Nacimiento de las Asociaciones de Vecinos en Zaragoza

Desde principios de los años setenta del siglo XX, se va construyendo en Zaragoza (y también en algunas otras grandes ciudades pero no en todas) un movimiento vecinal que aúna en la defensa de las condiciones de vida de los barrios obreros a sacerdotes progresistas, militantes de los partidos de la izquierda clandestina y a simples vecinos que se irán concienciando en este proceso de luchas. Aunque ha perdurado hasta la actualidad, este tejido asociativo alcanza su momento de mayor vitalidad en la segunda mitad de los años setenta del siglo XX. Tuvo que sortear las leyes las leyes franquistas que les prohibía la asociación política a cambio de formarse como Asociaciones de Cabezas de Familia con arreglo a una ley de 1964, pero en su interior existía una gran fortaleza social y sindical, cristiana progresista y política.

Es cierto que no se ha conseguido totalmente esa Zaragoza soñada en aquellos momentos, pero podemos estar seguros de que gran parte de las mejoras obtenidas en estas décadas lo han sido gracias al esfuerzo, sacrificios y riesgos vividos por aquellos hombres y mujeres que decidieron decir basta a una vida invivible, desde sus propios barrios. 


Barrios zaragozanos como Picarral, Torrero, La Jota, Delicias, La Paz, o San José son ejemplos de aquellos trabajos imprescindibles para lograr una ciudad más humana.

Desde las alturas de este año 2018 en el que el movimiento feminista parece haber dado un paso adelante, decisivo e irreversible, no está de más recordar que las Asociaciones de Vecinos también fueron semillero de inquietudes en este terreno. Y como botón de muestra, esta pegatina editada en torno a 1977 de la Comisión de Mujeres de la Asociación de Vecinos del barrio de las Delicias.



Nota.: La imagen pertenece al Archivo Tiempos de Lucha y Esperanza y en el texto ha colaborado Manuel Gálvez