Javier Lambán habla de autoestima para los aragoneses

Javier Lambán como Presidente de Aragón y en su discurso de fin de año 2019 desde el Pabellón Puente de la Expo 2008 de Zaragoza nos ha lanzado una imagen del Aragón más optimista que encaja perfectamente con la necesidad de que cojamos impulso y hagamos crecer nuestra autoestima hasta lo lógico.

Ha terminado el discurso tras nombras todas las nuevas empresas que van a venir a Aragón para posicionarnos en empleo de dignidad con referencias al Aragón de las letras, la ciencia, el deporte, la empresa…, a la tierra repleta de talento y de capacidad innovadora; orgullosa de sí misma y, a la vez, propensa a la universalidad. 

Pero…: “si me dan a elegir, me gustaría que se nos conociera ante todo por ser una tierra de derechos y libertades, es decir, una tierra de buen vivir para todos los que habitamos en ella, sin exclusión alguna”.

La decisión de Amazon de instalar en Zaragoza y Huesca sus centros de gestión de datos, ha sido –según el presidente Lambán- “la mejor noticia económica del año”, convencido de que situará a Aragón a la cabeza de la economía digital en España. 

Todos estos motivos son sinónimo de crecimiento económico y de creación de empleo por encima de la media española, además de consolidar el liderazgo en los sectores clave de la economía del futuro y “nuestra aspiración de llegar pronto al pleno empleo estará más al alcance de la mano”.

Sidney estrena 2020 mientras nosotros estamos haciendo la sopa

Pues mientras nosotros intentamos que las nécoras no se nos escapen de la olla… en Australia, ese mundo tan lejano y en verano lleno de incendios ya han entrado en el 2020. Ya ha nacido ese año lleno de vacíos aunque todavía esté en camino para nosotros. 

Sigamos con la sopa, con la salsa para los ahumados o con el cardo con setas. A vuestro gusto lo dejo, pero que no se os queme por estar pendientes de Sidney. Al fin y al cabo está tan lejos que igual ni existe.

El cadáver del 2019 todavía está caliente. Pero tapado

El genial El Roto, en su viñeta de hoy en El País nos muestra una clásica y viejuna estampa de una ama o una monja de asilo, contemplando el cadáver tapado —para no verle la cara— de un 2019 ya fallecido y al que nadie quiere reconocer.

Todos podemos hablar de ese 2019 de una forma personal y no concluyente. Para unos habrá sido un buen año y para otros un año nefasto. Depende. ¿Para España? Sin duda un año incierto, malo sin llegar a ser peor, pero dejando en sus moribundos últimos días alguna luz posible.

Sobre todo es preocupante el futuro de la sociedad en general cada vez más desigual en sus posibilidades de vida, a la que no queremos entender en sus paso hacia el futuro. Peligra incluso la democracia global como advertimos excesivas veces, aunque sabemos de la fortaleza de la misma, alentada por todos nosotros. 

Sigamos trabajando casi egoístamente por el bienestar social de cada uno de nosotros, pues si somos serios y simplemente seres humanos que no nos dejamos manipular, personas libres y responsables, lograremos unos objetivos para España que serán positivos. 

Y no nos despistemos. El resto de personas cercanas, de familia o de calle, de ciudad o de país, SÍ nos tienen que importar y cada vez más. 

Los periodistas son imprescindibles. Su profesionalidad más

Los periodistas están que trinan pues no se les dejó entrar ayer al acto de firma del documento de acuerdo de Gobierno de Coalición, pues el PSOE conocedor de los métodos de algunos periodistas no quisieron enfrentarse a las preguntas incisivas y duras de algunos periodistas que desde cabeceras cabreadas con el acto iban a preguntar sobre temas que prefieren responder en el Congreso cuando toque la Investidura.

El partido Podemos tras el acto convocó a la prensa escrita a un tentempié para tener con ellos unos diálogos sin cámaras. Y todo siendo censurables en parte, tiene unas explicaciones que se deben realizar.

Todos los periodistas tienen la obligación de informar verazmente desde su propia opinión, pero no todos lo hacen por el camino de la verdad real y sin manipulación y lo sabemos todos aunque suene a duro. 


Hoy mismo hay grandes titulares donde se advierte de la Gran Subida de Impuestos que supone este nuevo Gobierno. De momento no hay subida sino modificaciones y solo para las rentas de personas que ganan más de 10.000 euros al mes, para las grandes empresas para que se acerquen a las pequeñas y para las eléctricas y los bancos. Informar es explicar y no hacer titulares mentirosos.
Siendo cierto, es mentira que se suban los impuestos, pues quien escucha las noticias no son los que ganan 130.000 euros al año y a ellos tener que pagar un 2% más les suena mocos.

Es verdad que puede haber conflictos de financiación de las medidas que a todos los españoles han entregado en un documento de 50 páginas. En concreto se está hablando de unos 8.000 millones de euros como el posible crecimiento del déficit en 4 años si no se sabe negociar con Bruselas lo que se propone, lo que supondrá de cambio para casi 50 millones de españoles, y lo que se pretende socialmente con ello. 

Pero esas cifras dependen de las actitudes que mantengan las grandes empresas, pues si deciden hacer caso a las nuevas normas sin salirse por la tangente, no serían tales miles de millones.

Pero en la misma medida en que los periodistas se quejan con razón que su trabajo es preguntar y no les dejan hacerlo, también ellos deberían valorar ciertas actitudes tontas para España, que no facilitan la tranquilidad, la discreción para que todo funcione bien, el positivismo en su acción de informar. No todo lo que es malo para un Gobierno del PSOE Podemos es bueno para España, y eso hay que valorarlo.

Imagen distendida y lógica de la nueva España para 2020

Esta imagen marca el principio del nuevo Gobierno en España, con la reunión distendida de sus protagonistas en el Congreso tras la presentación de su Programa de Gobierno. Un ejemplo de que se puede y debe trabajar juntos para lograr que España entre en una nueva época de Gobiernos de Colación, algo muy habitual en toda Europa.

En la imagen de Dani Gago que publica El País podemos ver a Pablo Echenique; Alfonso Rodríguez Gómez de Celis; María Jesús Montero; Adriana Lastra; Pedro Sánchez; Alberto Garzón; Pablo Iglesias y Santos Cerdán manteniendo una distendida reunión tras hacer públicos los detalles del acuerdo de Gobierno alcanzado entre PSOE y Unidas Podemos, ayer en el Congreso de los Diputados. 

Coalición Progresista en un documento de 50 páginas

Sobre un documento de 50 páginas se ha edificado el acuerdo entre Podemos y el PSOE para gobernar España los próximos cuatro años, que bien nos lo merecemos. Un documento público con un buen número de reformas que se presenta para su posterior control. Podremos, deberemos exigir su cumplimiento, y así lo demandaremos. No hay cartón escondido.

