Nos dicen muchas veces lo que debemos hacer, pero muchas menos veces lo que NO debemos hacer, lo que hay que evitar para sentirnos mejor y para que se nos respete más. Parecen acciones sencillas, lógicas, pero en realidad no lo son pues afectan a nuestros comportamientos, a nuestra personalidad, y eso es complejo de cambiar.
Nunca deberíamos regalar el trabajo que hacemos. Incluso tampoco en esa edad de experiencia en la que ya tenemos cubiertas las necesidades vitales. Lo contrario a regalar…, NO es cobrar un sueldo, hay muchas maneras de recibir algo a cambio. por ejemplo respeto y reconocimiento.
Los consejos no debemos de ir regalándolos por el aire. Se dan cuando se piden. Y punto. Si no se piden, nunca se deben dar. Es posible que si no te los piden es porque no quieran los tuyos.
Tus emociones son tuyas, puedes explicarlas, respetarlas, incluso es bueno compartirlas, pero nunca te rebajes, no supliques, no lloren pensamientos.
Es muy malo depender de otras personas. Depende de tí mismo. Somos adultos y libres, somos capaces y sabemos movernos por la vida. Pide ayuda, pero no tanta como para depender de otra persona. Las decisiones las tienes que tomar tú.
Nunca pidas prestado el dinero que no tienes. Es una trampa. Si gastan el dinero que no tienes, o que no estás casi convencido de que vas a tener en el corto plazo, te estás volviendo un esclavo de tus deudas y de tus prestamistas.
5 nunca, para poder ser más libre
Nos dicen muchas veces lo que debemos hacer, pero muchas menos veces lo que NO debemos hacer, lo que hay que evitar para sentirnos mejor y para que se nos respete más. Parecen acciones sencillas, lógicas, pero en realidad no lo son pues afectan a nuestros comportamientos, a nuestra personalidad, y eso es complejo de cambiar.
Nunca deberíamos regalar el trabajo que hacemos. Incluso tampoco en esa edad de experiencia en la que ya tenemos cubiertas las necesidades vitales. Lo contrario a regalar…, NO es cobrar un sueldo, hay muchas maneras de recibir algo a cambio. por ejemplo respeto y reconocimiento.
Los consejos no debemos de ir regalándolos por el aire. Se dan cuando se piden. Y punto. Si no se piden, nunca se deben dar. Es posible que si no te los piden es porque no quieran los tuyos.
Tus emociones son tuyas, puedes explicarlas, respetarlas, incluso es bueno compartirlas, pero nunca te rebajes, no supliques, no lloren pensamientos.
Es muy malo depender de otras personas. Depende de tí mismo. Somos adultos y libres, somos capaces y sabemos movernos por la vida. Pide ayuda, pero no tanta como para depender de otra persona. Las decisiones las tienes que tomar tú.
Nunca pidas prestado el dinero que no tienes. Es una trampa. Si gastan el dinero que no tienes, o que no estás casi convencido de que vas a tener en el corto plazo, te estás volviendo un esclavo de tus deudas y de tus prestamistas.
Nunca deberíamos regalar el trabajo que hacemos. Incluso tampoco en esa edad de experiencia en la que ya tenemos cubiertas las necesidades vitales. Lo contrario a regalar…, NO es cobrar un sueldo, hay muchas maneras de recibir algo a cambio. por ejemplo respeto y reconocimiento.
Los consejos no debemos de ir regalándolos por el aire. Se dan cuando se piden. Y punto. Si no se piden, nunca se deben dar. Es posible que si no te los piden es porque no quieran los tuyos.
Tus emociones son tuyas, puedes explicarlas, respetarlas, incluso es bueno compartirlas, pero nunca te rebajes, no supliques, no lloren pensamientos.
Es muy malo depender de otras personas. Depende de tí mismo. Somos adultos y libres, somos capaces y sabemos movernos por la vida. Pide ayuda, pero no tanta como para depender de otra persona. Las decisiones las tienes que tomar tú.
Nunca pidas prestado el dinero que no tienes. Es una trampa. Si gastan el dinero que no tienes, o que no estás casi convencido de que vas a tener en el corto plazo, te estás volviendo un esclavo de tus deudas y de tus prestamistas.
