Nadie mejor que los obispos para mediar en matrimonios, para evitar que se rompan, para —según ellos— prevenir el pansexualismo y evitar la masturbación propia o ajena. Son los auténticos profesionales de la sabiduría sexual y de relaciones entre hombre y mujer, entre mujer y mujer y entre hombre y hombre. ¿Pero nos debemos reír de sus propuestas?
Para evitar errores en el matrimonio (insisto en el "según ellos") ello han decidido alargar considerablemente los cursillos prematrimoniales, desde las 20 horas actuales a unos cursos entre dos y tres años, obligatorios antes de que te puedas casar. Así te lo pensarás bien antes. Y sin duda, o lo tienes claro o te lo piensas mucho ante este panorama temporal.
Claro que ellos, que de tontos no tienen nada, han pensado que si para casarte hay que organizarlo con más de un año de antelación para preparar el restaurante…, qué menos que duplicar ese tiempo pensando en la iglesia. Y es cierto. Parece lógico que la preparación para algo tan importante como el matrimonio de donde nace una familia y por ellos posiblemente unos hijos, sea algo que requiera una formación mínima al menos.
Dicen con datos que a los 5 años se ha roto el 40% de los matrimonios y a los 15 años el 60%. Lo que no es posible asegurar es que casándose con 3 años de cursillos esto se logre evitar. No creo yo que pensando en Dios sea más complejo decidir divorciarte, que por cierto y sin duda es una decisión siempre muy dura y que a veces se toma sin sopesar todo. Digo a veces, no nos equivoquemos. Como sucede a la hora de decidir casarnos. ¿Y pensando en los hijos, no deberíamos tal vez repensar los divorcios o retrasarlos o buscar alternativas temporales?
Es verdad y en eso tienen razón los obispos, que 20 horas de cursos antes de casarse puede parecer tonto pues para aprender un ordenador a veces se invierte más tiempo. Otra cosa es que el oficio de estar casado lo tenga que dar una iglesia confesional o tal vez sería mejor ir a un proceso de formación social entre iguales y totalmente aconfesional.
Tal vea de esta forma, con más formación humanística y de relaciones entre iguales, se evitaría también algo de esa violencia machista que tanto deseamos combatir desde diversos medios.