¿Y los posibles acuerdos con otras fuerzas políticas hasta obtener todos los votos necesarios? Pues sinceramente, España necesita diálogo, necesita salir del atolladero actual, Cataluña necesita ser entendida y dialogada y todos debemos poner de nuestra parte para intentar buscar el futuro.

No va a ser nada fácil, las críticas desaforadas ya van llegando con malas caras y es solo el comienzo de una ofensiva que la izquierda sabe que vendrá. Lo deseable es que no se comentan errores de bulto, pues no nos merecemos perder esta oportunidad. 

El documento completo en PDF se puede encontrar con el nombre de 'Coalición progresista. Un nuevo acuerdo para España'.

España se pone a caminar, y tranquilos que no sucede nada grave

En la tarde de hoy 30 de diciembre de 2019 se ha despejado el camino de un posible Gobierno Progresista en España entre el PSOE y Podemos, enseguida fuertemente contestado con rabia incluso desde las fuerzas de la derecha española, que no confiaban en que se pudiera formar un gobierno más o menos estable.

España necesita sobre todo una estabilidad básica, y la única posible parte de una alianza entre los socialistas y Podemos, con el apoyo externo del PNV de momento. No entender esto supone no entender a España.

Claro que el programa de acuerdo es duro para los neoliberales pues supone subir los impuestos a los que ganan mas de 130.000 euros brutos al año. ¿Los ganas tú? Pues no te preocupes, si es así, podrás pagar un 2% mas de impuestos. Tampoco tienes muchos problemas con una subida de un 2%.

Necesitamos una nueva luz para Cataluña

Cada día son más millones los españoles que se olvidan que Cataluña existe y que es España. Necesitamos encontrar una nueva luz que nos ilumine las soluciones. Y olvidamos que las leyes son herramientas y no sentimientos. 

Es una situación curiosa, nos estamos creyendo el discurso oficialista de que cuanto peor mejor, o el de que la justicia y la policía son capaces ellos solos de resolver el problema. Y por desgracia para los que creemos en la necesidad de la paz y de encontrar soluciones dialogadas a los problemas, no es así.

La política es insustituible desde hace miles de años.

Cataluña al final, no se sabe cuándo, necesitará una solución de mesa de negociación, una solución hablada. Alguien, en algún momento, tendrá que decidir que hay que sentarse para mirar las caras de los catalanes. Y tendrán que explicarlo bien.

Es eso, o será el conflicto insoportable si se pudre más.
Que nadie piense que se puede vencer a la sociedad catalana. Se le puede hacer callar hoy y durante unos años, pero el problema simplemente lo habremos trasladado en el tiempo, con todo lo que eso supone de precio final. Tal vez hoy… tan solo seamos capaces de saber hacer eso.

Yo estoy en contra de la independencia de Cataluña. Es mala para los catalanes y para los españoles. Incluso un riesgo para Europa. Pero algo sí conozco del temperamento de las sociedades, y mucho me temo que este problema ha venido para explotar. Con las leyes no se resuelven los problemas sociales.

Nota.: Curiosamente este texto de arriba lo escribí y publiqué en diciembre del año pasado, pocos días antes de que acabara el 2018. Seguimos igual, para no tener que decir que peor.

Oriol Junqueras a la calle, para acabar 2019

La noticia esperada durante más de una semana ya ha salido, como el Gordo de la Lotería de la Navidad. A las 11,20 de la mañana ya sabemos qué opina la Abogacía del Estado sobre lo que hay que hacer con la sentencia que desde Europa nos han mandado como un recadito envenenado, por no saber hacer bien las cosas y saltarnos a la torera la realidad de que Oriol Junqueras era y es un Eurodiputado electo

Lo curioso es que esta nota de la Abogacía del Estado traerá cola, es posible que incluso no sea respetada, y que se opte por otros caminos posibles e imposibles. Todo con tal de no dar el brazo a torcer.

Y así queremos acabar el año de las dudas y los errores, el año donde todo se podría haber hecho incluso peor, pero sobre todo se debería haber hecho mucho mejor.

El urbanismo sucio de Madrid hecho por personas sucias

El urbanismo de la suciedad es una constante en estas décadas. Provocada por todos, pero no limpiada en lo necesario, por lo que se multiplican las malas imágenes. ¿Qué pensarán los turistas que vean Madrid así?

Hemos dejado atrás las calles llenas de barros al pasar a ciudades donde el asfalto ha cubierto las calles de tierra, pero parecemos seres que necesitan estar rodeados de mierda, de suciedad y a falta de barro por los suelos nos dedicamos a poner mierdas en las paredes. 

¿De verdad hay personas que incluso son humanas y necesitan estar rodeadas de suciedad para sentirse urbanas útiles?

La imagen es del centro de Madrid de 2019, pero curiosamente en el año 2023 estaba peor.

El urbanismo sucio hecho por personas sucias

El urbanismo de la suciedad es una constante en estas décadas. Hemos dejado atrás las calles llenas de barros al pasar a ciudades donde el asfalto ha cubierto las calles de tierra, pero parecemos seres que necesitan estar rodeados de mierda, de suciedad y a falta de barro por los suelos nos dedicamos a poner mierdas en las paredes. 

¿De verdad hay personas que incluso son humanas y necesitan estar rodeadas de suciedad para sentirse urbanas útiles?

La imagen es del centro de Madrid, de este 2019

Sobre pequeño de MacDonald para productos pequeños

Todas las empresas necesitan sus propios sobres, sus "sobrecitos" para meter cosas pequeñas, para envolver y lograr que no se tenga que ver tanto lo que se ofrece o entrega. la empresa de comida rápida MacDonald también tiene sobrecitos para productos pequeños y aquí os dejamos su muestra de papel.

Sobre pequeño de MacDonald para productos pequeños

Todas las empresas necesitan sus propios sobres, sus "sobrecitos" para meter cosas pequeñas, para envolver y lograr que no se tenga que ver tanto lo que se ofrece o entrega. la empresa de comida rápida MacDonald también tiene sobrecitos para productos pequeños y aquí os dejamos su muestra de papel.

Acabando el 2019, engañándonos todos contra todos

Acabando el 2019 tenemos que saber desde dónde partimos hacia el año 2020 para hacernos una idea cuando reflexionemos al final de ese teórico Nuevo Año de lo logrado, a costa de saber desde donde partíamos. Y los titulares de hoy 30 de diciembre no son simpáticos, la verdad. No alientan para España el positivismo.

No tenemos gobierno, creemos que lo tendremos a principio de enero de 2020 pero no sabemos a qué precio. Llevamos dos Elecciones Generales pues de las primeras no salió nada potable, y es posible que a poco que nos pongamos quisquillosos tampoco de esas segundas logremos nada perdurable. 

