Si buscas una mano que te ayude… la encontrarás al final de tu brazo. Es así de simple. Ponte a trabajar por ti, no esperas nada de los demás si antes no te has puesto a intentar resolver tus problemas empleando todos los brazos que tienes. Nadie te conoce mejor que tú mismx. Las ayudas exteriores sirven para complementar, pero los inicios, los primeros pasos los tienes que dar tú. ¡¡Anímate!!
Es verdad que tendrás días movidos, sin enfoque, días que pensarás que no hay remedio, que no merece la pena. Es normal, nos sucede a todos.
Lo grave no es que pienses eso, lo malo es que tras eso decidas rendirte.