Llegamos al final de un Año Viejo, pero podría ser el final de un Ciclo o de un Proyecto. El caso es que nos sentimos con ganas, con deseos de empezar Algo Nuevo, de plantearnos nuevos retos, de limpiar el cajón de toda esa basura que hemos ido acumulando en los Tiempos Viejos, pero tenemos dudas, muchas dudas. Pues te voy a decir algo MUY importante. Que te plantees nuevos retos y cambios es ya la Primera Buena Ideas que has tomado para conseguirlo. Lo fundamental es querer hacerlo. Es tu interior el que te pide cambios, eso está claro pues de otra forma no te estarías preguntando si sería positivo comenzar algo nuevo al cambiar de ciclo. Tienes que recordar que cambiar de Año no es caer a una habitación nueva y toda limpia dispuesta a que comiences de nuevo. Vienen con "tus" cosas, con tus mochilas, con tus ideas, y esas pesan. Así que cambiar de Ciclo es sobre todo tomar la decisión de que efectivamente, parte de lo que hasta ahora te ha estado acompañando ya no te sirve, sean ideas, personas, trabajos, proyectos.
Si admites con claridad que quieres cambiar "cosas" de tu vida de hoy mismo y te lo dices fuerte ante el espejo o la almohada, adelante, empieza por determinar qué quieres cambiar, qué no te gusta o no te sirve, qué odias, qué te estorba. Puede ser mucho, puede que gran parte sea imposible de modificar, pero da igual, debes apuntar en un papel SECRETO todas esas dudas y basuras vitales. Luego ya verás qué puedes y qué no puede pulir.
¿De toda esa lista qué puedes cambiar con facilidad? ¿Qué sabes ya de antemano, cómo cambiarlas? ¿Qué partes de esa lista te parecen ahora imposibles, o simplemente no saben por dónde meterles mano para expulsarlas o cambiarlas de tu vida?
Pero a cada una de esas decisiones que te gustaría tomar hay que aplicarles unas líneas, Un plan de trabajo tuyo. Con sinceridad, poniendo lo que ver claro o lo que ves imposible. Tienes que ser sincero contigo. Si hay dudas tenemos que recordarnos que esto es SECRETO.
En ese Plan de Acción vamos a apuntar lo fácil y lo casi imposible. Y marcaremos con un punto verde lo sencillo y lo que ya sabes como afrontarlo y con un punto rojo lo muy complicado o lo que de momento no tienes ni idea para ser llevado a cabo. Ya estamos avanzando.
Vamos a poner fechas teóricas, tiempos de actuación. ¿Para cuándo creo yo que podré resolver este problema, cambiar esto, construir esto otro? Tan importante es despejar el camino, quitarte de la mochila lo que no te gusta, como emprender nuevos rumbos, elegir nuevos proyectos. Algunas de estas decisiones nos van a llevar al campo del estrés, y lo sabemos. hay que gestionarlo, hay que aprender a vivir con ese estrés, con esas decisiones duras, con los nuevos proyectos que nos van a traer nuevos tiempos, nuevos trabajos, nuevas relaciones personales.
Si te fijas, no he dicho que esto vaya a ser sencillo pues depende del tipo de reto que te quieras poner. Ni tampoco te estoy dando recetas mágicas, pues hay centenares de situaciones. Simplemente te estoy remarcando algunos puntos básicos.
Dependes de ti, solo de ti, si quieres cambiar o emprender nuevos rumbos
Tienes que diseñar un Plan de Acción con los Objetivos
Tienes que poner sobre un papel qué quieres con tiempos de respuesta y su dificultad
Debes admitir que tendrás estrés y no todo saldrá como pretendes, pero al final lograrás algo mucho más cercano a lo que te proponías que si decides no hacer nada
Debes ordenar lo urgente de lo importante, lo fácil de lo casi imposible, lo que sabes hacer de lo que necesitas aprender nuevas técnicas
Debes diseñar cada día para trabajarlos a tu ritmo de cambio sin que te superen
Debes admitir que eres la mejor persona, que quieres repartir y que deseas ser amable contigo para serlo con los demás