O bajamos el tono, o buscamos el diálogo, o nos hundiremos en la mierda. Pero tranquilos, que ya estamos acostumbrados a no ser capaces de hacer lo que mas conviene a la mayoría. Somos muy dados a mantenela y no enmendala. 

Tras Teruel Existe, y Soria ¡Ya!, surge León. Madrid es tonto

Tras la lógica unión del “Teruel Existe” con un diputado en Madrid lo inevitable es que opciones como “Soria ¡Ya!” quisieran un espacio propio al menos de voz y queja, o que León decidiera —como lleva años y décadas reclamando— que ellos no tienen nada que ver con Castilla la Vieja y sin duda con el vecino Valladolid al que ven como enemigo. Son asuntos que en sus respectivos territorios se conocen desde hace muchos años, y de forma contundente en algunos casos.

La culpa de todo la tiene esa excesiva centralidad de Madrid, ese nacionalismo brutal del Madrid que todo quiere controlar, y que logra que se vayan creando espacios de nacionalismo interno y diferente, que quieren reclamar atención, justicia y lógica social.

Hoy es Soria o León, Aragón o Extremadura, esa España vaciada, mal entendida, a la que queremos desde Madrid arropar axfisiando sin preocuparse ni de sus problemas ni de sus realidades. El número de tontos históricos va creciendo.

Terminamos 2019 con guerras que es lo que mejor sabemos hacer

Una de las guerras mas absurdas del mundo en esta década es la de Afganistán, un enorme espacio geográfico muy diversos e inhóspito donde las guerras son casi imposibles de ganar y donde las personas son como siempre las únicas que pierden.

Iniciada en el año 1978 sigue en la actualidad con algunos espacios temporales de calma tensa y con un salpicado de sopa mundial donde tan pronto se está metido en una guerra contra las rusos como contra sí mismo o contra los EEUU, por motivos estratégicos, religiosos, de inestabilidad en la región o de simple campo de experimentación mundial.

La inmensa mayoría de los afganos no han conocido Afganistán en paz, son jóvenes que han visto la sangre y las mutilaciones en sus propias caras. Que han visto sufrir y perder a sus familiares, y que no tienen una estructura social comparable al siglo XX. Los que hoy son enemigos mañana pueden ser amigos, lo que hoy es odio mañana puede ser muerte o amistad. Nada vale excepto la muerte o el dolor.

Pero Afganistán está muy lejos y además fue el país al que se catalogó de amigo de terroristas, de talibanes y de conflictos exportables. Seguiremos jugando a la guerra con ellos. Y seguiremos diciendo que somos cristianos. Pero que no se nos olvide que la globalización nos lleva a que España esté en Afganistán.

Fotografía de ALTAF QADRI para AP. Menores víctimas de la guerra, en diciembre de 2019 en un centro médico de Kabul, capital de Afganistán.

Historias de un Matrimonio. Una película más que real. Triste

Ayer vimos "Historias de un Matrimonio" en Netflix, esa película de amor odio, de amor sobre todo donde cuando se decide acudir al divorcio todo se pierde pues entran a saco todas las formas del sistema incluida la Justicia y los abogado para crear el ambiente clásico del odio a la otra parte. Ya no hay personas, hay caso, ya no hay sentimientos sino ganar o perder.

Marriage Story es la clásica verdad que todos conocemos y nunca queremos verbalizar ni reconocer, de que el amor por el propio cansancio de la convivencia, cuando se convierte en separación, solo tiene un camino bueno. El de la mediación. Si se abandona ese espacio incierto y raro, se termina en la pérdida de l dinero, del control, de la verdad, de la libertad propia y ajena.

Pierde el hombre, pero no gana la mujer. Bueno, tampoco, pues quien de verdad pierde es el hijo. Como en todos los casos. Y ganas los abogados. Maravilloso trabajo de Scarlett Johansson, Adam Driver, de una dirección de Noah Baumbach que no cae en el melodrama sin olvidarnos del trabajo de los tres actores que hacen de los distintos abogados, que representan sin duda ese espacio social variado que se ha ido conformando alrededor del negocio de los divorcios.

Niños sirios entre charcos para despedir el 2019

Una primera imagen de este diciembre viejo de 2019, para ver desde dónde empezamos el año 2020, en donde lo estamos dejando. No hay humanidad ni solución fácil pues no queremos que la haya. Seguimos siendo religiosos y creyendo que creemos. Incluso algunos creen en el Juicio Final y en el cielo o el Infierno, con lo que aseguran antes que ellos, todos nosotros, no tenemos ninguna responsabilidad sobre lo que sucede en el mundo. No va con nosotros.

Estos niños… ¿Qué pensaran cuando sean adultos de los que no hacemos lo suficiente para que sean felices y tengan una educación lógica?

La imagen es de AREF TAMMAWI para AFP - Niños sirios junto a las tiendas de un campamento de refugiados inundado, este domingo en Idlib. 

Demos el primer paso, de forma suave

No estar vivo es estar muerto. Así que si respiras y quieres seguir vivo debes demostrarlo, hay que moverse, atreverse con el vacío y lanzarse a la conquista de todo y de nada. Mañana acaba el 2019 para entrar en los Años 20, maravillosos años viejos que ahora no sabemos de qué manera se nos moverán.

Lo curioso es que no tenemos ni idea de lo que nos envolverá dentro de otro año, cuando ya vencido el 20 se nos quiera escapar. Van a suceder cosas, muchas imágenes, excesivas palabras, sonrisas y dramas, colores y apagones de luz mental. ¿Pero estaremos viendo todo y con los ojos bien abiertos?

Lo maravilloso de la vida es que no te la garantizan, que todo está por escribir y vivir, que todo será nuevo y virgen, que seremos nosotros los que escribamos el futuro para convertirlo en presente.

Para llegar a un lugar muy lejano, siempre se empieza de la misma manera. Dando el primer paso.

¿Vivimos en la selva porque queremos?



En la selva hay una ciudad


en esa ciudad hay una biblioteca

y en la biblioteca está la selva.


Gilda Mantilla & Raimond Chaves


Vivimos en la selva que (casi) no entendemos, en la que incluso hay bibliotecas llenas de papel para que se nos expliquen qué es todo aquello que nos rodea. Pero nos quedamos mirando el paisaje sin intentar comprenderlo pues es mucho mas sencillo dejarse llevar. Vivir en la selva está bien mientras no haya leones que se nos comen. 

Un chicle tarda 5 años en desaparecer. ¿Cuánto cuesta limpiarlo?