Hay que reinventarse el oficio, la vida ¿Cómo lo hacemos?
Muchas veces nos toca reinventarnos, lo que hasta ese momento era todo nuestro futuro, nuestra mochila, se viene abajo por algún motivo que no podemos controlar. Hay multitud de oficios que a veces se tambalean, que desaparecen, y con ellos personas que debemos reinventarnos el futuro que tenemos ya por delante, sea profesional o simplemente vital.
Por ello tenemos que empezar a decidir de nuevo sobre algunos aspectos básicos pero fundamentales para encontrar un éxito que nos permita volver a tener espacio, posibilidades, triunfos, vitalidad.
Veamos algunas de las decisiones hay que tomar.
Hay que elegir un camino nuevo, concreto, motivante, con capacidad para sentirnos bien y con posibilidades de retomar los éxitos que necesitamos, sean pocos o muchos. Tenemos que buscar alternativas a lo anterior, ver nuestras capacidades de adaptación y de aprendizaje.
Es inevitable experimental, tomar riesgos, pensar en actividades nuevas, especializarnos en algo diferente, construir nuestro futuro a base de darnos oportunidades y de creer en nosotros mismos.
Tenemos que darnos tiempo para poder encontrar la salida, la nueva entrada, sin prisa pero sin pausa. Hay que volverse a motivar, hay que volver a creer en nosotros, hay que estar motivados para las nuevas peleas.
Hay que conocer a nuevas personas, hay que trabajar con ellas, aprender de ellas, intercambiar formación, responder a tus intereses pero también encajar en la nueva organización y ofrecer soluciones.
Tenemos que aprender nuevas habilidades profesionales, y admitir que esto es complejo pero no imposible. Que es inevitable buscar apoyos y encontrarlos para poderte afianzar sobre ellos. Que debes crear dentro de ti una nueva profesionalidad, posiblemente bastante diferente a la pasada. La experiencia siempre sirve, pero igual hay que darle algunas vueltas para adaptarla a los cambios y a las nuevas oportunidades.
Por ello tenemos que empezar a decidir de nuevo sobre algunos aspectos básicos pero fundamentales para encontrar un éxito que nos permita volver a tener espacio, posibilidades, triunfos, vitalidad.
Veamos algunas de las decisiones hay que tomar.
Hay que elegir un camino nuevo, concreto, motivante, con capacidad para sentirnos bien y con posibilidades de retomar los éxitos que necesitamos, sean pocos o muchos. Tenemos que buscar alternativas a lo anterior, ver nuestras capacidades de adaptación y de aprendizaje.
Es inevitable experimental, tomar riesgos, pensar en actividades nuevas, especializarnos en algo diferente, construir nuestro futuro a base de darnos oportunidades y de creer en nosotros mismos.
Tenemos que darnos tiempo para poder encontrar la salida, la nueva entrada, sin prisa pero sin pausa. Hay que volverse a motivar, hay que volver a creer en nosotros, hay que estar motivados para las nuevas peleas.
Hay que conocer a nuevas personas, hay que trabajar con ellas, aprender de ellas, intercambiar formación, responder a tus intereses pero también encajar en la nueva organización y ofrecer soluciones.
Tenemos que aprender nuevas habilidades profesionales, y admitir que esto es complejo pero no imposible. Que es inevitable buscar apoyos y encontrarlos para poderte afianzar sobre ellos. Que debes crear dentro de ti una nueva profesionalidad, posiblemente bastante diferente a la pasada. La experiencia siempre sirve, pero igual hay que darle algunas vueltas para adaptarla a los cambios y a las nuevas oportunidades.
Hay que reinventarse el oficio, la vida ¿Cómo lo hacemos?
Muchas veces nos toca reinventarnos, lo que hasta ese momento era todo nuestro futuro, nuestra mochila, se viene abajo por algún motivo que no podemos controlar. Hay multitud de oficios que a veces se tambalean, que desaparecen, y con ellos personas que debemos reinventarnos el futuro que tenemos ya por delante, sea profesional o simplemente vital.
