1/ Asegurarnos de que estas decisiones las vamos a tomar todos los días.
2/ Reflexionar con nosotros mismos durante 15 minutos al día, con el “yo” interior que casi todos llevamos dentro.
3/ Leer, formarnos durante (entre) 15 a 30 minutos todos los días.
4/ Ponernos a trabajar en lo que se quiere conseguir entre 20 a 40 minutos todos los días.
5/ Apuntar cada semana en una libreta qué hemos avanzado a través de los puntos anteriores.
Si crees que es sencillo tomar estas decisiones de cambio, inténtalo y verás que no es tan sencillo como crees, que a partir de la primera semana empezarás a pensar que no es necesario y que además no da frutos en forma rápida. Tienes razón, el cambio no es asunto tuyo, en realidad aunque hicieras lo que propongo, no te serviría de nada, pues lo más importante es la decisión de mejora, de cambio, de búsqueda de un método para crecer. ¡Déjalo!, no sigas.