En las aceras de las grandes ciudades pequeñas manchas multiplicadas por miles acotan las calles por culpa de todos nosotros, de los cochinos que no queremos saber que los chicles son un producto que se queda pegado en el suelo y cuesta mucho retirar.

Un chicle tarda en desaparecer cinco años. Este cartel en las calles de Madrid advierte, avisa. Y lo hace insistiendo porque no sabemos leer. No hemos aprendido a leer excepto lo que son insultos de redes. Lo que son consejos urbanos para la convivencia nos cuesta mucho más. Analfabeto urbano creo que se llama.

Limpiarlo del suelo con agua a presión y una máquina especial cuesta más que el precio que pagamos al comprarlo. ¿No deberíamos prohibirlos o exigir que se hagan con otros componentes?

Un chicle tarda 5 años en desaparecer. ¿Cuánto cuesta limpiarlo?

En las aceras de las grandes ciudades pequeñas manchas multiplicadas por miles acotan las calles por culpa de todos nosotros, de los cochinos que no queremos saber que los chicles son un producto que se queda pegado en el suelo y cuesta mucho retirar.

Un chicle tarda en desaparecer cinco años. Este cartel en las calles de Madrid advierte, avisa. Y lo hace insistiendo porque no sabemos leer. No hemos aprendido a leer excepto lo que son insultos de redes. Lo que son consejos urbanos para la convivencia nos cuesta mucho más. Analfabeto urbano creo que se llama.

Limpiarlo del suelo con agua a presión y una máquina especial cuesta más que el precio que pagamos al comprarlo. ¿No deberíamos prohibirlos o exigir que se hagan con otros componentes?

La desigualdad en Educación, Sanidad o Justicia

La desigualdad entra de lleno en aspectos tan universales como la Justicia, la Sanidad o la Educación en España, aunque nos quieran convencer de lo contrario. Y contra esas desigualdades en aspectos tan fundamentales no alzamos la voz con suficiente fuerza. Y estoy hablando de España y de sus desigualdades contundentes, a veces escondidas para no alarmar.

Ante la Justicia no es lo mismo acudir con un buen abogado que con uno de oficio, aunque algunas veces los primeros también hagan Turno de Oficio. Pero la Justicia es cara si queremos que sea buena y se necesitan trabajos añadidos que se salen de los costes tasados. Esos trabajos lo pueden pagar unos y no los pueden pagar otros.


Un juez no ve de la misma forma los alegatos escritos por un abogado muy reconocido que por un abogado recién salido. Un abogado que empieza y es Turno de Oficio quiere ganar casos y no presta la debida atención a los que sabe que son muy complejos y necesitan muchas horas de preparación. Es Ley Humana lógica. Quien puede pagar y elegir tiene más posibilidades de ganar.

Con la educación sucede algo parecido. Mientras se insiste desde una parte de la sociedad y de forma idiota que los libros deben ser gratis, que hay que construir con ladrillos más colegios en tu propio barrio, que los trabajos en casa es castigar a los niños, y se recorta en profesores de calidad, de procesos innovadores en educación, o se cambian los sistemas educativos sin ton ni son, hay otros alumnos que hacen todo lo contrario. 


Poseen más libros de los indicados que complementan lo que se enseña, siguen trabajando en sus casas y coge autobuses para acudir a colegios que a veces están muy alejados de su barrio.

Es curioso que si los profesores piden material diverso no haya problemas en los colegios que menos lo necesitan, y sea muy complicado lograrlo en los colegios más necesitados. Y que sigamos insistiendo en que la Educación es Universal, gratuita e igualitaria.

A su vez la educación también se compone de ayudas de muy variado tipo, apoyos familiares, bibliotecas, actividades externas, visitas, profesores de apoyo, y materiales diversos que no son accesibles por igual a todos los niños. Vuelve la desigualdad según el nivel económicos de las familias, pero seguimos en silencio.

Pero es posiblemente en la Sanidad donde la desigualdad es más brutal. El acceso a pruebas médicas rápidas acelera diagnósticos y tratamientos, y esas pruebas si las queremos rápidas deben ser privadas pues en algunas especialidades las demoras son de muchos meses. Las segundas opiniones casi siempre hay que buscarlas en el ámbito privado. No son muy caras, pero para muchas familias son prohibitivas.

Esperar ocho meses a un diagnóstico excepto en enfermedades muy graves donde es muy rápido en la Sanidad Pública, puede suponer problemas futuros de salud y sobre todo supone trastornos y falta de libertad personal. Las Mutuas Laborales aceleran sus procesos para evitar Bajas Médicas Laborales, a costa de servicios de Sanidad Pública a los jubilados. hay que decirlo también.

Es curioso constatar que las peores alimentaciones se dan en barrios de clase obrera, incluso con más locales de comida rápida en comparación a barrios de nivel económico alto. Lo mismo sucede con los locales de apuestas. Somos pobres y además no sabemos utilizar el dinero pues no hemos aprendido. 


Se consume menos fruta y verdura, más carne de cerdo. Es estadística conocida. Menos conocido es el grado de salud mental de unos barrios en relación a otras zonas de la misma ciudad, pero en eso ya no quiero entrar. Existen casos curiosos, casi silenciados, y sobre todo muy conocidos.

En los barrios de menor poder adquisitivo hay (normalmente) menos gimnasios, menos zonas verdes, menos seguridad para correr por las tardes, menos equipos deportivos. Hay menos inversiones públicas para dotar de calidad humano a sus entornos.

Se nos dice que hay que comer mejor, pero curiosamente eso es más caro. O se calla la realidad de que las empresas cercanas a los barrios obreros contaminan y afectan a la salud de sus vecinos. Las familias con menos recursos y con varios hijos no reciben ayuda más que de sus padres a veces muy mayores. No es posible encajar la salud en igualdad con todas estas posibilidades.

La salud bucodental afecta a nuestra salud en general. No tener estrés o poder acudir a terapias de relajación afecta a nuestra salud. Pero eso no siempre se puede pagar por las familias con menos recursos. En los barrios ricos de Madrid se vive unos 7 años más que en los barrios obreros, y eso es por algo relacionado con la salud pasiva.

Es más sencillo adelgazar o controlar la glucosa o el colesterol con un nivel económico alto. El Sistema Universal de Salud sabe decirnos lo que nos sucede y pueden recetarnos ciertos medicamentos, pero prevenir es mucho más que eso. Es también hacer cambios de vida que no siempre se pueden realizar con facilidad.

Tener un ocio sano es muy recomendable, pero no todas las personas pueden acceder a él. Sus horarios son intempestivos, sus necesidades múltiples para seguir peleando por un trabajo estable. Y así cierto hábitos son casi imposibles de modificar. 