Por ello tenemos que empezar a decidir de nuevo sobre algunos aspectos básicos pero fundamentales para encontrar un éxito que nos permita volver a tener espacio, posibilidades, triunfos, vitalidad.
Veamos algunas de las decisiones hay que tomar.
Hay que elegir un camino nuevo, concreto, motivante, con capacidad para sentirnos bien y con posibilidades de retomar los éxitos que necesitamos, sean pocos o muchos. Tenemos que buscar alternativas a lo anterior, ver nuestras capacidades de adaptación y de aprendizaje.
Es inevitable experimental, tomar riesgos, pensar en actividades nuevas, especializarnos en algo diferente, construir nuestro futuro a base de darnos oportunidades y de creer en nosotros mismos.
Tenemos que darnos tiempo para poder encontrar la salida, la nueva entrada, sin prisa pero sin pausa. Hay que volverse a motivar, hay que volver a creer en nosotros, hay que estar motivados para las nuevas peleas.
Hay que conocer a nuevas personas, hay que trabajar con ellas, aprender de ellas, intercambiar formación, responder a tus intereses pero también encajar en la nueva organización y ofrecer soluciones.
Tenemos que aprender nuevas habilidades profesionales, y admitir que esto es complejo pero no imposible. Que es inevitable buscar apoyos y encontrarlos para poderte afianzar sobre ellos. Que debes crear dentro de ti una nueva profesionalidad, posiblemente bastante diferente a la pasada. La experiencia siempre sirve, pero igual hay que darle algunas vueltas para adaptarla a los cambios y a las nuevas oportunidades.
Por ello tenemos que empezar a decidir de nuevo sobre algunos aspectos básicos pero fundamentales para encontrar un éxito que nos permita volver a tener espacio, posibilidades, triunfos, vitalidad.
Veamos algunas de las decisiones hay que tomar.
Hay que elegir un camino nuevo, concreto, motivante, con capacidad para sentirnos bien y con posibilidades de retomar los éxitos que necesitamos, sean pocos o muchos. Tenemos que buscar alternativas a lo anterior, ver nuestras capacidades de adaptación y de aprendizaje.
Es inevitable experimental, tomar riesgos, pensar en actividades nuevas, especializarnos en algo diferente, construir nuestro futuro a base de darnos oportunidades y de creer en nosotros mismos.
Tenemos que darnos tiempo para poder encontrar la salida, la nueva entrada, sin prisa pero sin pausa. Hay que volverse a motivar, hay que volver a creer en nosotros, hay que estar motivados para las nuevas peleas.
Hay que conocer a nuevas personas, hay que trabajar con ellas, aprender de ellas, intercambiar formación, responder a tus intereses pero también encajar en la nueva organización y ofrecer soluciones.
Tenemos que aprender nuevas habilidades profesionales, y admitir que esto es complejo pero no imposible. Que es inevitable buscar apoyos y encontrarlos para poderte afianzar sobre ellos. Que debes crear dentro de ti una nueva profesionalidad, posiblemente bastante diferente a la pasada. La experiencia siempre sirve, pero igual hay que darle algunas vueltas para adaptarla a los cambios y a las nuevas oportunidades.
Los 4 primeras preocupaciones de las empresas
El Observatorio Vodafone nos presenta hoy este gráfico con las inquietudes (sobre todo) de las empresas pequeñas en tiempos de crisis constantes a las que ya casi nos estamos acostumbrando. Vemos que la preocupación mayor es lograr nuevos clientes lo que sin duda es totalmente cierto en todo momento. Los clientes no son eternos, no tienen por qué ser fieles y nuestra capacidad de supervivencia pasa siempre por estar siempre buscando clientes nuevos, sin orillar ni desatender a los clientes de siempre, más todavía a los clientes fieles.
En la misma línea está la preocupación del crecimiento de la competencia, pues son ellos los que nos restan clientes. Los clientes normalmente no desaparecen, simplemente cambian de proveedor. Y lo que nos preocupa no son los proveedores ya asentados sino la llegada de nuevas competencias a unos mercados ya heridos y que lleguen con ideas rompedoras para abrirse espacio.
