Y sobre todo hay que ser metódico para aprender a utilizarlos como un mantra, en todos los momentos de tu vida.
Hagamos un repaso rápido de algunos de ellos. Tal vez se nos haya escapado alguna posibilidad de control y mejora y un inicio de año puede ser un buen momento para modificar hábitos.
* ¿Estudiamos todos los días del año, aprendemos algo todo los días, tengamos la edad que tengamos?
* ¿Planeamos bien nuestros objetivos, por días, semanas y meses, para dotarlos de tiempos, de objetivos temporales, y así poder revisar si estamos trabajando a la velocidad planificada?
* ¿Sabemos fijarnos metas y objetivos, y los ponemos por escrito para que no se nos olviden semanas después, cuando revisamos lo que nos hemos planteado hacer?
* ¿Llevas un diario donde apuntas tus ideas, las frases que escuchas y te gustan, las citas, los fracasos, los errores, las personas con las que contactas, el día a día de tus trabajos?
* ¿Has llamado a quien te ofreciste a llamar, a quien debes llamar, a quien hace mucho que no llamas, a quien está esperando tu llamada?
* ¿Te has relajado hoy el tiempo suficiente y de la forma correcta según tus necesidades, para poner en reset tus pensamientos y volver sobre ellos con más fuerza?
* ¿Cuánto ejercicio físico has realizado hoy, has andado al menos 5.000 pasos a una velocidad un poco acelerada?
* ¿Cuántas veces has hablado contigo mismo, te has sido sincero, te has preguntado con calma y positivismo si eres capaz de hacerlo algo mejor?
* ¿Te has dado cuenta del número de personas que sí creen en ti, que te apoyan y te quieren, que te acompañan en la vida y que esperan de tí lo mismo?
* ¿Sabes valorarte y reconocer tus habilidades, practicarlas y siendo honesto, no ser prepotente ni provocar envidias u odios entre los que están a tu alrededor en todos los ámbitos de tu vida?
Como ves, casi todo depende de tus ganas de hacer cosas sencillas, y con algunas de ellas lograrás aumentar tu felicidad interna.