Es más sencillo dejar de fumar si tu vida la puedes controlar en su intensidad agotadora que si has caído en un estrés constante. Lo mismo sucede con el alcohol o con los vicios rápidos cuando hay poco tiempo para disfrutar de las escapadas mentales.

La desigualdad entre la Justicia, la Educación o la Salud es un drama que profundiza la desigualdad social y económica.

¿Las babosas son humanas? Solo pregunto

No somos humanos, o al menos humanos como se espera que seamos en sociedad, en grupo, en manada. Es decir, somos humanos, sí, pero sin esa humanidad simple, fácil que se espera de los humanos. ¿Pero de verdad hay humanos que esperar de otros humanos humanidad? 

Hace dos días terminaron de pintar mi escalera comunal. Hoy ya ha aparecido las puertas del ascensor con unas raya de unos 30 centímetros. Y hay cámaras, y hay cojones para ser ten imbécil. 

¿Qué necesidad vital tenía el tonto del culo para rayar el ascensor brillante y recién pintado? Tontos hay en todos los sitios, escondidos o dando la cara. Pero algunos ganan incluso a otros tontos. Hay tontos que son campeones de tontos.

Los primeros bajo cero han llegado a mis manos, incluso con guantes. Las puntas se me han quedado rojas, las de los dedos claro, y me piden a gritos el bolsillo donde ya no caben al estar entre guantes. 

Los fríos matan a los mosquitos, pero no a las babosas de mi terraza que se saben esconder dentro de la zona cerrada, sin sabe bien por dónde entran. Debería matarlas de un pisotón, pero me hacen duelo. Pobres babosas. 

¿Y si ellas fueran incapaces de rayar el ascensor de mi casa serían mejores que el vecino tonto? ¿Quién se merece más el pisotón de los de hacer ruido mientras se escachan las tripas?

¿Lo mejor es votar, o negociar hasta llegar al acuerdo?

Creemos que el máximo uso de la democracia es el derecho a poder ir a votar para decidir, a elegir, a seleccionar aquellos responsables que creemos mejor para gestionar nuestro país y nuestras necesidades. Pero no es cierto.

El mayor éxito de la democracia en general es precisamente el contrario, no tener que votar sino ponernos de acuerdo en una negociación entre partes. Otra cosa es el Acto Final de Votar para que así conste en Documento Oficial.

Pero seamos sinceros, ponerse de acuerdo en una negociación es muy complicado, casi imposible a veces, y al final tenemos que ir a votar para decidir y saber cuántos hay de cada postura. Para contarnos.

No podemos estar negociando sin tiempo tasado, y a veces es imposible el acuerdo en la negociación pues los tacticismos ya indican que a una de las partes le viene mucho mejor votar y punto pelota. A veces confundimos el derecho a votar con “nuestro” derecho a votar.

Y la verdad es que en política la mayoría de las votaciones se hacen al margen de los ciudadanos y al margen incluso del conocimiento de la sociedad. Nos dejan participar muy poco, nos dejan votar de vez en cuando para luego ser “ellos” los que votan por nosotros.

Todos los días en todas las administraciones de debate, se votan decenas de propuestas. O se negocian y se llega a la conclusión para que no sea necesario votar.

Cualquier asunto que se lleva a un ayuntamiento por un Grupo Político (por poner un ejemplo sencillo), antes de presentarlo se debate para llegar a un acuerdo, intentando que no se tenga que votar, pues el votar divide. Siempre. Posiciona y divide, lo cual no siempre es malo.
En el primer acto de cualquier asunto existe la negociación. Se presenta a una mesa de “posturas” donde están representados todos los Grupos con un responsable, para tomar posición sobre el asunto. Se vuelve a negociar, se hacen transacciones y se acuerda o no se acuerda.

Aquí ya se marcan las primeras votaciones —se hagan efectivas o no— en esa mesa, para que cuando se acuda al Pleno, donde vuelven a estar todos los demás Grupos con todos sus integrantes, se vote definitivamente para que así conste en Acta Oficial.

Pero en el Pleno ya se sabe de antemano y casi con toda seguridad el resultado de la votación. Aun así en ese acto se vuelve a negociar, a intentar convencer. A transaccionar que es cambiar cromos. Vuelve a estar sobre la mesa el derecho a la negociación, al debate, antes que el de la votación. El derecho a convencer y a ser convencido.

Las democracias débiles empiezan a demostrarlo cuando ya no se debate o estos debates nunca sirven para nada. Cuando todo queda circunscrito a la votación. Votar para decidir es pues la demostración de una debilidad final del sistema democrático que es incapaz de ponernos de acuerdo.

Y se vota en política pero también en los órganos de poder de las empresas, o en cualquier situación donde haya posturas encontradas entre partes que negocian o plantean alternativas.

La democracia nos ha enseñado a votar, pero no tanto a negociar, a ceder y convencer, a ser capaces de admitir de la otra parte ideas y proyectos que pueden ser interesantes, aunque vengan de la parte contraria.

Es todo un arte la negociación. Y el votar es lo más simple y la demostración que han fallado todas las demás posibilidades.

Hay que hacer balance personal una vez al mes

Se acaba un año y hay que hacer balance. Pero no nos engañemos, los balances hay que hacerlos al menos todos los meses. Debemos saber qué resultados vamos teniendo sobre nuestros propios retos, marcarlos, seguirlos, identificar los errores y las dudas e intentar resolverlos.

Yo cuando tenía empresas hacía la facturación diaria, la sumaba en una excel y controlaba su marcha. En cada momento sabía si iba el mes bien o mal, si había que tomar medidas nuevas o modificar precios, apurar a la parte comercial o dedicarme a investigar nuevos servicios o productos.

En la vida común debe ser igual. Debemos marcarnos objetivos mínimos y máximos, y hacer balance constante para ver si vamos por el buen camino, si tenemos que cambiar algunas costumbres y formas para lograr mejores resultados y seguir peleando, pero aprendiendo de los errores que nos desvían de los objetivos.

Esto sirve para ampliar relaciones humanas, acceso a los trabajos, formación, inteligencia emocional, innovación en tu propia vida personal, etc. Hay que estar siempre haciendo balance de lo que vamos haciendo para optimizar los resultados. 

Y recuerda. Se aprende mucho si se sabe observar las acciones de los demás, para elegir las que nos parecen buenas y desechar las que entendemos equivocadas, viendo sus resultados en otros.

Nuevos billetes de Renfe. + Renfe & tú

En tiempos digitales los billetes de tren también son digitales. Tarjetas con recarga pero de cartoncillo, Más Renfe y tú. Todo evoluciona.

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¿Tierra quemada con el comercio de barrio de Zaragoza?

Paseaba ayer por una zona muy céntrica de Zaragoza, pero de estos barrios que siendo céntricos no lo son en su totalidad sino acaso por una calle muy importante o principal. Hablamos por ejemplo de algunas zonas aledañas a la Gran Vía zaragozana.