El tema de los precios es tremendamente crítico pues afecta en estos tiempos a nuestro futuro empresarial. ¿Qué precios podremos tener dentro de un tiempo, que nos garanticen viabilidad o inversiones? Pues nunca lo podemos saber con exactitud en la mayoría de los sectores. Hay que saber adaptarse a la movilidad de los precios, aunque siempre suponen un grave problema de viabilidad. El mercado es libre pero en estos tiempos es además totalmente desconocido al entrar empresas globalizadas o grandes corporaciones que desean hacerse dueños de sectores.
Tener personal de calidad en nuestra empresa es un grave problema en estos tiempos de indignidad laboral donde hemos perdido el concepto de tener calidad entre nuestros colaboradores y que estos tengan fidelidad al proyecto y estén motivados y seguros. No es nada fácil crear buenos equipos, pues las personas se han acostumbrado a que cualquier empresa o proyecto puede despedir con suma facilidad.
De todas las formas, estas respuestas del gráfico nos sirven para comprobar que los problemas son comunes, los tenemos todos y no son fáciles de resolver, pero para eso estamos en las empresas, para conocerlos y controlarlos.
En la misma línea está la preocupación del crecimiento de la competencia, pues son ellos los que nos restan clientes. Los clientes normalmente no desaparecen, simplemente cambian de proveedor. Y lo que nos preocupa no son los proveedores ya asentados sino la llegada de nuevas competencias a unos mercados ya heridos y que lleguen con ideas rompedoras para abrirse espacio.
El tema de los precios es tremendamente crítico pues afecta en estos tiempos a nuestro futuro empresarial. ¿Qué precios podremos tener dentro de un tiempo, que nos garanticen viabilidad o inversiones? Pues nunca lo podemos saber con exactitud en la mayoría de los sectores. Hay que saber adaptarse a la movilidad de los precios, aunque siempre suponen un grave problema de viabilidad. El mercado es libre pero en estos tiempos es además totalmente desconocido al entrar empresas globalizadas o grandes corporaciones que desean hacerse dueños de sectores.
Tener personal de calidad en nuestra empresa es un grave problema en estos tiempos de indignidad laboral donde hemos perdido el concepto de tener calidad entre nuestros colaboradores y que estos tengan fidelidad al proyecto y estén motivados y seguros. No es nada fácil crear buenos equipos, pues las personas se han acostumbrado a que cualquier empresa o proyecto puede despedir con suma facilidad.
De todas las formas, estas respuestas del gráfico nos sirven para comprobar que los problemas son comunes, los tenemos todos y no son fáciles de resolver, pero para eso estamos en las empresas, para conocerlos y controlarlos.
Los 4 primeras preocupaciones de las empresas
El Observatorio Vodafone nos presenta hoy este gráfico con las inquietudes (sobre todo) de las empresas pequeñas en tiempos de crisis constantes a las que ya casi nos estamos acostumbrando. Vemos que la preocupación mayor es lograr nuevos clientes lo que sin duda es totalmente cierto en todo momento. Los clientes no son eternos, no tienen por qué ser fieles y nuestra capacidad de supervivencia pasa siempre por estar siempre buscando clientes nuevos, sin orillar ni desatender a los clientes de siempre, más todavía a los clientes fieles.
En la misma línea está la preocupación del crecimiento de la competencia, pues son ellos los que nos restan clientes. Los clientes normalmente no desaparecen, simplemente cambian de proveedor. Y lo que nos preocupa no son los proveedores ya asentados sino la llegada de nuevas competencias a unos mercados ya heridos y que lleguen con ideas rompedoras para abrirse espacio.
El tema de los precios es tremendamente crítico pues afecta en estos tiempos a nuestro futuro empresarial. ¿Qué precios podremos tener dentro de un tiempo, que nos garanticen viabilidad o inversiones? Pues nunca lo podemos saber con exactitud en la mayoría de los sectores. Hay que saber adaptarse a la movilidad de los precios, aunque siempre suponen un grave problema de viabilidad. El mercado es libre pero en estos tiempos es además totalmente desconocido al entrar empresas globalizadas o grandes corporaciones que desean hacerse dueños de sectores.
