una parte tenemos (arriba) un mapa con el envejecimiento de las diferentes zonas de la ciudad. Claramente además del centro de Zaragoza hay barrios considerados “viejos” por la edad de sus habitantes. Y a la vez hay barrios totalmente jóvenes, donde el color amarillo predomina totalmente. Las ciudades se van moviendo constantemente, y esto además de saberlo los sociólogos lo saben los constructores y promotores de viviendas. Los barrios viejos en unas décadas se volverán amarillos mientras que los amarillos serán naranjas.

Si no se produce recambio de edificios, en los barrios hoy rojos y que serán amarillos en pocas décadas, el tipo social de vecino será muy distinto al que sería si se hicieran remodelaciones totales de su urbanismo y edificios. O lo que es lo mismo. Como este cambio no se producirá por igual en todos los barrios hoy de rojo, aunque todos se vuelvan amarillos, no tendrán el mismo componente ni de servicios, ni comerciales ni sociales. Excepto que el Ayuntamiento sepa diseñar con FUTURO estos cambios “de color”.


La mala sensación social acompañará en el futuro a estas realidades sociales que distribuyen mal la sociedad de la ciudad.

En el siguiente plano (abajo) de Zaragoza ya vemos las claras diferencias de colores según los ingresos medios de las familias y de las personas. Mientras que la media de renta por persona es en Zaragoza de 11.807 euros, hay Distritos con 9.600 euros de media por persona y otros con 17.950 euros de media. Casi el doble sabiendo que como son medias, dentro de ellas hay ingresos mucho más bajos o bastante más altos.

Pero además estas cantidades tan diferentes (por arriba y por abajo) se concentran claramente en algunos barrios de la ciudad. Tanto en los niveles bajos como en los altos. Hay pues barrios de Clase Alta y barrios de Clase Baja. Y en esta última décadas, las diferencias se han agravado.

Constatamos pues que la ciudad no está haciendo en los últimos años el papel de aplanadora social, de solucionadora de problemas sociales. Y todo esto sucede sin que deseemos darnos cuenta, admitiendo que dentro de las ciudades es normal que haya cada vez más, personas y familias pobres que son más pobres y ciudadanos ricos escondidos en la ciudad para que no les notemos el exceso y que son cada vez más ricos.