El número de locales cerrados, de tiendas que han ido desapareciendo en pocos años es brutal. Si nos paseamos por la zona de Miguel Servet nos encontramos con un paisaje muy similar. Decenas de locales cerrados y con carteles para intentar darles nueva vida, y soledad y abandono junto a la suciedad del no uso.

El comercio ofrece seguridad pasiva a las ciudades; que en la calle haya comercios supone que haya personas y que haya luz y por ello más seguridad. Pero las nuevas formas de comercios han cerrado la tradicional y además y lo que es peor, la han dotado de un futuro inseguro que casi no existe. El comercio por internet ha dado la última puntilla tras la aparición de los Grandes Centros Comerciales lúdicos.

Se defienden mejor las empresas o locales de servicios, que se multiplican hasta arañarse entre ellos los posibles clientes. Los locales comerciales caen a borbotones. 

¿Solución? 

Casi ninguna excepto modificar en España algunas leyes urbanas para permitir que los locales con ciertas características que puedan convertir en viviendas bajas, al menos para dotar de vida ciertas zonas. Y para abaratar el precio de alquileres y venta de viviendas, por crecer en oferta.

Una calle de segunda línea no puede soportar eternamente locales vacíos que se tienden a convertir en espacios molestos. La solución de convertirlos en loft o en viviendas “diferentes” es la más lógica, hasta que encontremos otra distinta, según se vaya transformado el comercio global. O definitiva si lo que hoy nos parece ya imparable, la forma de comprar cambia definitivamente.

¿Tierra quemada con el comercio de barrio de Zaragoza?

Paseaba ayer por una zona muy céntrica de Zaragoza, pero de estos barrios que siendo céntricos no lo son en su totalidad sino acaso por una calle muy importante o principal. Hablamos por ejemplo de algunas zonas aledañas a la Gran Vía zaragozana.

El número de locales cerrados, de tiendas que han ido desapareciendo en pocos años es brutal. Si nos paseamos por la zona de Miguel Servet nos encontramos con un paisaje muy similar. Decenas de locales cerrados y con carteles para intentar darles nueva vida, y soledad y abandono junto a la suciedad del no uso.

El comercio ofrece seguridad pasiva a las ciudades; que en la calle haya comercios supone que haya personas y que haya luz y por ello más seguridad. Pero las nuevas formas de comercios han cerrado la tradicional y además y lo que es peor, la han dotado de un futuro inseguro que casi no existe. El comercio por internet ha dado la última puntilla tras la aparición de los Grandes Centros Comerciales lúdicos.

Se defienden mejor las empresas o locales de servicios, que se multiplican hasta arañarse entre ellos los posibles clientes. Los locales comerciales caen a borbotones. 

¿Solución? 

Casi ninguna excepto modificar en España algunas leyes urbanas para permitir que los locales con ciertas características que puedan convertir en viviendas bajas, al menos para dotar de vida ciertas zonas. Y para abaratar el precio de alquileres y venta de viviendas, por crecer en oferta.

Una calle de segunda línea no puede soportar eternamente locales vacíos que se tienden a convertir en espacios molestos. La solución de convertirlos en loft o en viviendas “diferentes” es la más lógica, hasta que encontremos otra distinta, según se vaya transformado el comercio global. O definitiva si lo que hoy nos parece ya imparable, la forma de comprar cambia definitivamente.

Chaflán y Escarbar. Dos palabras viejas

Hay palabras maravillosamente hermosas por poco utilizadas. Palabras raras que se van perdiendo por su poca utilización que resultan casi únicas en muchos idiomas que no encuentran traducción fácil. Voy a sacar dos de ellas de esta semana. Chaflán y Escarbar.

Chaflán está claro qué es, pero sin duda a su (casi) poca utilización se une la facilidad de pronunciar esquina. Aunque un chaflán no es precisamente solo una esquina, pues un chaflán es algo más o al menos una esquina con importancia. Un chaflán tiene tamaño pues no es el punto de unión de dos superficies sino un espacio con tamaño propio que “en la esquina” elimina a esta para crear un espacio propio que da visibilidad a las dos calles o líneas que quieren convergen y el chaflán lo impide creando un espacio propio. Un local en chaflán vale el doble o más, así que cuidado con olvidarnos de la palabra chaflán.

Escarbar es maravillosa. De pequeño, cuando era pobre de verdad en mi casa se compraban y se cocinaban escarbaderas para comer, pues tenían mucha gelatina. O al menos eso me decía mi madre. Las escarbaderas son las ptas de los pollos y gallinas, en realidad eran las de las gallinas jóvenes que eran más grandes que las de los pollos actuales. Se pelaban de sus escamas, se limpiaban muy bien y se cocían para pasar a una salsa de tomate.

Pero hablaba de escarbar, que sin duda viene de gallina. O no. No hay muchos que se dediquen a escarbar excepto las gallinas de corral. Escarbar es rascar, raer, rebuscar, emplear las patas o las manos para en la superficie enterarse bien de lo que hay removiendo todo. Cuidado pues escarbar también se utiliza para los alcahuetes que rascando van buscando información para su beneficio.

Chaflán y Escarbar. Dos palabras viejas

Hay palabras maravillosamente hermosas por poco utilizadas. Palabras raras que se van perdiendo por su poca utilización que resultan casi únicas en muchos idiomas que no encuentran traducción fácil. Voy a sacar dos de ellas de esta semana. Chaflán y Escarbar.

Chaflán está claro qué es, pero sin duda a su (casi) poca utilización se une la facilidad de pronunciar esquina. Aunque un chaflán no es precisamente solo una esquina, pues un chaflán es algo más o al menos una esquina con importancia. Un chaflán tiene tamaño pues no es el punto de unión de dos superficies sino un espacio con tamaño propio que “en la esquina” elimina a esta para crear un espacio propio que da visibilidad a las dos calles o líneas que quieren convergen y el chaflán lo impide creando un espacio propio. Un local en chaflán vale el doble o más, así que cuidado con olvidarnos de la palabra chaflán.

Escarbar es maravillosa. De pequeño, cuando era pobre de verdad en mi casa se compraban y se cocinaban escarbaderas para comer, pues tenían mucha gelatina. O al menos eso me decía mi madre. Las escarbaderas son las ptas de los pollos y gallinas, en realidad eran las de las gallinas jóvenes que eran más grandes que las de los pollos actuales. Se pelaban de sus escamas, se limpiaban muy bien y se cocían para pasar a una salsa de tomate.