Tener personal de calidad en nuestra empresa es un grave problema en estos tiempos de indignidad laboral donde hemos perdido el concepto de tener calidad entre nuestros colaboradores y que estos tengan fidelidad al proyecto y estén motivados y seguros. No es nada fácil crear buenos equipos, pues las personas se han acostumbrado a que cualquier empresa o proyecto puede despedir con suma facilidad.
De todas las formas, estas respuestas del gráfico nos sirven para comprobar que los problemas son comunes, los tenemos todos y no son fáciles de resolver, pero para eso estamos en las empresas, para conocerlos y controlarlos.
En la misma línea está la preocupación del crecimiento de la competencia, pues son ellos los que nos restan clientes. Los clientes normalmente no desaparecen, simplemente cambian de proveedor. Y lo que nos preocupa no son los proveedores ya asentados sino la llegada de nuevas competencias a unos mercados ya heridos y que lleguen con ideas rompedoras para abrirse espacio.
El tema de los precios es tremendamente crítico pues afecta en estos tiempos a nuestro futuro empresarial. ¿Qué precios podremos tener dentro de un tiempo, que nos garanticen viabilidad o inversiones? Pues nunca lo podemos saber con exactitud en la mayoría de los sectores. Hay que saber adaptarse a la movilidad de los precios, aunque siempre suponen un grave problema de viabilidad. El mercado es libre pero en estos tiempos es además totalmente desconocido al entrar empresas globalizadas o grandes corporaciones que desean hacerse dueños de sectores.
Tener personal de calidad en nuestra empresa es un grave problema en estos tiempos de indignidad laboral donde hemos perdido el concepto de tener calidad entre nuestros colaboradores y que estos tengan fidelidad al proyecto y estén motivados y seguros. No es nada fácil crear buenos equipos, pues las personas se han acostumbrado a que cualquier empresa o proyecto puede despedir con suma facilidad.
De todas las formas, estas respuestas del gráfico nos sirven para comprobar que los problemas son comunes, los tenemos todos y no son fáciles de resolver, pero para eso estamos en las empresas, para conocerlos y controlarlos.
Uno no es la mitad de dos, es mucho menos
Esta palabra de dos letras "YO" resumen en gran medida todo el problema actual de nuestra sociedad. El fracaso de la propia sociedad, incapaz de trabajar en conjunto, sumando.
¿Quién te ha dicho que eres más que yo, más que tú mismo trabajando en equipo, que los demás?
Y lo curioso es que ni lo admitimos ni lo entendemos así. Incluso dentro de las normas no escritas de esa especie de mantra a la que llamamos “mercado” hemos llegado a creernos que insistir en el “yo” podría ser hasta positivo para el “vosotros”.
Además de egoísta es absurdo y la muestra más clara de la incapacidad social e incluso personal para lograr objetivos.
Además de egoísta es absurdo y la muestra más clara de la incapacidad social e incluso personal para lograr objetivos.
Todo lo que no sea trabajar en equipo (o equipos) no sirve de casa nada. Sea en la familia, en el trabajo, en la investigación o en la reflexión.
Ir por libre es una posibilidad mucho menor que ir en equipo. Uno no es la mitad de dos, es mucho menos.
Uno no es la mitad de dos, es mucho menos
Esta palabra de dos letras "YO" resumen en gran medida todo el problema actual de nuestra sociedad. El fracaso de la propia sociedad, incapaz de trabajar en conjunto, sumando.
¿Quién te ha dicho que eres más que yo, más que tú mismo trabajando en equipo, que los demás?
Y lo curioso es que ni lo admitimos ni lo entendemos así. Incluso dentro de las normas no escritas de esa especie de mantra a la que llamamos “mercado” hemos llegado a creernos que insistir en el “yo” podría ser hasta positivo para el “vosotros”.
Además de egoísta es absurdo y la muestra más clara de la incapacidad social e incluso personal para lograr objetivos.
Además de egoísta es absurdo y la muestra más clara de la incapacidad social e incluso personal para lograr objetivos.
Todo lo que no sea trabajar en equipo (o equipos) no sirve de casa nada. Sea en la familia, en el trabajo, en la investigación o en la reflexión.
