La Transición en España también trajo cambios en el trato entre personas, esa relación de amo y esclavo que se había mantenido y asumido durante décadas, en una clara lucha de clases donde los poderosos dominaban en lo más mínimo a los débiles. En los años de la Dictadura, quien tenía dinero o poder, estatus de dominante simplemente por su puesto de trabajo en relación a los demás, se consideraba el mismo como una persona superior que podía ordenar y mandar, aunque fuera realmente una mierda.
—¡¡Usted no sabe quién soy yo!!— era la clásica España del disfraz, de la insignia, de la medalla que daba poder. Esta viñeta se publicó en octubre de 1976 en la revista aragonesa Andalán.