Pero hablaba de escarbar, que sin duda viene de gallina. O no. No hay muchos que se dediquen a escarbar excepto las gallinas de corral. Escarbar es rascar, raer, rebuscar, emplear las patas o las manos para en la superficie enterarse bien de lo que hay removiendo todo. Cuidado pues escarbar también se utiliza para los alcahuetes que rascando van buscando información para su beneficio.

¿Hay espacio en Aragón para tantos partidos políticos importantes?

Todos los partidos políticos necesitan tener un espacio ideológico y social propio claramente definido y donde trabajan con más garantía de ser aprobados cada cuatro años pero sin olvidar al resto. Definir ese espacio de acción política y social es fundamental para no morir incluso trabajando muy bien. Traducido al idioma comercial es el espacio en donde se mueven tus posibles clientes.

Pero en España y más en Aragón, con la llegada de nuevos partidos políticos, la saturación ha llevado a una situación muy compleja para todos ellos. Deseosos de aguantar su propio espacio se ven obligados a moverse hacia los dos laterales de ese espacio por si a ellos también les rasgan las vestiduras y pierden espacio que creían tener asegurado.

No hay espacio propio suficiente para todos en Aragón. O al menos es complicado que lo haya y por eso hay que inventarlo, mimarlo, trabajar “de otro forma” y entender los tiempos actuales.

Desde VOX al PP, Ciudadanos, PAR, PSOE, CHA, ZEC, IU y Podemos, estamos hablando de nueve grandes grupos que deben dividirse el acceso a la gestión de Aragón. No he querido nombrar a los más pequeños para no complicar el análisis.

Si entendemos que en realidad hay dos ideologías (liberal o conservadora y socialista o progresista) con el añadido en Aragón del apellido aragonesista o nacionalista suave (no nombro a comunistas ni a derecha extrema pues ninguno siéndolo se quiere catalogar así), vemos que los esfuerzos de todos estos partidos por lograr mantener espacio y sobre todo para actualizarlo según van cambiando los tiempos, es claramente una labor casi titánica.

Lo tienen mucho mejor los grandes y los “viejos” pues sus tentáculos de control son mucho más largos en toda la extensión de control que nos queramos imaginar. A ese poder escondido que es quien realmente manda en Aragón le interesa que sigan gestionando o gobernando los clásicos, o convertir en clásicos a los nuevos.

¿Qué puede hacer un partido político que se ha quedado con un espacio ideológico y social menor al que tenía, menor al que necesita para vivir y crear ideas?

El principal problema de una empresa herida es que no puede innovar, es muy complicado arriesgarse a cambios, pues una patada más y cae tumbado. No hay autoestima, no hay economía, no hay osadía… excepto que su situación sea tan grave que ya solo le queda cambiar todo para probar, asentándose sobre las pocas bases que conserve.

Ya no hablamos tanto de personas que dirijan como de análisis acertado, de innovación desde sus propios espacios, de trabajos diferentes, de amplios espacios de colaboración y comunicación, de aprender nuevos marcos de trabajo copiando a los vecinos (cercanos o muy lejanos) estrategias que hay que adaptar a tu propia sociedad. Y de saber transmitir que se está muy vivo y con enormes ganas de influir y de resolver.

Los ejemplos de que en cuanto se huele a muerto estás muerto son contundentes. Desde UPyD a Ciudadanos ahora. Un desliz en las desafecciones de gentes importantes y todo el castillo se hunde.

Por eso los tiempos de auditorías propias son muy necesarias si entra la desgana, las dudas y las pérdidas. Pero a su vez es fundamental configurar nuevos espacios de trabajo con nuevos modos, modificar los espacios que han llevado a los errores, cambiar los discursos y las interacciones con la sociedad, hacerse respetar en tu propio espacio, e incluso ser capaz de meter un poco de respeto añadido a los laterales a base de modificaciones que hagan ver posibles alianzas que parecían imposibles.

El gran error en el que se puede caer, lógico por otra parte, es intentar una conversión a algo totalmente nuevo, que intente asentarse en un espacio diferente al que tenía, pensando que eso es sumar en vez de restar. Los espacios ya están ocupados. No hay huecos vacíos. 

Si una empresa (política incluso) quiere acudir a un mercado de clientes (votantes) que no era un lugar habitual en sus procesos ideológicos o de acción ya sabe de antemano que esos clientes gozaban hasta ese momento de proveedores. Puede intentar convencerlos, y es correcto, pero cuidado, sin perder nunca los clientes (votantes) que ya tenía.

¿A quien se debe más un partido político:, a sus militantes que le confieren personalidad, a sus votantes que le confieren vida, a su sociedad total para la que trabajan aunque no les voten? Esta pregunta la dejo para otro día.

Dudas desde la izquierda sobre nuestra capacidad para subir piedras

Hoy Antoni Puigverd nos recuerda en La Vanguardia una frase muy válida para todos nosotros dentro de Chunta Aragonesista o de cualquier otra organización política con dudas sobre su futuro. “Mientras haya alguien que suba la piedra hacia arriba, hay esperanza”.

Los tiempos políticos no son fáciles para nadie por varios motivos de los que los propios políticos también somos responsables. Y si hay dudas repasar la historia reciente de UPyD o de Ciudadanos y veremos El extraño caso de Benjamin Button trasladado a la realidad de las organizaciones políticas. Se nace ya mayor y se va avanzando hacia la desaparición por infancia.

¿Qué debe ser la política de izquierdas en el siglo XXI? 

Entre los muchos errores cometidos llama la atención uno clave. La desigualdad debería haber sido LA PRIMERA opción de trabajo en estas dos décadas. Es triste reconocer que hasta un Rey español nos lo recuerda como un problema social grave. Y la izquierda española se ha entretenido en la trampa perfectamente urdida hacia otros temas a los que se dedicaban miles de horas de reflexión, de salida en los medios de comunicación, de manifestaciones, de gritos de protesta. 

¿Y la DESIGUALDAD económica no es un tema tremendamente importante, para figurar como el primero?

No hay capacidad para gritar con buenos resultados por dos temas diferentes a la vez. “O se está a pitos o a dudas”. Y la izquierda eligió mal. 

No voy a dar pistas, pero os recuerdo que cada día mueren en España diez personas por suicidios declarados. El número de suicidios escondidos no se sabe pero es altísimo. Y claro que hay que luchar sin demora, de forma urgente y con fuerza contra todo tipo de fallecimiento, pero hay que seleccionar. “O se está a pitos o a dudas”. Y muchas veces el orden de los factores sí altera el producto final. 

¿Y la EDUCACIÓN para evitar problemas sociales, no debería haber sido objeto prioritario y urgente de una reforma tremenda, consensuada y mantenida para no ser manipulada, para que las violencias las entendieran los jóvenes de otra manera? ¿De verdad la cárcel o las leyes duras son la solución?