Ir por libre es una posibilidad mucho menor que ir en equipo. Uno no es la mitad de dos, es mucho menos.
Envejecimiento activo para vivir más y mejor
La profesora de geriatría de la Universidad de Milán, Daniela Mari, ha sido entrevista en El País para que diera algunas claves del envejecimiento duradero, activo y positivo, pues ella lleva muchos años estudiando comportamientos en positivo y en negativo de personas entre los 60 y los 100 años de edad. Envejecer es ley de vida, pero debe ser un periodo que sepamos vivir en positivo para disfrutarlo como cualquier otro de nuestra existencia, pues nos pertenece.
Veamos un extracto de su entrevista, que recomiendo por sus muchos detalles útiles.
Has estudiado mucho a personas centenarias. Imagino que el envejecimiento activo será uno de los secretos de su longevidad. ¿Qué otros aspectos suelen caracterizar y tienen en común las personas que superan los cien años?
En las llamadas "zonas azules", donde hay una alta concentración de centenarios (Loma Linda en California (EE UU), Cerdeña en Italia o en la isla japonesa de Okinawa), las personas realizan actividad física moderada y constante, tienen una dieta regular, con una ingesta moderada de vino en las comidas, se mantienen en un peso nunca excesivo (ni para el sobrepeso ni para la delgadez) y lo normal es que no fumen o fumen muy poco. Además de esto, los centenarios tienen características de estabilidad biológica que les permiten alcanzar una edad extrema al evitar o posponer enfermedades relacionadas con la edad, pero también tienen una estructura psíquica peculiar.La resiliencia, por ejemplo, es una característica muy común en ellos. La actividad física regular reduce el riesgo de muchas enfermedades relacionadas con la edad y retrasa la evolución de las enfermedades crónicas. Un importante estudio internacional (The Life Study) ha demostrado que incluso en edad geriátrica con la actividad física se obtienen resultados positivos, también desde el punto de vista de reducción de la mortalidad, en comparación con los sujetos sedentarios. La actividad física, en muchos estudios, también ha demostrado ser un factor protector contra el deterioro cognitivo, al igual que la dieta y nuestros hábitos culturales.
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Has estudiado mucho a personas centenarias. Imagino que el envejecimiento activo será uno de los secretos de su longevidad. ¿Qué otros aspectos suelen caracterizar y tienen en común las personas que superan los cien años?
En las llamadas "zonas azules", donde hay una alta concentración de centenarios (Loma Linda en California (EE UU), Cerdeña en Italia o en la isla japonesa de Okinawa), las personas realizan actividad física moderada y constante, tienen una dieta regular, con una ingesta moderada de vino en las comidas, se mantienen en un peso nunca excesivo (ni para el sobrepeso ni para la delgadez) y lo normal es que no fumen o fumen muy poco. Además de esto, los centenarios tienen características de estabilidad biológica que les permiten alcanzar una edad extrema al evitar o posponer enfermedades relacionadas con la edad, pero también tienen una estructura psíquica peculiar.La resiliencia, por ejemplo, es una característica muy común en ellos. La actividad física regular reduce el riesgo de muchas enfermedades relacionadas con la edad y retrasa la evolución de las enfermedades crónicas. Un importante estudio internacional (The Life Study) ha demostrado que incluso en edad geriátrica con la actividad física se obtienen resultados positivos, también desde el punto de vista de reducción de la mortalidad, en comparación con los sujetos sedentarios. La actividad física, en muchos estudios, también ha demostrado ser un factor protector contra el deterioro cognitivo, al igual que la dieta y nuestros hábitos culturales.
¿De qué depende la productividad? Profesionalidad
La productividad no depende de las horas que se trabaja, de lo mucho que se corre con los pies, del cansancio que se logra, de poner cara de velocidad, de parecer que estás agotado y que no das abasto con el trabajo pendiente. Es todo lo contrario. os voy a poner un ejemplo fácil de esta semana.
