En esta sociedad curiosa y mezclada te pueden encontrar iniciativas de lo más variadas, incluso tiendas de productos baratos y regentados por ciudadanos nacidos en China que cada día ofrecen a sus clientes y visitantes la opción de que conozcan una palabra en chino.
No es posible aprender chino de esta forma, pero es un pequeño regalo simpático de unas personas que desean regalar a sus clientes una de las cosas que poseen, su cultura, su lengua e idioma. Todo un bonito detalle.