Pero volvamos a lo magro, a las opciones de la política del futuro, desde la izquierda.

La desafección es ya dramática pues afecta incluso al futuro de la democracia. La principal duda de todos los partidos políticos de izquierda es precisamente su falta de músculo. La derecha eso no lo tiene, lo contrata y punto. Pero la izquierda necesita a equipos, a personas, a voluntarios, a implicados. Y eso es complejo cuando no se tiene una organización moderna, capaz de ilusionar y sobre todo de motivar.

Se motiva de muchas maneras diferentes, una de ellas es lograr (hacer) creer en el futuro. Nadie (casi) quiere pertenecer a un Grupo de Perdedores, y tampoco a un Grupo de Quejicas Profesionales. Los Jefes de las empresas solo hablan de lo mal que van las cosas cuando quieren despedir o bajar los sueldos. 

¿Y la DIGNIDAD LABORAL para cuándo?

La figura del Líder ha cambiado de valor. Más en la izquierda moderna. Pero aun así es imprescindible. Ejemplos tenemos en España de partidos presuntamente muy modernos que se han configurado alrededor de un solo Líder. Y que curiosamente han ido prescindiendo de los Segundos de a Bordo por muy diversas cuestiones…, hasta entrar en crisis.

Mi idea siempre ha sido la de creer en los equipos, cuando es posible formarlos pues no es nada sencillo el reto. Equipos en la política de izquierdas, que es casi imposible que piensen igual por nuestra propia personalidad ideológica. Incluso diría que lo normal es que piensen bastante diferente.

¿Tantas izquierdas son posibles, para que sea complejo encontrar idénticos? 

No, no es cuestión de objetivos, sino de personas. Los objetivos son los mismos en todos, por lo que podríamos decir que hay una sola izquierda, pero los caminos para llegar a la meta son múltiples. Y cada uno defiende el suyo como el único.

Otra cuestión compleja de admitir por los dirigentes de todo tipo de organización humana es que al existir diversidad de caminos de dirección, lo importante no debería ser tanto el camino como el objetivo. Hay que cazar ratones, como decía la filosofía china, y nos tiene que importar muy poco si son blancos o negros, cuando lo importante es comer guiso de gato.

Termino con la frase del principio. Mientras haya alguien que suba la piedra, todo va bien. Excepto que quien empuje, al final se canse y se le escape el peso que por gravedad siempre quiere ir hacia abajo. Pero lograr subir y no agotar a quien empuja, debe haber relevo. Pero constantemente debe haber personas que estén al lado de quien empuja para secarle el sudor, para limpiarle el camino de subida y para ayudar en el empuje.

Lo de menos en política de verdad, de la imposible, debería ser quien se hace la foto cuando llega arriba con la piedra. Pero para eso se debe confiar muy mucho, muchísimo diría más, en la persona que empuja. Y eso solo se consigue si esa persona saber que necesita al resto de personas, y que no son meros soldados preparados para aplaudir. Entre el olvido y hacer la foto única hay muchos matices grises que son los que sirven para estar empujando y ayudando a empujar con autoestima y con motivación.

El ajedrez como la política, depende de los peones

En política se juega mucho al ajedrez sobre el tablero de la sociedad, y quien no sabe mover muy bien las fichas casi siempre pierde. Porque el ajedrez como la política son deportes de estrategia y lucha, de control de tiempos y movimientos propios, de adivinar los movimientos contrarios, de esconder los tuyos envueltos en normalidad, de sacrificar piezas para obtener buena posición, de calma y tranquilidad controlando los tiempos, de sujetar los nervios para que nunca se noten, de engañar y no caer en los engaños que te tiende el contrario.

De saber que a veces un peón se puede convertir en reina. Un Rey sin peones pero con torre… vale menos que un Rey con una buena colección de peones estrategas.

En el ajedrez como en la política tan importante es conocer muy bien las aperturas de los trabajos como controlar muy bien los finales pues de ellos también depende el ganar y el perder si todo va muy igualado. Y curiosamente los finales son tremendamente variados. 

Podría darse el caso de que acudiendo a un final en inferioridad de posición, lo ganas por saber mover esos finales tácticos, casi matemáticos. Sí, hablo de política también.

En el ajedrez como en política tan importante es tener buenas piezas como el lugar que ocupan en el tablero en relación al mismo o a las piezas del contrario. 

Una buena posición puede dejar de serlo si el contrario se mueve y tu no logras detectar hacia dónde se quiere mover. Y en el ajedrez como en la política, no es lo mismo un alfil que un caballo, y no siempre una torre es más valiosa que un caballo o incluso un peón. 

Todo depende de la posición, de lo que ha decidido hacer el contrario con cada elemento, aunque sean más que los tuyos pero que al saberse ganador se siente descuidado.

Porque al final la pregunta siempre es la misma. ¿Qué es ganar y qué es perder? ¿Se puede ganar… perdiendo? 

Mingote nos dijo dónde está la indignación social que no se nota. Casi

La dignidad en la vida de las personas… depende. Pero los que sabemos ver desde diversas posiciones diferentes sí sabemos dónde está esa dignidad mínima. Y por eso somos los que no debemos consentir que se viva de forma indigna. 

Esta viñeta de Mingote es fabulosa para entender que los que viven mal no siempre saben que viven mal. 

Y aunque eso es una ventaja para ellos pues les ayuda a vivir bien (mejor) dentro de su mala vida, es un indignidad permitirlo, pero sobre todo no darles las oportunidades de que elijan. 

Mingote nos dijo dónde está la indignación social que no se nota. Casi

La dignidad en la vida de las personas… depende. Pero los que sabemos ver desde diversas posiciones diferentes sí sabemos dónde está esa dignidad mínima. Y por eso somos los que no debemos consentir que se viva de forma indigna. 

Esta viñeta de Mingote es fabulosa para entender que los que viven mal no siempre saben que viven mal. 

Y aunque eso es una ventaja para ellos pues les ayuda a vivir bien (mejor) dentro de su mala vida, es un indignidad permitirlo, pero sobre todo no darles las oportunidades de que elijan. 

En España, antes de las Fake New tuvimos los rumores

En España, en los tiempos que nos parecen viejos pero que vivimos la mayoría de nosotros, antes de las Fake New nos invadieran en plan moderno… ya tuvimos los rumores, que no eran noticias, no se garantizaba su/la verdad, podrían ser inventos para influenciar, y se les llamaba maravillosamente… RUMORES. 

Un rumor es como un viento que soplando derecho hacia tu oído te llena de información, que se pasa enseguida pero queda dentro del cerebro, que sirve para que lo multipliquemos nosotros mismos y que si por casualidad… al poco tiempo se demuestra que es mentira… no sucede nada pues ya se advertía que era un simple RUMOR. Maravillosa España.