En un bar de carretera llegamos 55 personas a tomar café y a vaciarnos por dentro. Había 3 personas atendiendo en barra y al menos una persona en cocina. Aquella escena que duró 25 minutos era tremendamente absurda para cualquier análisis de productividad que se intente hacer. Más bien era una perfecta clase magistral para demostrar… “QUÉ NO SE DEBE HACER NUNCA”.
Solo una persona solicitó un bocadillo, el resto éramos cafés en variado tipo y botellines de agua. El caso de las tres personas era tremendo, el cansancio mayor. Los pasos dados entre la barra y la cafetera que estaba allí mismo, una odisea. Los choques entre las tres personas que atendían con una sola maquina de café pero con 8 bocas de servicio, era de una película de los Hermanos Marx.
En un bar de carretera llegamos 55 personas a tomar café y a vaciarnos por dentro. Había 3 personas atendiendo en barra y al menos una persona en cocina. Aquella escena que duró 25 minutos era tremendamente absurda para cualquier análisis de productividad que se intente hacer. Más bien era una perfecta clase magistral para demostrar… “QUÉ NO SE DEBE HACER NUNCA”.
Solo una persona solicitó un bocadillo, el resto éramos cafés en variado tipo y botellines de agua. El caso de las tres personas era tremendo, el cansancio mayor. Los pasos dados entre la barra y la cafetera que estaba allí mismo, una odisea. Los choques entre las tres personas que atendían con una sola maquina de café pero con 8 bocas de servicio, era de una película de los Hermanos Marx.
¿Y dónde están los errores de productividad? En la profesionalidad.
Servir un café se compone de una docena de pasos mecánicos y repetitivos que hay que optimizar. La capacidad de cada persona indica si puede hacer dos cafés o seis a la vez, sin tener que volver a preguntar si son con leche o cortados, con azúcar o sacarina. Y siempre sabiendo quien te los ha pedido. Como es básico decir el precio a la entrega de tantos cafés para que te vayan pagando y sin duda saber el precio de cada servicio sin tener que ir consultado a la máquina de caja electrónica con mucha pantallita.
Servir un café se compone de una docena de pasos mecánicos y repetitivos que hay que optimizar. La capacidad de cada persona indica si puede hacer dos cafés o seis a la vez, sin tener que volver a preguntar si son con leche o cortados, con azúcar o sacarina. Y siempre sabiendo quien te los ha pedido. Como es básico decir el precio a la entrega de tantos cafés para que te vayan pagando y sin duda saber el precio de cada servicio sin tener que ir consultado a la máquina de caja electrónica con mucha pantallita.
Estando tres personas atendiendo, NUNCA deben ser un estorbo entre ellas, y lo lógico es que se repartan las funciones, como un equipo básico y lógico.
Lo que podrían ser unos cuatro pasos por servicios se pueden convertir en unos 10 pasos y lo que deben ser entre dos y tres atenciones para saber qué quieren, servir y dar los cambios, se pueden convertir en cinco o seis atenciones al cliente.
Esto sirve para una empresa de tornillos o de cualquier otro oficio. No se trata de correr con los pies, sino con la cabeza. No se trata de cansarse sino de tener un método de trabajo, que sea repetitivo y modificable. No se trata de cansarse siempre corriendo, sino de tener dos o tres velocidades según el momento productivo y de servicio. Y sobre todo saber distribuir funciones entre las personas de producción.
Lo que podrían ser unos cuatro pasos por servicios se pueden convertir en unos 10 pasos y lo que deben ser entre dos y tres atenciones para saber qué quieren, servir y dar los cambios, se pueden convertir en cinco o seis atenciones al cliente.
Esto sirve para una empresa de tornillos o de cualquier otro oficio. No se trata de correr con los pies, sino con la cabeza. No se trata de cansarse sino de tener un método de trabajo, que sea repetitivo y modificable. No se trata de cansarse siempre corriendo, sino de tener dos o tres velocidades según el momento productivo y de servicio. Y sobre todo saber distribuir funciones entre las personas de producción.
¿De qué depende la productividad? Profesionalidad
La productividad no depende de las horas que se trabaja, de lo mucho que se corre con los pies, del cansancio que se logra, de poner cara de velocidad, de parecer que estás agotado y que no das abasto con el trabajo pendiente. Es todo lo contrario. os voy a poner un ejemplo fácil de esta semana.
