Ayer me enteré que las pelusas del suelo son casi en su totalidad células muertas de todos nosotros. E incluso de otras personas que las trae el viento. Joder.
Cuando limpias el Rumba de esas pelusas, cuando meto la mano para dejarlo como nuevo, estoy retirando trozos de cadáveres de personas, incluida la mía. Todos los días nos morimos un poco en forma de células que se nos caen al suelo.
Cuando nos duchamos debe ser la hostia, un entierro con todas las de la ley. La próxima vez que limpie el Rumba me pondré guantes y me vestiré de luto. Para acompañar el momento.