En un bar de carretera llegamos 55 personas a tomar café y a vaciarnos por dentro. Había 3 personas atendiendo en barra y al menos una persona en cocina. Aquella escena que duró 25 minutos era tremendamente absurda para cualquier análisis de productividad que se intente hacer. Más bien era una perfecta clase magistral para demostrar… “QUÉ NO SE DEBE HACER NUNCA”.
Solo una persona solicitó un bocadillo, el resto éramos cafés en variado tipo y botellines de agua. El caso de las tres personas era tremendo, el cansancio mayor. Los pasos dados entre la barra y la cafetera que estaba allí mismo, una odisea. Los choques entre las tres personas que atendían con una sola maquina de café pero con 8 bocas de servicio, era de una película de los Hermanos Marx.
En un bar de carretera llegamos 55 personas a tomar café y a vaciarnos por dentro. Había 3 personas atendiendo en barra y al menos una persona en cocina. Aquella escena que duró 25 minutos era tremendamente absurda para cualquier análisis de productividad que se intente hacer. Más bien era una perfecta clase magistral para demostrar… “QUÉ NO SE DEBE HACER NUNCA”.
Solo una persona solicitó un bocadillo, el resto éramos cafés en variado tipo y botellines de agua. El caso de las tres personas era tremendo, el cansancio mayor. Los pasos dados entre la barra y la cafetera que estaba allí mismo, una odisea. Los choques entre las tres personas que atendían con una sola maquina de café pero con 8 bocas de servicio, era de una película de los Hermanos Marx.
¿Y dónde están los errores de productividad? En la profesionalidad.
Servir un café se compone de una docena de pasos mecánicos y repetitivos que hay que optimizar. La capacidad de cada persona indica si puede hacer dos cafés o seis a la vez, sin tener que volver a preguntar si son con leche o cortados, con azúcar o sacarina. Y siempre sabiendo quien te los ha pedido. Como es básico decir el precio a la entrega de tantos cafés para que te vayan pagando y sin duda saber el precio de cada servicio sin tener que ir consultado a la máquina de caja electrónica con mucha pantallita.
Servir un café se compone de una docena de pasos mecánicos y repetitivos que hay que optimizar. La capacidad de cada persona indica si puede hacer dos cafés o seis a la vez, sin tener que volver a preguntar si son con leche o cortados, con azúcar o sacarina. Y siempre sabiendo quien te los ha pedido. Como es básico decir el precio a la entrega de tantos cafés para que te vayan pagando y sin duda saber el precio de cada servicio sin tener que ir consultado a la máquina de caja electrónica con mucha pantallita.
Estando tres personas atendiendo, NUNCA deben ser un estorbo entre ellas, y lo lógico es que se repartan las funciones, como un equipo básico y lógico.
Lo que podrían ser unos cuatro pasos por servicios se pueden convertir en unos 10 pasos y lo que deben ser entre dos y tres atenciones para saber qué quieren, servir y dar los cambios, se pueden convertir en cinco o seis atenciones al cliente.
Esto sirve para una empresa de tornillos o de cualquier otro oficio. No se trata de correr con los pies, sino con la cabeza. No se trata de cansarse sino de tener un método de trabajo, que sea repetitivo y modificable. No se trata de cansarse siempre corriendo, sino de tener dos o tres velocidades según el momento productivo y de servicio. Y sobre todo saber distribuir funciones entre las personas de producción.
Lo que podrían ser unos cuatro pasos por servicios se pueden convertir en unos 10 pasos y lo que deben ser entre dos y tres atenciones para saber qué quieren, servir y dar los cambios, se pueden convertir en cinco o seis atenciones al cliente.
Esto sirve para una empresa de tornillos o de cualquier otro oficio. No se trata de correr con los pies, sino con la cabeza. No se trata de cansarse sino de tener un método de trabajo, que sea repetitivo y modificable. No se trata de cansarse siempre corriendo, sino de tener dos o tres velocidades según el momento productivo y de servicio. Y sobre todo saber distribuir funciones entre las personas de producción.
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